Paradas - Sevilla

Y habida cuenta que el silencio es una música que el oido humano no puede escuchar... "Es la música de las esferas; que los planetas, como todos los demás cuerpos cuando se mueven, producen en su girar alrededor de la tierra. Pues también la tierra es una efera, dijo Pitágoras dos mil años antes que Copérnico y Galileo. Gira sobre sí misma de oeste a este y está dividida en cinco zonas: ártica, antártica,estival, invernar y ecuatorial; y, con los demás planetas forman el cosmos.

No hay duda de que estas intuiciones hacen de Pitágoras uno de los más grandes fundadores de la ciencia y el que más ha contribuido a su desarrollo, a pesar de incluir en algunos de sus más excelsos acierto, supersticiones y creencias quizás extraidas de sus viajes por Oriente Medio. Como por ejempo, el hecho de él creyera en una especie de reencarnación donde el alma tranmigraba de un cuerpo a otro una vez éste había concluido. -Sin ir más allá, decía, recueredo perfectamente haber sido una corista en samos, héroe en Troya y mamporrero en Seus-

Estas fantasías, quizás nos acercan más al plano humano de este personaje de celebro translúcido y corazón árido, que de otro modo quizás nos resultara totalmente antipático. Aunque no careació de detractores,como Timón de Atenas, que le describe como "un sabiazo de lenguaje solemne que logró adquirir importancia a copa de dársela".

Cierto que ttras hafcer espera a cutro años a quellos que tenía la suficiente garantía de que le adorarían como una mesias, había una vanidad incomprensible. Encerrado en su orgullo de casta, y convencido de que estar formando una gneración de privilegiados por los dioses, decidieron adueñarse de la política y del Estado y fundar un república sobre las bases de su filosofía, o sea, una "tiranía ilustrada"; ilustrada, se entiende por Pitágora, jefe de una aristrocrácia comunista que, con una potente KGB porhibiría a todos el vino, la carne, los huevos, las habas, el amor y la risa, obligándoles, en compensación, a la "autocrítica".


No se sabe en qué momento, pero lo cierto es que lo Cotenses, al darse cuentas de que los pitagóricos estaban en todas partes de la administración: gente austera, competente, muy seria y aburrida y que estaban a punto de convertir la ciudad en una convento, se liaro a palos con ellos. El maestro huyó en calzoncillos, de noche, pero un destino vengador guió sus pasos hasta un campo de habas. Con el odio que les tenía se negó ha ehcarse para ocultarse. Con lo que fue alcanzado y muerto. tenía ochenta años y ya había puesto a salvo sus "Comentarios".

SAlúd

y tu que tiene mano porque no asosoras el sr acarde paque arregle los caminos pronto, con la ayuda de pinta gorras y el galileo eso y el otro y entre todos arreglamos los camino, mano a la obra BETICA,15.