Paradas - Sevilla

CAYETANA

Los ángeles tocaron la marcha nupcial,
y el Niño Jesús la campana,
en el enlace matrimonial,
de Alfonso con Cayetana.

El Cristo de los Gitanos,
se desclavo del madero,
y tuvo libres las manos,
para bendecir el ¡¡si quiero¡¡

San Pedro,desde el cielo,
roció agua bendita,
sobre el anillado pelo,
de esta novia tan bonita.

Ruiseñores han venido,
han llegado de mañana,
abandonando su nido,
para cantar a Cayetana.

Con sus gargantas de oro,
amenizaron la boda,
cantando todos a coro,
lindas canciones de moda.

En Sevilla el pueblo llano,
la aclamó con simpatía,
Cayetana les lanzó el ramo,
y bailó una bulería.

Que seas feliz gran Señora,
eres una mujer preciosa,
irradias luz como la aurora,
tras la noche tenebrosa.

Manuel Mena