Palomares del Río - Sevilla

Los funcionarios no tienen para vivir y la piscina pública ha cerrado Los vehículos municipales, sin gasolina

La crisis se empadrona en Palomares del Río
14 Junio 09 - Fernando Matres

SEVILLA- Los más de 6.000 habitantes del municipio sevillano de Palomares del Río tienen un nuevo vecino, ya que la crisis se ha mudado allí definitivamente. La deuda de seis millones de euros pesa como una losa sobre el Ayuntamiento, gobernado por el socialista Juan Bautista Ginés, que ha suspendido todos los pagos, dando lugar a situaciones muy comprometidas. Los 130 trabajadores municipales aún no han percibido la nómina de mayo, pero lo más preocupante «es que no sabemos cuándo volveremos a cobrar algo», explica angustiado José Huisa, productor de la televisión municipal y delegado de CC OO. Aunque la situación de los empleados del Consistorio es inquietante, la ruina amenaza a todo el pueblo, en el que únicamente está empadronado un tercio de sus habitantes, algo que merma considerablemente los ingresos. Los impagos a los proveedores alcanzan los 2,5 millones de euros, lo que puede provocar un «efecto dominó» de cierre de empresas. A Sevillana Endesa no le abonan los recibos por el suministro eléctrico desde enero, lo que motiva cortes de luz. La gasolinera que surtía de combustible a los vehículos municipales y al transporte público ha dejado de hacerlo «hasta que nos paguen lo que deben». Ya es la segunda estación de servicio que toma la misma determinación ante los números rojos. Emilio y Vero son una pareja como otra, con su hipoteca y sus gastos, incrementados porque esperan un hijo. Los dos trabajan para el Ayuntamiento, así que aún no han recibido su sueldo del mes pasado. Además, a ella, pese a estar embarazada, le acaban de comunicar el fin de su contrato. «Con los sueldos que se pagan (1.100 euros de media), vivimos al día...», relata Huisa, quien reclama «la intervención de la Diputación, la Junta o la Federación de Municipios». Porque esta quiebra económica excede del problema personal del trabajador que pierde su puesto. «Hablamos de la Administración pública. Palomares debe ser un ejemplo para saber si todas las medidas contra la crisis son verdad o palabrería». Manuel Guerrero, técnico informático de la Empresa de Desarrollo Local de Palomares (Emdespal), fue despedido en abril de 2008, ganó un juicio al Ayuntamiento y fue readmitido el pasado 22 de abril. «He cobrado sólo parte del sueldo de un mes. Mi mujer trabaja a media jornada porque tenemos dos niñas y no nos alcanza», comenta preocupado. Guerrero recuerda que «desde que entró a gobernar el PSOE, en mayo de 2007, venimos escuchando que no tenían para pagar. Y no van a poder hacerlo hasta el año que viene». Al margen del complicado subsistir de los funcionarios, el día a día de Palomares se ha visto alterado. Los cortes de suministro eléctrico han provocado que la televisión municipal no emita desde hace dos semanas y también está cerrado el Centro Guadalinfo, de acceso a internet y nuevas tecnologías incluido en el plan de primera y segunda modernización de Andalucía. Incluso, cuando las temperaturas rozan los 40 grados, la piscina pública de la Vaguada está cerrada por la falta de luz. El proyecto para convertirla en cubierta y climatizada, pese a contar con fondos extraordinarios del Gobierno central y andaluz, está parado. Los próximos servicios amenazados de cierre son la biblioteca y la guardería. Sólo los centros de salud, la Policía Local y los servicios sociales están a salvo de los cortes porque lo ordena la ley. Los estragos de las elevadas deudas se aprecian ya en el pueblo. «La suciedad se empieza a notar», indica Fernando, un vecino de Palomares que, como todos, deberá acostumbrarse a pasar un largo verano sin piscina pública y sin la tradicional feria de septiembre. Los 130 trabajadores municipales y los dueños de las empresas suministradoras del Ayuntamiento, además, tendrán que hacerlo sin ingresos.

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