Alcorisa - Teruel

Según las nuevas cifras refrendadas en Consejo de Ministros, el Producto Interior Bruto (PIB) español caerá un 3,6 por ciento este año, en lugar del 1,6% que manejaba previamente el Ejecutivo, y un 0,3% en 2010, en vez del crecimiento del 1,2% que había augurado.

Habrá que esperar a 2011 para que la economía logre un crecimiento anual (1,8%) y empiece a bajar el desempleo, que, según un sondeo, es la máxima preocupación de los españoles y ha obligado al Ejecutivo a aprobar un crédito extraordinario de 16.900 millones de euros para prestaciones.

Según las nuevas previsiones, la tasa media de paro subirá al 17,9% este año -la UE calcula que en abril ya había alcanzado el 18,1% de la población activa, con 4,3 millones de parados- y alcanzará el 18,9% en 2010. En 2011 pasará al 18,4% y en 2012 al 17,1%.

También habrá que esperar a 2012 para que, si se cumplen las nuevas proyecciones del Ejecutivo, España reduzca su déficit público hasta el 3% del PIB, el techo marcado por los tratados europeos.

Una meta que puede parecer ambiciosa, dado que el Gobierno prevé cerrar 2009 con un déficit público del 9,5% del PIB (3,7 puntos más de lo previsto anteriormente). Los números rojos bajarán al 7,9% del PIB en 2010 y al 5,2% en 2011.

El desbarajuste de las finanzas públicas por el coste de las medidas de estímulo adoptadas frente a la recesión -la más grave desde la postguerra-, sumado a la merma de la recaudación impositiva y al encarecimiento de las prestaciones por desempleo, ha obligado al Gobierno a tomar medidas.

Así han entrado en vigor las subidas de los impuestos de los carburantes (2,9 céntimos por litro de gasolina y gasóleo, salvo para uso profesional) y del tabaco (el precio de la 'marca más vendida', en palabras de la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, pasará de 3,10 a 3,29 euros la cajetilla).

Por desgracia, dirían algunos, el incremento de los impuestos de los carburantes se aplica en vísperas del verano y en plena carrera alcista de los precios del crudo, que alcanzó esta semana cotas máximas en ocho meses en los mercados de futuros. Una carrera alcista que ya ha repercutido en las gasolineras.

El Gobierno espera recaudar unos 2.300 millones de euros adicionales al año con estos impuestos y no descarta más en el futuro. Como tampoco excluye nuevas medidas de contención del gasto, después del recorte del 4,5% previsto para 2010.

Cuando se elaboren los Presupuestos de 2010, 'vamos a pasar revista a muchas figuras tanto del lado del gasto como del ingreso', advirtió la vicepresidenta segunda del Gobierno.

Reacción del PP
La reacción del PP a las nuevas cifras fue inmediata: el payaso de Cristobal Montoro solo puede afirmar que para el Gobierno 'los únicos brotes verdes son subidas de impuestos sobre gasolinas, gasóleos y tabaco', y reclamó 'un giro de 180 grados' en la política económica ante lo que llamó una 'emergencia nacional'.

Mientras, la semana trajo nuevas cifras desalentadoras en dos de los sectores más afectados por la crisis: el 'ladrillo' y el turismo.

La venta de viviendas cayó un 34,2% interanual en el primer trimestre hasta un mínimo histórico. Y las principales compañías aéreas españolas han perdido más del 10% de viajeros en los primeros cinco meses del año.

Por otro lado, la caída del IPC en mayo a una tasa interanual de -0,9% relanzó en algunos sectores el temor a una deflación, una eventualidad que el Gobierno rechazó.

En una semana de pocas novedades empresariales, la Bolsa española se apuntó su cuarta subida consecutiva para cerrar el viernes a diez puntos del máximo anual conseguido el pasado 6 de enero. En Nueva York, el Dow Jones cerró al alza a un nivel superior al de finales de 2008.

Ello, en víspera de la reunión de los ministros de Finanzas del G8, que dicen haber visto 'señales de estabilización' en sus economías, si bien subsisten 'riesgos significativos', y piden asesoramiento al FMI sobre cómo poner fin a las medidas de emergencias adoptadas una vez que la recuperación esté asegurada.