Aliaga - Teruel

La restauración ha durado 4 años y la ha hecho de forma altruista Julián Cruz
REDACCION/ Teruel

La Cofradía de Nuestra Señora de la Zarza termina en este mes la rehabilitación integral del santuario. La restauración interna del templo, que ha durado cuatro años, la ha llevado a cabo de forma altruista y solitaria el pintor local, Julián Cruz Almela.

La restauración integral del emblemático santuario de Nuestra Señora de la Zarza terminará en las dos próximas semanas de unos trabajos que se iniciaron en 2002, si bien un año antes se acometieron los trabajos de rehabilitación de las fachadas y cambio del tejado, que evitaran las filtraciones de agua que se producían por el exterior del santuario.

Tanto la fachada como la nueva cubierta se encargó a una empresa contratada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Zarza, pero la restauración interna la ha efectuado de forma totalmente desinteresada, únicamente le ha guiado la devoción y una promesa a la Virgen, el pintor jubilado, Julián Cruz Almela.

Los trabajos de restauración del santuariao de Nuestra Señora de la Zarza los inició Julián Cruz por las partes inferiores de las paredes y pilastras del templo muy afectadas por la humedad y que estaban deteriorando todas las pinturas. “Hasta la primera cornisa de la nave central del santuario trabajé únicamente con una escalera”, comentó Julián Cruz.

También ha restaurado Julián Cruz los 6 altares que tiene el templo en las naves laterales y dedicados a la Virgen del Pilar, Cristo Yacente, Entrada de Jesús a Jerusalém, Inmaculada, Santa Lucía y San Pascual Bailón. Lo que destaca de como estaba antes el santuario a como está ahora es el dibujo esgrafiado, lo que produce una unidad al templo y un poderoso efecto. Actualmente, Julián Cruz está terminando de restaurar las pinturas del cimborrio. “Pero por su gran altura y para poder trabajar se ha tenido que contratar a una grúa y la faena se hace de forma más cómoda”, reseñó. En este punto, Cruz recordó que hace más de dos décadas trabajó en la restauración del cimborrio del santuario de la Virgen de la Zarza y lo hizo colgado de una polea.

Julián Cruz, a lo largo de las cientos de horas metidas en el santuario, ha limpiado, ha pintado, ha fijado, ha hecho plantillas para las pinturas, ha esgrafiado y ha repuesto pequeñas obras de albañilería. “Y todo con mucho gusto y agradecido porque soy cristiano practicante y tengo una gran devoción a la Virgen, que me ha ayudado mucho a lo largo de mi vida”, comentó con entusiasmo el pintor.

Financiación

La financiación de las obras de restauración integral del santuario ha corrido a cargo de la Cofradía de Nuestra Señora de la Zarza. El ex presidente de la Cofradía, Juan Joaquín Marqués Garzarán, manifestó en este capítulo que las obras, sobre todo las del exterior, se han pagado gracias a la aportación de los cofrades, más de medio millar, de la colectas, de las rifas y los sorteos, más algunas pequeñas ayudas. Una de estas ayudas ha sido del Obispado de Teruel-Albarracín, que concedió a la cofradía 30.000 euros, 5 millones de pesetas, sin intereses pero a devolver. También donó algo la Diputación de Teruel e Ibercaja. Los gastos totales de la restauración integral del Santuario de Nuestra Señora de la Zarza supera los 121.000 euros, 20 millones de pesetas.

Historia del templo
El origen del actual santuario de Nuestra Señora de la Zarza hay que buscarlo en la aparición, en una fecha no datada de la Edad Media, de la Virgen a Jaime Torrecilla, un agricultor de Aliaga, en el lugar donde en la actualidad está ubicado. Se tienen referencias del santuario desde 1406, de las sucesivas reconstrucciones que sufrió el templo, pero la de 1685 parece ser una de las más notables, si se exceptúa la definitiva iniciada en 1728. Desde entonces el santuario ha experimentado varias restauraciones parciales, siendo la más importante la de Rafael Cardels, que se hizo después de la Guerra Civil. La ermita fue declarada santuario el 3 de septiembre de 1956.

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