La Algaba - Sevilla

Decepcionante sin duda la actuación en el día de ayer del plantel sevillista ante un colista que con humildad supo sacar las vergüenzas del equipo de Nervión. El bueno de Javi Varas vendía su imbatibilidad por las radios y televisiones afines al Sevilla y a su mandamás Del Nido, pero ayer se evidenció de nuevo la realidad: un portero muy limitado para competir en primera división. No en vano, no resulta casual el hecho de que hasta hace muy pocas fechas, militara en las filas de conjuntos de preferente, tercera y segunda b. Todo un ejemplo de lo que no se debe hacer bajo la portería. Todos pensaban que haría un buen papel ayer, pero lo cierto es que se comió los dos goles que encajó un equipo, el Sevilla, que ya empieza a dar muestras de su infinita inoperancia. 2-2 en el descuento y gracias.

La incapacidad para fabricar fútbol de este conjunto es clara. La pizarra de Marcelino sólo sabe buscar el juego brusco y directo. No entiende de combinaciones, desmarques, diagonales, y fútbol de escuela. Busca la pelea, la fullería, la trampa, el engaño. La realidad es clara. Si se quiere ver balompié de alta escuela en la ciudad, hemos de visitar el Benito Villamarín, y degustar la esencia del Betis.

Ayer, sin Kanouté en la alineación titular por agredir a un rival el pasado sábado, había menos empuje sobre el césped (entiéndase empuje en el sentido más peyorativo de la palabra, pues este sujeto no conoce sino la gresca y la camorra, como se vio en tierras catalanas). Aunque prometía altercado el serbio Spahic, como lo tuvo frente al Valencia. Y es que este animal de monte no tiene suficiente con propinar coces a diestro y siniestro dada su escasa limitación técnica, que además finge habitualmente la caída para intentar perjudicar con malas artes al contrario. Para muestra, la que organizó el barriobajero central con el jugador che hace escasas fechas. Recordemos que sin mediar golpe alguno, simuló un ataque del contrario, en un gesto que ilustra muy a las claras la inexistente humanidad y valentía de una persona llamada a protagonizar las actuaciones más antideportivas, con la finalidad de engañar al trencilla y así salir beneficiado de una expulsión que en demasiadas ocasiones él mismo merece, como lo mereció el pasado fin de semana.

Ni que decir tiene que la plantilla del Sevilla se ha convertido en un equipo de crueles mercenarios. Otro ejemplo de ello es el lateral Fernando Navarro. Un espécimen que vive para el conflicto. Un fulano que nunca consiguió tener éxito alguno ni en Barcelona ni en Mallorca, y que vino aquí a vivir del cuento. Un futbolista desorientado que no saber ni tocar la pelota pero que eso sí, se desenvuelve en el terreno de juego como en un ring, que es su lugar natural y originario. No contento con ello, albergaba ilusiones para ir convocado con la selección española días atrás. Obviamente, su gozo en un pozo. Ni por asomo el seleccionador quiere contar con sus servicios, a no ser que cambie el reglamento y se premie la patada y la trifulca, que es lo único que sabe hacer este hazmerreir.

Como también quiere participar con la absoluta el ínclito señor Negredo. Ayer demostró de lo que es capaz de hacer: nada. Ni olió la pelota. Y es que sirve para lo que sirve. Para la disputa cuerpo a cuerpo, y no para el fútbol de calidad, que sin ir más lejos pregona y demuestra el Real Betis Balompié. Demasiadas ayudas viene disfrutando el equipo nervionense hasta ahora como para que ayer también estuvieran en desacuerdo con el arbitraje. Recordemos los penaltis no sancionados injustamente en tierras pamplonesas. No olvidemos tampoco al recital de faltas en contra que recibió el Málaga por puro despotismo del colegiado. Hagámonos eco también de la mala conducta del equipo frente a la Real Sociedad, y qué decir de las ayudas arbitrales frente al Valencia. La pasada semana, con el Sporting, el colegiado se traga varias penas máximas favorables al Sporting, aunque señala varios fueras de juego inexistentes en contra de los asturianos. Y después de todo, su presidente asegura que a veces lo tratan mal desde la LFP. ¿Cómo van a recibir al de momento presidente si pide cordura y justicia mientras él mismo disfruta de los arbitrajes más parciales a favor de su equipo de toda la primera y segunda división?

No conviene omitir tampoco la ayuda del árbitro recibida en Villareal, ni tampoco las tarjetas no señaladas frente al Atlético de Madrid. Pero la realidad es implacable. Se trata de un equipo sin nada que ofrecer a sus aficionados. Algo que a estas alturas no extraña, pues es más de lo mismo que las temporadas precedentes.

