Pilas - Sevilla

Quince millones de euros, para no perderse en perspectivas generacionales, son exactamente dos mil quinientos millones de las antiguas pesetas. Soy de los que sigo pensando que no hay ninguna gran fortuna que se haya construido al margen de por lo menos un crimen. Pero en el caso de Francisco Correa, si consigue reunir esa fianza, será una prueba más de su capacidad para apropiarse de lo ajeno.

Habría que preguntarse por qué ahora la libertad provisional, aunque sea en condiciones económicas tan duras, de tan peligroso presunto delincuente.

Entiendo que hay varias posibilidades:

Primera, que Francisco Camps, a punto de ser nombrado de nuevo President de la Generalitat, vuelva a necesitar los servicios de tan importante marchante de negocios sucios como es Correa.



Segunda hipótesis: que José María Aznar y Ana Botella estén preparando la boda de alguno de sus hijos. Y ahora que Berlusconi está de capa caída y ya no luciría tanto en un matrimonio en El Escorial, no está mal tener a Francisco Corre a mano para que la ceremonia no quede deslucida.



Tercera (y no incompatible con las anteriores) que el PP ande mal de liquidez y tenga que poner en marcha una red de recaudación de fondos para el partido.

No tardaremos en averiguar por qué Correa puede estar libre ahora.