Cunit - Tarragona

Alan Turing (1912-1954) encontró la manera de descifrar los mensajes alemanes durante la World War II permitiendo así que su país accediera a las secretas comunicaciones militares del enemigo. Propuso además las bases teóricas que facilitaron el desarrollo de la computadora aunque no su arquitectura, sin la cual hoy sería incierta la posibilidad de escribir estas líneas y ustedes leerlas o sin la cual hoy podríamos estar comunicandonos de forma más avanzada.

En cualquier caso, Turing además de un hombre genial fue homosexual. Sin olvidar a quienes considerarían este aspecto como motivo de orgullo, otras posiciones alegarian disculpabilidad dada su genialidad o cuestión de su vida privada.

Cuando fue revelado en 1952, fue tomado preso dándole a elegir ser recluido en prisión o buscar cura para adaptarse a un patrón estandar. Prefirió un tratamiento hormonal que corrigiera su tendencia. Resultado es que le crecieron pechos y quedó impotente. Al cabo de dos años, murió intoxicado con cianuro, sospechándose suicidio. Una manzana mordida fue encontrada junto a su cadáver.

El simbolo de la manzana es hoy es el símbolo de la todopoderosa fabricante de Ipod e Ipad, Apple.

Este hecho del pasado siglo permite introducirnos en el que puede ser un debate bioético fascinante: ¿Debe curarse la homosexualidad?

Curiosamente esta no parece una posibilidad remota, se van haciendo descubrimientos que podrían modificar la conducta homosexual. Al menos, es lo que se podría extrapolar a partir de un experimento en ovejas, que a juicio de algunos, escondería la pretensión de desarrollar un medicamento hormonal anti-homosexualidad que, usado en el periodo prenatal -en el vientre materno-, sería capaz de evitar que el o la recién nacida desarrollarán una orientación homosexual.

Por otra parte, Dean Hamer anunció en 1993 que había descubierto el gen de la homosexualidad. Lo que parecía indicar que es un carácter condicionado por la carga genética y por tanto detectable e hipotéticamente modificable.

Estos dos datos tomados de la ciencia actual, añadiéndoles una dosis de imaginación, permiten un debate de múltiples aristas. Dos de los escenarios posibles son el tratamiento de la homosexualidad y la prevención del nacimiento de un homosexual.

¿Si la homosexualidad puede ser prevenida significa que deba ser prevenida? ¿Bastaría que los progenitores de un gestado no desearan que su hijo tuviera esta condición para que modificaran sus condiciones naturales? ¿Tienen derecho los progenitores a modificar al gestado según su preferencia?

Y en el caso de desarrollarse la detección prenatal del gen de la homosexualidad, ¿estarían los padres en el derecho de evitar que el gestado naciera, abortándolo? ¿Y en la fertilización in Vitro, la presencia del gen sería un criterio aceptable para eliminar tales embriones?