Ayer, frente al colista Racing , no fue capaz de mostrar nada de lo que según la cúpula directiva es capaz de hacer. Empate en el último minuto y gracias. Esta es la filosofía de juego que quiere Marcelino mostrar. Un técnico que jamás ha demostrado nada positivo en un terreno de juego. Vapuleados en su propia casa ante los últimos clasificados de la tabla. Un desastre, que el aficionado nervionense le va costar olvidar. Casi tanto como la eliminación en la previa de la Europa league, o como quiera que se llame esa competición de segundones. De nuevo surgen opiniones que inducen a pensar que si la temporada ya estaba finiquitada, otro año más, en septiembre y antes de empezar prácticamente a rodar el balón, ahora toca esperar a que este grupo de señores que ni de lejos conocen el significado de la palabra esférico, muestren algo de profesionalidad y sepan salvar la categoría.

Mientras tanto, los seguidores nervionenses no quieren ni ver la pantomima en que se ha convertido la nave sevillista con el imputado a la cabeza, y lo único que reclaman es entrega. Y es que no nos engañemos. No hay un duro. Seguramente se quiera vender otra cosa, pero no hay plantilla, y mucho menos dinero. Y con actuaciones tan precarias como las de ayer, consiguiendo un triste empate frente al farolillo rojo, no va a remontar el vuelo en absoluto. Eso lo saben todos los dirigentes, que sin embargo se empeñan en vender una situación cordial y tranquila que dista muy mucho de la realidad.

Por eso la palabra más repetida hoy en el batiburrillo sevillista sólo es una: hecatombe.

que pesao eres tio con el sevilla.
¿que me cuentas de tu betis ante el espanyol de barcelona? empieza explicando el patetico juego que desplega tu equipo anda.

destripador.....como este señor no te explicara, na de na

Que te lo expliquen los cronistas
Diario de Sevilla, Correo de Andalucia,Estadio Deportivo, As, Marca, Abc y el Mundo





ESPANYOL- REAL BETIS · LA CRÓNICA
Pierde hasta el estilo (1-0)
Mel apostó por un equipo menos ofensivo y valiente que acabó por derrumbarse tras el gol de Pandiani. La entrada de Tosic por Santa Cruz, inútil para un equipo que no sabe jugar al 0-0.
JAVIER MÉRIDA, ENVIADO ESPECIAL, BARCELONA | ACTUALIZADO 28.10.2011 - 06:51

Habría que averiguar el porqué del Betis que nos encontramos ayer en Cornellà. No se parece en nada al de antes y, además, pierde igual, al punto de que la derrota cosechada ayer fue la quinta de una serie que no tiene visos de finalizar aquí y que amenaza con llevarse todo por delante.

Este Betis no se parece al de San Mamés en nada. Cierto que el equipo, menoscabado de fútbol y de moral por tanto partido perdido, da la impresión de estar para sopitas y buen vino, pero lo preocupante es que, desde el nuevo dibujo o, más bien, desde la nueva idea de juego se le ve acobardado. Por primera vez en mucho tiempo, el conjunto de Pepe Mel no murió matando y se reveló siempre como un once apocado, aseadito y poco más, que sólo mordió en dos fases aisladas en las que sus centrocampistas, los mejores del partido, achucharon y picaron un tanto hacia la meta de Cristian Álvarez, quien supo tapiarla bien ante los disparos lejanos de los atacantes béticos.

Quizá ni el propio Mel pudiese pensar que esas cuatro derrotas consecutivas les iban a pesar tanto a sus futbolistas a la hora de iniciar cualquier acción. Los reajustes del técnico, principalmente el trío de centrocampistas que sustentaron Iriney y Cañas para que Beñat se soltase algo más y se adentrase hasta el mismísimo balcón del área, iban en gran medida encaminados a frenar las acometidas de un Espanyol que suele utilizar muy bien los carriles interiores. Amén de la zurda prodigiosa de Javi Márquez, de Forlín y de Romaric, al que con dos cilindros le da para jugar, pululan siempre por la zona Verdú, que abandona su posición de falso extremo izquierdo, y hasta Sergio García, quien igualmente huye de la cal por el otro lado.

Pero el Betis se encontró al principio con mínimos problemas en el corazón del campo. Su ordenada presión, con las líneas más juntas, ya que se inició unos metros más atrás pero la zaga los ganó con excesivo atrevimiento, cortocircuitó a un Espanyol que trató de vivir de algún que otro balón en largo o cruzado sobre Álvaro Vázquez, quien a veces se encontró con alguna indecisión del debutante Ustaritz.

