Reus - Tarragona

La pesadilla de una española en tierras del Islam

@Ángel Martínez.- 14/11/2009

No pasa mucho tiempo, sólo el necesario para una breve charla trivial, hasta que Dolores Sayans reúne el valor suficiente y empieza el relato de su viaje a los infiernos. Con una entereza conmovedora cuenta las palizas, los castigos, las violaciones, la presión constante para que se convirtiera al Islam, lo cerca que estuvo de la muerte... Y la guerra, siempre presente, con todo su catálogo de horrores. Su historia transcurre en el peor de los escenarios posibles, en Gaza, un mundo extraño “donde no eres nadie por el simple hecho de ser extranjera”.

La suerte tampoco había estado de su parte antes, durante su juventud en España. Apenas tenía 19 años cuando su primer marido murió mientras hacía el servicio militar. Cuando intentaba recomponer su vida se enamoró de Yusef, un universitario palestino que cursaba Ciencias Políticas en Madrid, quien la convenció para casarse y, poco después, para trasladarse una temporada a Gaza. Fue entonces cuando empezó su extraordinaria historia de supervivencia, que la periodista Paloma Sanz ha narrado en su último libro (Rojo pasión, negro destino, verde porvenir, en referencia a los colores de la bandera palestina).

“Cuando llegamos a Gaza él cambió completamente. Allí quien mandaba era él y su familia, que me decían que al haberme casado con él tendría que hacerme musulmana. Me presionaban constantemente para que me convirtiera. En su terreno, los musulmanes imponen su religión, sus costumbres, su modo de vestir”, cuenta. Sanz, gran conocedora del mundo árabe, aporta su visión del terrible choque cultural que experimentó la protagonista de su novela. “Las posturas se están radicalizando cada vez más. Cada vez son más integristas, y no parece que haya una solución a medio plazo. Es un problema de religión pero fundamentalmente educacional. Y, en muchas ocasiones, son las propias mujeres musulmanas quienes fomentan esas costumbres”. Sayans zanja la cuestión: “Si eres sumisa tendrás pocos problemas”.

Pero ella no lo fue. En un intento desesperado por doblegar su rebeldía, Yusef la sometió a todo tipo de vejaciones y castigos. “Las palizas podrían haberme matado. A veces me pegaba con lo primero que tenía a mano y otras muchas yo me defendía o me escondía. Todos los días pensaba ‘¿Y hoy qué me pasará? ¿Qué pasará si lo cuento?`”. No sólo sufría el maltrato de un hombre al que ya no reconocía. También tuvo que soportar el desprecio continuo de su familia política desde el momento en que puso los pies en Gaza, sobre todo después de tener tres niñas y ningún hijo varón. Comenzó a planear la huida, una nueva vida para ella y sus hijas, pero perdió las fuerzas cuando su suegra, su marido la obligaron a llevar en su vientre un bebé muerto durante dos meses porque se negaban a practicarle un aborto. Cuando no aguantaba más, la enviaron a un curandero que le extrajo el bebé en un lugar infecto, sin ninguna garantía de que la madre pudiese sobrevivir a la operación.

La huida

Semanas después de aquel terrible episodio, Sayans regresó a España al conocer el fallecimiento de su padre, tiempo durante el cual su marido se casó con otra mujer. A partir de ese momento, la única obsesión de Sayans fue recuperar a sus hijas, sacarlas como fuera de Gaza. “Aquello es un campo de concentración. Los palestinos tienen miedo constantemente: tienen miedo de Hamás y tienen miedo de Israel, que no les ayuda en absoluto. La revuelta posterior a las elecciones municipales que ganaron los islamistas fue terrible. Yo vi ejecuciones en la calle o como prendían fuego a una casa con toda la familia de un alto cargo de Al Fatah dentro. Tiraban a gente desde las azoteas. Pero Israel tampoco quiere la paz, no le interesa, tiene que mantener el conflicto y tener una justificación para seguir construyendo asentamientos. La ofensiva de principios de enero también fue terrible. El odio de los palestinos hacia los judíos es culpa de Israel”, dice.

