Villanueva de San Juan - Sevilla

No solo en semana santa, pero en semana santa siempre, mi mujer hace arroz con leche. Y lo hace bueno, en esto del arroz con leche cada uno le da su punto, pero no conseguía enlazar este sabor con el que recordaba de mi niñez.
Esta mañana me he levantado temprano y al entrar en la cocina he visto unos boles con arroz con leche (cuando le da el insomnio se entretiene en hacer postres) lo he probado y el sabor me ha retrotraído a mucho tiempo atrás, a muchos años, y he vuelto a ver como si fuera hoy el comedor de mi casa, la alacena con celosía en la parte de arriba, allí era donde mi madre lo guardaba, con llave, y hasta he visto el cuadro del señor con las ovejas que presidia la estancia. He visto el cielo.
En cuanto se levante le pido la receta y os la mando (cuando tiene una noche así después tarda en levantarse)

Saludos y buena semana santa

Cuentan que una cuadrilla de de obreros trabajando cerca de un cortijo, durante una cigarrá, o receso que se diría ahora, vio que había un nuevo porquero. A lo que alguno dijo _ A este porquero le falta un hervor _ A lo que otro contestó _ eso lo averiguo rápido, a todos los tontos les gusta mucho el arroz con leche, quillo…. acércate hombre ¿Qué, de porquero? _Si… _el otro porquero que había se tuvo que ir porque no le gustaba el arroz con leche y aquí lo ponen casi todos los días _ ¡hui…! Pues yo soy capaz de comerme un lebrillo lleno _vale hombre vale, asunto aclarado _rieron y volvieron al trabajo.
La anécdota es cierta. Lo que no sé si es cierto es que se pueda medir la capacidad intelectual en función de la afición que uno le tenga al arroz con leche. Confieso que a mí me gusta bastante.