A la hora de jugar, el Betis se adobó de paciencia. Temeroso, por mor de esas cuatro derrotas, aunque tampoco muy inseguro, se desdobló con pocos efectivos pero siempre asegurando la posesión del balón con un Beñat muy práctico y vertical y un Cañas que amén de apagar fuegos siempre se ofreció. Despacito, con muy buena letra, pero por momentos decidido. Y, sobre todo, sabiendo aprovechar los momentos, como los estertores de la primera mitad, en la que acumuló hasta tres ocasiones en disparos de Beñat, Cañas y Santa Cruz, repelidos por Cristian Álvarez, el último con Rubén Castro en mejor posición de remate que el paraguayo, quien se cegó.

Con todo, siempre pareció muy poco lo que el Betis ofreció en ataque y, atrás, ya se sabe. Juegue quien juegue, a Casto le crean tres o cuatro ocasiones claras por partido. Ya sean por aciertos de los rivales o por errores de una zaga que no acaba de ajustarse y en la que ayer incluso debutaron dos futbolistas. Porque a Ustaritz se le unió a poco de iniciada la segunda mitad Tosic, a quien Mel introdujo en el campo en sustitución de un Santa Cruz que no las olía y con el que pareció enviar un mensaje de que el empate era un buen resultado para romper la dinámica negativa.

No le falta razón al técnico, pero también pudo caer en la cuenta de que quedaba un mundo y su equipo es incapaz de jugar al 0-0. Que el Betis acabe hoy un partido sin encajar un solo gol es un milagro y más ahora que está atiborrado de nervios y que a la más mínima se descompone, como ocurrió cuando el 4-1-4-1 se vino abajo con el gol de Pandiani en el único centro de Dídac cuando más vigilado debía estar con las bandas béticas dobladas. Claro que el remate del uruguayo no pudo ser más cómodo entre Ustaritz y Dorado, quien había sustituido a un Mario casi siempre renqueante.

Pero, claro, si en defensa el Betis sí se pareció al Betis, con el balón fue muy distinto. Se mostró aseado, sí, pero rara vez lo jugó con prontitud. Además, lo tuvo poco y lo administró con imprecisión. En la segunda mitad, apenas inquietó a la meta rival y eso que tras el gol tuvo más de un cuarto de hora y ya con Jonathan Pereira deshaciendo el cambio de Santa Cruz...






Pero la derrota es inexcusable. Cierto que pudo empatar y que no fue excesivamente inferior al Espanyol, pero la sensación de seguridad de los periquitos en todo lo que hacen no tiene correspondencia en verdiblanco. El Betis es hoy un equipo acobardado, herido y que puede volverse loco si no recupera cuanto antes el estilo que lo llevó a ser alguien. Y eso se antoja difícil ahora mismo.



ESPANYOL- REAL BETIS · INFORME TÉCNICO
Cuando no se juega a lo que se pregona...
El Betis decente del primer tiempo describe un ejercicio de impotencia tras el descanso · Los cambios de Mel, sin resultado
SAMUEL SILVA | ACTUALIZADO 28.10.2011 - 06:55


Aseguró Mel en la previa que su Betis no cambiaría de sistema pero sí de táctica -no se sabe si queriendo aleccionar a los periodistas-, pero lo que se vio en Cornellà fue un equipo que dio un paso atrás, que intentó juntar las líneas para cerrar las vías de agua que se le han visto desde que comenzó la temporada, incluso cuando ganaba, y que acabó desnaturalizado hasta la impotencia. Si el Betis del primer tiempo, con el 4-3-3 de siempre, mantuvo la cohesión e incluso se estiró una vez que se asentó en el campo, el que compareció tras el descanso, más parecido a un 4-1-4-1, describió un ejercicio de impotencia que nunca inquietó la meta espanyolista.

Los cambios realizados por Mel, tanto en la alineación como en el transcurso del encuentro, sólo sirvieron para acentuar esa versión defensiva del Betis, alejada de lo que se ha pregonado en multitud de ocasiones. Si el técnico y su equipo presumieron de algo fue de personalidad y sello, dos cosas que ayer, por la inquietante racha de derrotas, quedaron en el olvido.

DEFENSA

Es complicado que este Betis realice un ejercicio excelso de la defensa, pero salvando los minutos iniciales, con las líneas más juntas y un centro del campo más aplicado, sólo algún error puntual de Ustaritz o del espacio entre los centrales, le creó apuros en el primer tiempo. El panorama cambió radicalmente después. Sólo el desacierto de Álvaro Vázquez impidió que el Espanyol se adelantase antes, pero Pandiani, sin marca alguna, sentenció al Betis en la primera ocasión de la que dispuso, con una zaga que olvidó defender al espacio.

