Pilas - Sevilla

Hablar de la “misma infamia” refiriéndose al sanguinario etarra Troitiño y al vicepresidente del Gobierno constitucional de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, coloca a Cospedal en el epicentro de la inmundicia política. Hay cosas que sinceramente no se pueden tolerar en un responsable político y que hacen que muchos españoles jamás podrán votar al partido que permite en su seno estas especímenes abominables.
Hay un límite a la crítica política que es la infamia. La infamia de Cospedal y de Mayor Oreja en la equiparación de los terroristas más sanguinarios con los líderes políticos del Gobierno democrático de España es abominable. Pero más allá de consideraciones éticas y de dignidad política, esta la estupidez de unos individuos que se cierran las puertas del voto de cualquier ciudadano que haya leído “La Historia Universal de la Infamia” en la que si Cospedal y Oreja, si hubieran existido en 1935, cuando Jorge Luis Borges escribió esa colección de cuentos cortos memorable, a buen Seguro que los hubiera incluido a los dos en sus relatos.
Si el PP se empeña en trazar una raya de la dignidad y de la infamia que muchos españoles no podemos cruzar, se quedará con la derecha más extrema que es quien puede sentirse a gusto con la comparación inadmisible de Cospedal al equipara a un etarra sanguinario con Alfredo Pérez Rubalcaba

El tiempo dará la razón a quién la tenga...
Lo malo es que todo apunta hacia el negro y traicionero corazón de quién igual coexistió con los GAL y sus cadáveres enterrados en cal viva, que con el chivatazo a los criminales terroristas de ETA.
Lo demás: cagarrutas para despistar.

¡JUSTICIA! ¡QUE SE INVESTIGUE SERIAMENTE Y SE CASTIGUEN A LOS CULPABLES DE TRAICIÓN A ESPAÑA!