Paradas - Sevilla

El 17 de noviembre de 1936, casi cuatro meses después de iniciada la Guerra Civil, José Antonio Primo de Rivera es juzgado por rebelión militar y por organizar la violencia política en las calles, condenado a muerte por un tribunal popular, el 20 de noviembre es fusilado antes de que el gobierno republicano diera su "enterado".

Pese a sostener públicamente su consideración por la figura de José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, los militares alzados en armas contra la República no hicieron lo suficiente por salvar su vida. La figura del mártir, ampliamente explotada en los años siguientes, resultaría quizá más útil y menos incómoda que la del líder político. Además mientras Primo de Rivera permaneciera vivo pero "ausente" los líderes de Falange no intentarían dotarse de un nuevo líder, siendo así más manejables por la voluntad de Franco de concentrar todo el poder en sus manos. Durante la guerra fue conocido en la zona nacional como "el Ausente" dado que se dudaba de su muerte.

Por otra parte, el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a los militares, dejando el camino expedito para la conversión de la Falange en partido único del régimen (unificada con los tradicionalistas, a pesar de sus numerosas diferencias ideológicas) formando FET de las JONS, una Falange 'domesticada', o más adecuada al momento político, matizado su programa pseudo-revolucionario inicial, con Francisco Franco como jefe nacional, quién arrestó a Manuel Hedilla, segundo jefe nacional de Falange Española de las JONS tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera. Después, Francisco Franco ordenó que su cadáver fuera trasladado y sepultado en la Basílica del Valle de los Caídos.

El 20 de Noviembre de 1936 José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, cae fusilado en el patio de la prisión de Alicante. Y una vez más, Franco tuvo suerte, la que le acompañó toda su vida, con las muertes en la Guerra Civil: primero con el que sería jefe natural del bando rebelde, José Sanjurjo, después con la ejecución de José Antonio y luego con la muerte en combate de Onésimo Redondo.

Así pues, Franco se valió de la falange sin hacerles ni caso, ni siquiera en los primeros gobiernos. Si los republicanos hubieran tenido más visión que sectarismo, le habrían dejado libre, porque con José Antonio Primo de Rivera vivo, no hubiera sido fácil, y se hubiera abierto una lucha que le habría creado muchos problemas a Franco.

Otro hecho muy extraño fue el bombardeo de Alicante, ejecutado por la escuadrilla italiana que operaba desde Mallorca. Ahora bien, no se sabe quién dio la orden. Pues, si por una parte la Aviación Legionaria dependía teóricamente de Franco, en la práctica actuaba con absoluta autonomía. Pero, suponiendo que los italianos actuasen por su cuenta, cómo se explica que nadie les hubiese advertido que, sobre todo en aquellas fechas, no se podía atacar aquella ciudad levantina. Máxime si tenemos en cuenta que el 20 de octubre ya habían intentado bombardearla, según informó el cónsul inglés. Así pues podemos pensar que a José Antonio “Lo ha fusilado Alicante, después del bombardeo”.

Y ahora, el dilema siguiente:

¿No es cierto que Franco temió que José Antonio le disputara la jefatura política y que podía haberlo canjeado y no lo hizo?

¿Es que Franco sentía profundamente no haber podido salvar a José Antonio y no tenía mala conciencia, sino rabia por no haber sido capaz?

Y la pregunta del millón:

¿A qué buitre le cayó este cadáver?

SALUDOS: “AMO PRODITIONEM, ODI PRODITOREM”. EN CRISTIANO: AMO LA TRAICIÓN, ODIO AL TRAIDOR.