ATAQUE

La timidez del arranque no desembocó en un Betis rácano, sino que con la movilidad de Juanma y Rubén Castro, que se intercambiaron las bandas, y las llegadas de Cañas o Beñat inquietaron a Cristian. Pero el Betis del segundo tiempo casi ni llegó a puerta, antes y después del gol espanyolista, con un Rubén Castro que corrió hacia la nada.

VIRTUDES

La actitud, el no bajar los brazos pese a las dificultades.

TALÓN DE AQUILES

El Betis no sabe defender, por más que se retrase y acabó pagando tras el descanso su escasa ambición.

El Betis pierde su quinto partido y las señas de identidad



Pepe Elías Actualizado 27/10/2011 22:06


El Betis sumó en Cornellá su quinta derrota consecutiva de la temporada y lo hizo renegando de los principios y las señas de identidad que trata de inculcar su entrenador, un Pepe Mel que ayer, tras el descanso, quiso jugar a defender el 0-0 (que metía al Betis sexto y en la Europa League) al cambiar a Roque Santa Cruz por Tosic (53’) y ceder toda la iniciativa a un Espanyol que acabó cantando victoria gracias a un impecable cabezazo de Pandiani.

El Betis quiso jugar a lo que no sabe –a defender– y lo acabó pagando caro, aunque la verdad es que en la primera parte, con Santa Cruz y Rubén Castro arriba y un planteamiento táctico más reservón de lo habitual –doble pivote defensivo, Juanma tapando las bandas, los laterales sin subir– el principal responsable del cero en la portería fue el meta Casto, que metió dos manos prodigiosas para desviar sendos potentes remates de Javi Márquez (13’), y Verdú (35’), que aprovecharon los huecos que dejaba la zaga bética por el eje para poner a prueba su puntería.

Claro que a Casto, y a todo el Betis, le echó una mano –nunca mejor dicho– José Antonio Teixeira, el árbitro, que no pitó penalti en dos centros que desviaron Chica (18’) y Ustaritz (21’) con las manos dentro del área y que señaló fuera de juego en otra polémica acción de Ustaritz ante Álvaro, el joven internacional sub’20 que cogió las espaldas a los centrales una y otra vez y puso a prueba los reflejos de Casto hasta media docena de veces.

La primera media hora de los béticos fue realmente mala. Mel trató de refrescar el equipo con cuatro cambios –Ustaritz, Beñat, Juanma y Santa Cruz por Amaya (lesionado), Salva Sevilla, Jeff Montero y Jorge Molina–, pero el central vasco pronto dejó claro que si no había jugado antes era por algo y Juanma pasó como alma en pena por el partido. Lo primero que hizo Ustaritz fue comerse un pase de Sergio García a Álvaro (12’), que el afortuando cruce de Mario impidió que acabara en gol. Luego llegó un posible penalti por falta sobre el mismo Álvaro (19’) en el que Teixeira señaló un extraño fuera de juego, y mas tarde unas claras manos en el área –antes hubo otras de Chica (18’)– que desviaron otro centro de Sergio García (21’).

Por fortuna para el Betis, ni Álvaro ni Teixeira tenían su tarde, lo que permitió a los verdiblancos rehacerse y mostrar al menos algunas de sus virtudes en el tramo final del primer tiempo.Apenas fueron diez minutos los que el Betis estuvo realmente enchufado en el partido, gracias al buen trabajo de Cañas en la recuperación, las transiciones de Beñat y la velocidad eléctrica de Rubén Castro, que fue el encargado de tocar a rebato con un buen remate que tuvo que desviar el meta Crisitian (36’), antes de hacer lo propio con otro de Cañas (40’) y un último de Santa Cruz (41’), que optó por disparar escorado cuando tenía a Rubén solo en la boca de gol pidiéndole el balón. El delantero canario, ademas, provocó un penalti (43’) tras frenarse en seco y ser empujado en el área por un defensor españolista en las narices del árbitro, que tras haber ignorado antes un par de manos de los béticos en el área de Casto no estaba por la labor de colaborar más.

Desaparecido. El equipo bético había ido de menos a más y tras un comienzo descorazonador dio muestras de poder meterle mano al Espanyol en alguna contra, pues esta vez Mel retrasó las líneas de presión y prohibió a los laterales aventuras ofensivas, por lo que las acciones de peligro llegaron cuando se pudo montar el contragolpe o en alguna acción de estrategia a balón parado.

Tras el descanso, sin embargo, el Betis sencillamente no apareció. Dorado suplió Mario (46’) y poco después Tosic hizo lo propio con Santa Cruz, en ambos casos por lesión. En el banquillo quedaban Pereira, Ezequiel o Pozuelo, pero el mensaje de Mel –que puso a Tosic de lateral, subió a Nacho y situó en punta a Rubén–, escarmentado por las últimas derrotas, era claro. “El empate nos vale”. Arriba no se volvió a inquietar a Cristian y en defensa, los ataques del Espanyol eran persistentes pero bastante atolondrados... hasta que llegó Pandiani e hizo trizas el plan B del Betis, al que ninguno (ni el A ni el C) le ha funcionado en su particular octubre negro.



