Cambrils - Tarragona

Casi nunca las cosas son por casualidad, el arrastrar las patas por la edad, el deterioro neuronal, los balbuceos a la hora de escriturar.

Cuando entro en mis mañanas a esta página, no sé si buscando alguna afinidad, alguna inteligencia, de esas que ya no suelen abundar, quizá con la esperanza de que en algún rincón, nuestro mundo no vaya tan mal, que por lo menos los adultos sepan estar, tal vez esperando que en esa edad, por el sendero recorrido, se pueda al menos tener un mínimo de racionalidad, porque algo debe haber quedado a pesar de esa edad, pero enseguida la neurona propia queda flácida por tanta vaciedad.

Grita el desaliento, se da marcha para a tras, acá no está lo que buscas, debes en otro sitio buscar, seguro que en alguna parte encontrarlo podrás, pero no es fácil, si en un lugar donde suponemos un cierto nivel cultural, un cierto nivel moral?, no se encuentran nada más que cosas raras, por de algunas forma llamarlas, cómo encontrarlas en cualesquier otro lugar?

En el tiempo de escribir, siempre una pantalla adicional, está contando cosas, la atención dividida, están en debate televisado, parece que todos quieren tener razón, seguro que comen juntos, tal vez hasta revueltos, es seguro, siempre del mismo cajón, entonces se trastocan pensamientos y se cae en las realidades, se avanza, ese sendero está en declive negativo, no se percibe el fondo, pero no todo es tan malo, aun hay tierra debajo.