Su testimonio no solo está lleno de infortunios. También hay lucha y esperanza. Con el tiempo, Sayans ha logrado rehacer su vida en Madrid. Visita una vez al año a sus hijas, a las que incluso intentó raptar con la ayuda de una ONG palestina. El Gobierno israelí tampoco la ayudó a sacarlas de Gaza. “He tenido suerte de poder salir con vida, pero a costa de dejarme una parte de mi, porque estoy incompleta. Allí he dejado a mis hijas y, como toda madre, necesito el contacto. ¿Mitigar el dolor? Hombre, contarlo me ha servido para desahogarme, aunque de dentro no lo sacaré nunca. Por lo menos, si hay alguien que esté en una situación similar, que esto le sirva de camino”.

https://ww.elconfidencial.com/mundo/pesadilla-espanola-tierras-islam-libro-palestina-20091114.html

Ui ui, se nota que eres anti-musulman, del PP para ser exacto. Te podias haber ahorrado el rollo. Se te ve a una legua, seguro que has apoyado al Aznar en la guerra de Iraq. Todo lo que cuentas es pura ficcion, encambio la guerra que tu apoyastes es una realidad propiciada por verdaderos ASESINOS.

Para ti a lo mejor será una farsa lo que se cuenta en este mensaje, yo lo único que te voy a decir es que hace uno años en mi trabajo (Justicia) vino una chica marroquii a denunciar a su marido y a la familia de este porque allí todos le pegaban palizas y tan sólo porque queria ponerse a trabajar para poder alimentar a su hijo, ya que su marido todo el dinero que ganaba lo destinaba a mandarlo para Marruecos para hacerse una casa. Y si por lo que te cuento crees que soy del PP, cosa que para mi no es un insulto, te voy a decir que no, soy del PSOE (al menos hasta el momento). Si no quieres aceptar el relato que aquí se cuenta y que muchas otras han contado después de un matrimonio con un musulman, es tu problema. Además si tanto amiguismo siente por la religión musulmana empieza a cruzar el estrecho y después no lo cuentas ¿vale?.

Y el que no se crea esta historia que se pase por las zonas de Reus que mas marroquis hay y que vea como se mueven sus mujeres, practimamente ni se ven, ellos si, sentados, hablando, etc, pero ellas no tienen vida social, otra cosa es si estan de acuerdo o lo hacen por miedo, pero esta historia yo creo que refleja la realidad.

Hay mucho falangista destructor de la democracia en el foro y cobarde que lo que quiere es desgastar al PSOE, y a los catalanes. No es que no te creamos, denuncialo y ya esta mujer. No trabajas en justicia? pues lo tienes facil, si no para los demas parecera otro falangista mas.

Un abrazo!

Primero: No des por sentado que soy yo la que ha escrito el mensaje inicial.
Segundo: Te citaba el caso de lo que pasó en aquella ocasión para que vieras que, aunque el tema inicial te parezca una invención, la verdad es que sucede.
Tercero: Si conociera algún caso cercano cómo el que se cuenta, lo pondría en conocimiento del que tuviera que ponerlo. Y no porque en su día trabajé en Justicia, sino por civismo y porque no se puede desviar la vista a ciertas cosas. A los niños no se les pegan palizas para enseñarles ni a las mujeres se les somete al yugo del hombre. Eso en su país se toleraría pero aquí no. Y no me estoy inventando nada. Sólo hace falta ver las noticias. Cuantas veces no nos han contado que una mujer ha sido matada tirándole piedras tan sólo por un rumor vertido por alguien, o porque la habían violado. ¿Qué culpa tiene ella? Entonces me resulta irónico que me llames falangista, antidemocrática y demás tan sólo por contar algo que está sucediendo y que no hace falta que nos lo cuenten en las noticias.Yo conté ese caso como podía haber contado otros que conozco y que son realidades. No hay que olvidar que son una cultura muy machista y que la mujer no se tiene en la misma consideración que aquí.

Lo que le a pasado a esta mujer,le esta pasando a otras y no en Arabia o afganistan,si no en muchos barrios de ciudades españolas,que es lo mas sorprendente.

Todo esto es propaganda anti-islam promovida por los judios, noteamericanos y la derecha europea mas rancia y cutre donde los hombres pegan y humillan a sus mujeres.