Jueves, 27 de Octubre de 2011 [22:05h.]
La crisis sigue en pie (1-0)

Sólo ha necesitado siete minutos Walter Pandiani para llevarse el premio a la insistencia del Espanyol tras saltar al campo. Suyo ha sido el único gol de la noche, convirtiéndose en el principal culpable de la quinta derrota del Betis, cuya progresión negativa comienza a ser ya alarmante.

Y es que un remate de cabeza del uruguayo, en el minuto 75, fue letal tras un centro de Dídac desde la izquierda. Antes, las ocasiones de Álvaro, Verdú, Sergio García y la inoperancia del Betis tras el descanso auguraban este desenlace. En la primera parte el conjunto verdiblanco estuvo más acertado, pero el protagonismo fue para los dos porteros.

El inicio del Espanyol fue de los mejores que se recuerdan en Cornellá. Tanto, que hasta estuvieron en condiciones de provocar dos penaltis en apenas cuatro minutos que el árbitro no señaló. El primero, una mano de Chica tras un lanzamiento de Álvaro y después otra de Ustaritz, que frenó el tiro de Sergio García.

Involuntarias o no, lo cierto es que el dominio era claramente local. El Betis perdía balones con facilidad y no llegaba arriba. Roque Santa Cruz estaba muy solo y el juego por las bandas tampoco aportaba mucho al ataque sevillano.

Rubén Castro tuvo la ocasión más clara para los suyos en el minuto 31. Su disparo se fue a córner tras chocar en la defensa. Verdú puso la réplica en el minuto 35 con un tiro potentísimo desde la frontal. Casto se lució. Y después, de nuevo, la acción se repetía en el área contraria: el tiro, esta vez, de Beñat y la parada, de Cristian.

El acelerón en el arranque del choque pasaba factura al Espanyol y ahora las fuerzas estaban parejas. El meta blanquiazul era demasiado protagonista y las llegadas del Espanyol, más lentas y demasiado amables. El Betis había logrado cambiar la dinámica, pero el descanso frenó cualquier sorpresa en Cornellá-El Prat.

Pepe Mel quiso cambiar el marcador dando entrada a Dorado por Mario en la reanudación y pocos minutos después a Tosic por Roque Santa Cruz. Oxígeno para la defensa y el ataque. Pochettino tampoco se conformaba con el 0-0 y cambió a Javi Márquez por Dátolo. El técnico blanquiazul quería más movilidad y llegada al área rival.

Una gran acción de Dídac, muy incisivo, desde la izquierda acabó en córner en el 59. Un fuera de juego invalidó el remate de Sergio García, que no llegó por centímetros. Fue el inicio de un recital del equipo local. Álvaro y Verdú protagonizaron la mayoría de las ocasiones. Casto era clave, pero del resto del Betis, arriba, no había noticias.

Pero las balas las tenía 'el Rifle'. Walter Pandiani, en el campo desde el 68 por Álvaro, puso el 1-0 en el 75. Lo hizo de cabeza, especialidad del delantero uruguayo, aprovechando un centro de Dídac desde la banda izquierda. Era el premio a la insistencia del Espanyol ante un Betis que se limitó a ser un espectador tras el descanso.

Con un cuarto de hora para darle la vuelta al marcador, el Betis se lanzó a por el empate sin demasiado orden. Demasiadas precipitaciones, espacios y oportunidades para el Espanyol, cómodo a la contra y dominando el balón. Una victoria que le sitúa en plazas europeas.


LIGA BBVA | ESPANYOL 1 - BETIS 0
La cabeza de Pandiani se vuelve a situar en Europa
El 'pichichi' de la UEFA 2006-07 pone sexto al Espanyol.

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Liga BBVA. Jornada 10. Espanyol 1-0 Betis
VIDEO - Liga BBVA - 27-10-2011
La victoria permite al Espanyol situarse en puestos de Europa League. Mientras, el Betis sigue cayendo en la clasificación después de sufrir su quinta derrota consecutiva.
El duro
El dandy
¡Vaya día!
El crack
ESPANYOL 1
BETIS 0
RCD Espanyol: Cristian Álvarez; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Dídac; Márquez (Dátolo, m.56), Forlín; Sergio García, Romaric (Baena, m.86), Verdú y Álvaro (Pandiani, m.6.


