Paradas - Sevilla

El cante flamenco surge de la confluencia de dos razas: la árabe y la gitana, influenciada por la briosa personalidad andaluza, durante los siglos XV y XVI.
Los gitanos llegaron a Andalucía en el año 1.400, cuando toda ella estaba castellanizada, menos el reino de Granada.
Ocupada Granada por los Reyes Católicos, situaron a los moriscos y a los gitanos en el Albaizín, con lo que quedaron estas razas separadas de los cristianos viejos.
Árabes y gitanos convivieron en este barrio hasta que los moriscos fueron expulsados de Granada en el año 1.610; pero algunos moriscos permanecieron en la ciudad camuflados como gitanos.
Ambas razas intercambiaron oficios como la trajinería o las caballerías, el gusto por las frituras o las supersticiones y, musicalmente, con las zambras. De viva voz era transmitido el cante y siempre en familia, con los amigos íntimos.


SALUDOS: “AETATIS CUISQUE NOTANDI SUNT TIBI MORES”. EN CRISTIANO: DE CADA ÉPOCA SE TIENEN QUE CONSIDERAR LAS COSTUMBRES.