Real Betis Balompié: Casto; Chica, Ustaritz, Mario (Dorado, m.46), Nacho (Pereira, m.75); Beñat, Iriney, Cañas; Juanma, R. Castro y Roque (Tosic, m.53).


Gol:Árbitro: Teixeira Vitienes (comité cántabro). Amonestó a Beñat (m.55), Javi López (m.63), Dátolo (m.77), Forlín (m.80), Verdú (m.85) y Pereira (m.89).


Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de la Liga disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 21.810 espectadores.



Espanyol
ORGANIZACION - A FONDO
Fundación: 1900
Lugar: España

Betis
ORGANIZACION - A FONDO
Fundación: 1907
Lugar: España

Pandiani
PERSONAJE - A FONDO
Nacimiento: 27/04/1976
Lugar: Uruguay
Widget: descargar
Iván Molero | 28/10/2011

Pablo Zabaleta, ahora en el Manchester City, exclamaba anoche en twitter: "¡Qué grande mi gran amigo el Rifle Pandiani! ¡Esos cabezazos tremendos!". Celebraba el argentino desde la distancia el tanto de la victoria del Espanyol sobre el Betis, pero también el anhelo del lugar común que los unió. Juntos, como pericos, compartieron la UEFA 2006-07, de la que el Rifle fue el máximo realizador (11 goles) y los pericos, finalistas. Ya entonces, como ahora, el propio Zabaleta definió mejor que nadie el efecto Pandiani: "Parece que tenga un zapato en la cabeza". Anoche se cerró un círculo, con los elogios pero sobre todo con lo que significa el tanto del uruguayo: entró e inmediatamente pescó en río revuelto -misión por la que le rescató el Espanyol- para situar a los pericos provisionalmente sextos, en zona europea, el día en que el club cumple 111 años... La querencia del Rifle es irresistible.

Y si la testa de Pandiani fue implacable, la cabeza visible del Betis es hoy Pepe Mel. Enlazan los verdiblancos cinco derrotas pese a que no fueron ninguna marioneta en manos blanquiazules. Les costó entrar en el partido, quizá porque debían acomodarse a un estadio nuevo para ellos, pero dispusieron de ocasiones. Beñat lo intentó desde lejos en dos ocasiones y Santa Cruz desperdició en el 40' la más clara, plantado ante Cristian, a quien embocó en lugar de asistir a Rubén Castro, completamente solo en el segundo palo.

Más constante fue el Espanyol, y de ahí su premio. Aunque por repetición, quien hubiera merecido el 1-0 es Álvaro Vázquez: sigue peleado con el gol, pero desplegó un manual de desmarques y de remates de primeras, hasta seis en el primer cuarto de hora de la reanudación. Entre Casto y la puntería los desbarataron, y a Pochettino le salió bien sustituirlo por Pandiani.

El Rifle asumió el protagonismo del gol, aunque parte de su autoría corresponde a Dídac. El lateral, cedido por el Milán, demostró con un centro extraordinario que allí mejoró pese a no jugar más que un partido en cinco meses. Será por esa pertenencia a Milanello que también quería estar, al menos hoy, en Europa.




UN GOLAZO DE CABEZA DEL URUGUAYO 'MATA' AL BETIS
Pandiani siempre se guarda una bala
El Rifle había entrado cinco minutos antes para suplir a un Álvaro Vázquez falto de puntería
El Espanyol encadena su tercera victoria y ya ocupa puestos europeos
Quinta derrota consecutiva de los béticos
RAMIRO ALDUNATE 27/10/11 - 21:56.
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Un gol de Pandiani a un cuarto de hora del final dio la victoria al Espanyol sobre el Betis. El uruguayo, que entró por Álvaro Vázquez cinco minutos antes, marcó la diferencia en un choque en el que el Espanyol hizo más por ganar.

Hay jugadores que marcan goles hasta en la bañera y hay otros a los que les cuesta más. Pandiani está, claramente, en el primer grupo. En un partido en el que el Espanyol y, en concreto, Álvaro Vázquez dispuso de ocasiones para hincharse, tuvo que ser el viejo Rifle quien decidiera.

Y eso que la primera parte fue de alternativas. Ocasiones en ambas porterías y mucho protagonismo de los porteros. Casto y Cristian Álvarez se ganaron el sueldo. Frustraron cantidad de ocasiones y fueron los grandes responsables de que el partido se fuese al descanso sin goles.

La segunda parte fue otra historia. La balanza acabó por inclinarse del lado perico, que salió mejor que su rival tras el descanso.

Siguió el caudal de ocasiones, pero Pochettino acabó por darse cuenta que hoy Álvaro Vázquez no le hubiera metido un gol ni al arcoíris. Metió a Pandiani y el uruguayo enganchó la primera que tuvo. Cabezazo casi desde la frontal a pase medido de Dídac y partido resuelto.

Los catalanes suman su tercera victoria consecutiva y ya ocupan puesto europeo. Bastante peor le va al Betis, que acumuló su quinta derrota del tirón. Muy lejos queda ya aquel arranque fulgurante.




REAL BETIS / RCD ESPAÑOL - REAL BETIS
Otro Betis, mismo final (1-0)
Renunció a su estilo valiente y fue con descaro a por el empate aplicando un planteamiento defensivo pero Pandiani sentenció para un Español mejor
M. GONZÁLEZ / SEVILLA
Día 28/10/2011 - 08.07h

EFE/ALEJANDRO GARCÍA
Rubén Castro busca un pase ante la oposición de Javi López y Raúl Rodríguez, anoche en Cornellá-El Prat
RCD Español1Real Betis0
Mel vio cerrada una puerta y trató de abrir otra, pero encontró lo mismo. Nada bueno. Nada. El Betis con pretensiones diletantes dejó paso al fajador. Ambos sólo encuentran el camino a la derrota, como si vivieran en un laberinto de pesadilla que tuviera idéntica salida. Y ya van cinco, por muy duro que resulte. Sí, la clasificación le mantiene entre los diez primeros, pero la cuesta abajo parece desenfrenada y con soluciones cada vez más lejanas porque el miedo, las dudas y la angustia van encontrando acomodo en ese vestuario. Mel cambió a su Betis de siempre por otro defensivo, correoso, de acumulación y pase en largo, de islas en ataque y líneas más juntas. Así, tampoco. Esto ya desespera. Como el paradigma de este estilo: cambio de Tosic por Santa Cruz en la segunda mitad. Vale que el Betis tiene que aprender a empatar cuando la palabra victoria no está escrita en sus diálogos del guión, pero tampoco debe ser tan descarado. Pasar de valiente a cobarde en un minuto sí que desacredita las glorias del pasado en este fútbol desmemoriado. Porque, además, no le sirvió ni ese cambio ni el lavado de cerebro del equipo del juego ágil al tosco para mejorar ni para lograr lo que se buscaba: puntos. Un cabezazo impecable de Pandiani en una jugada mil veces amagada por el Español hizo justicia para el único equipo que quiso ganar.

El Betis ya juega con miedo, desconfiado, añorando lo que era. Como si no hubiera aprendido del bache de la temporada pasada. Tiene argumentos para salir, pero choca en su impotencia y no atiende a las soluciones. Mel apostó por Ustaritz atrás, reforzó el centro del campo con el triple pivote y arropó el juego con Juanma, pero convirtió a su equipo en un temeroso bloque ordenado pero sin fe en pasar del centro del campo con opciones. Cuando tenía el balón, la menor parte del tiempo, se veía a kilómetros de Cristian Álvarez. Comprobar cómo Rubén Castro porfiaba por salir de dos contrarios antes de cruzar la divisoria provocaba dolor ocular. Mientras, el Español tenía la lección bien aprendida y ejecutaba lo de siempre: balones bien medidos a las espaldas de los centrales. Los recursos béticos se limitaban a buscar la referencia de Santa Cruz en largo para que bajara el balón y solucionar cualquier acercamiento con un disparo a las primeras de cambio, fuera desde donde fuera. Cañas era quien movía al equipo ante la amortización de Iriney, que si es desplazado de su sitio se convierte en otro futbolista. Peor.

El mero hecho de considerar a Casto el mejor del partido es de una elocuencia meridiana. El extremeño cortó de raíz el debate sobre su titularidad: excelente mano derecha a tiro de Javi Márquez desde la frontal, estirada completa para desvío con mano izquierda tras chut de Verdú... Y así. El Español sí presionaba de verdad y ponía en apuros no sólo la creación bética, sino su integridad defensiva. Teixeira, el mayor pero debutante en Primera (no el de las camisetas), opositaba a hipermétrope obviando penaltis en ambas áreas. Esos sustos descentran al Español y el Betis tiene sus mejores minutos, los más dignos. Juanma corre por las dos bandas y Chica, Beñat, Cañas y Santa Cruz lo intentan con disparos desde la frontal. Hay algún robo adelantado y ese desmelene dura lo justo, ya que el descanso frustra el amago de reacción.

El cambio de Tosic

Mario es el primero que cae por lesión y poco después le sucedería a Santa Cruz. El partido había vuelto por sus fueros. El Español presionaba arriba y el Betis mostraba una amplia gama de dificultades, con Iriney ya en su sitio y Cañas más suelto. El paraguayo pedía ser sustituido y, con Pereira, Pozuelo y Ezequiel en el banquillo... Mel apuesta por Tosic. Difícil de entender. Era el minuto 53. El mensaje: el punto es bueno. Pernicioso porque liquida ambiciones y les deja a merced de un rival que no es manco. A Didac le dan la oportunidad de hacer ensayo y error con una jugada que luego sería decisiva. Los centrales se descoordinan y hay pocas ayudas de mediocentros y laterales en el cierre. La defensa está abierta, laxa, feble, blanda... Tosic es el lateral y Nacho pasa a ser interior, pero el que recorre toda la banda es el serbio. El malagueño parece ya fuera. Los recursos se reducen y el Español toca fácil, sale de la supuesta presión. Didac, como decíamos, repite la jugada. Antes remataba Álvaro Vázquez como podía y ahora quien está es Pandiani. No falla. Cabezazo perfecto y gol. Dorado estaba unos metros por delante y Tosic ni le estorba por detrás. El uppercut fue casi definitivo. Le pasa siempre lo mismo al Betis. Cada golpe que recibe lo tumba, se recuesta sobre la lona y espera la cuenta final. Qué poca capacidad de reacción. Ni por amor propio, ni por orgullo. Quinta derrota. Cuidado.


Efe | Cornellá (Barcelona)
Actualizado viernes 28/10/2011 00:08 horas

Walter Pandiani sólo necesitó siete minutos en el campo para llevarse el premio a la insistencia del RCD Espanyol, meter a los 'pericos' en puestos europeos con su tercera victoria consecutiva y asestar un duro golpe al Real Betis, que vivió su quinta derrota en cadena. [Narración y estadísticas]

Un remate de cabeza del uruguayo, en el minuto 75, fue letal tras un centro de Dídac desde la izquierda. Pero las ocasiones de Álvaro, Verdú, Sergio García y la inoperancia del Betis tras el descanso auguraban este desenlace. En la primera parte el conjunto sevillano estuvo más acertado, pero el protagonismo fue para los dos porteros.

El inicio del Espanyol fue de los mejores que se recuerdan en Cornellá. Tanto, que hasta estuvieron en condiciones de provocar dos penaltis en apenas cuatro minutos que el árbitro no señaló. El primero, una mano de Chica tras un lanzamiento de Álvaro y después otra de Ustaritz, que frenó el tiro de Sergio García. Involuntarias o no, lo cierto es que el dominio era claramente local. Álvaro Vázquez, que aún no ha visto puerta esta temporada, estaba especialmente activo. El Betis perdía balones con facilidad y no llegaba arriba. Roque Santa Cruz estaba muy solo y el juego por las bandas tampoco aportaba mucho al ataque sevillano.

Rubén Castro tuvo la ocasión más clara para los suyos en el minuto 31. Su disparo se fue a córner tras chocar en la defensa. Verdú puso la réplica en el minuto 35 con un tiro potentísimo desde la frontal. Casto se lució. Y después, de nuevo, la acción se repetía en el área contraria: el tiro, esta vez, de Beñat y la parada, de Cristian. El acelerón en el arranque del choque pasaba factura al Espanyol y ahora las fuerzas estaban parejas. El meta blanquiazul era demasiado protagonista y las llegadas del Espanyol, más lentas y demasiado amables. El Betis había logrado cambiar la dinámica, pero el descanso frenó cualquier sorpresa en Cornellá-El Prat.

Pepe Mel quiso cambiar el marcador dando entrada a Dorado por Mario en la reanudación y pocos minutos después a Tosic por Roque Santa Cruz. Oxígeno para la defensa y el ataque. Pochettino tampoco se conformaba con el 0-0 y cambió a Javi Márquez por Dátolo. El técnico blanquiazul quería más movilidad y llegada al área rival.

Una gran acción de Dídac, muy incisivo, desde la izquierda acabó en córner en el 59. Un fuera de juego invalidó el remate de Sergio García, que no llegó por centímetros. Fue el inicio de un recital del equipo local. Álvaro y Verdú protagonizaron la mayoría de las ocasiones. Casto era clave, pero del resto del Betis, arriba, no había noticias.

Pero las balas las tenía 'el Rifle'. Walter Pandiani, en el campo desde el 68 por Álvaro, puso el 1-0 en el 75. Lo hizo de cabeza, especialidad del delantero uruguayo, aprovechando un centro de Dídac desde la banda izquierda. Era el premio a la insistencia del Espanyol ante un rival que se limitó a ser un espectador tras el descanso. Con un cuarto de hora para darle la vuelta al marcador, el Betis se lanzó a por el empate sin demasiado orden. Demasiadas precipitaciones, espacios y oportunidades para el Espanyol, cómodo a la contra y dominando el balón. Una victoria que le sitúa en plazas europeas.




aveces de noche veo ...palanganas!!!!!!!!!