La Algaba - Sevilla

ESPAÑA
El PSOE pierde Extremadura
Las bases de IU se rebelan contra Cayo Lara y facilitarán la elección de Monago
S. N. / MADRID
Día 20/06/2011
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EFE
Monago y el coordinador de IU en Extremadura, Pedro Escobar, durante su reunión del 15 de junio
El Partido Popular gobernará en Extremadura por primera vez en la historia de la democracia. Su candidato, José Antonio Monago, el más votado en las elecciones autonómicas del pasado 22 de mayo, saldrá elegido presidente de la Junta gracias a los votos de sus 32 diputados y a que los tres representantes de Izquierda Unida no apoyarán al candidato socialista, sino que se abstendrán, tal y como decidió ayer en votación secreta la mayoría del Consejo Político Regional de la coalición.

Cuando en los próximos días quede constituida la Asamblea de Extremadura y tenga que votarse la investidura de Monago, el PSOE perderá un poder consagrado durante 28 años de hegemonía, encarnada primero en Juan Carlos Rodríguez Ibarra y, después, en Guillermo Fernández Vara.

Castigo premeditado
Desde la noche electoral del 22-M y durante casi un mes, Izquierda Unida, con la llave de la gobernabilidad en la mano, ha sido un constante hervidero de rumores y especulaciones sobre cuál sería el sentido final de su voto. Desde el primer momento se puso de manifiesto la enorme división interna en la coalición a nivel regional y la indisciplina frente a las instrucciones dictadas desde la dirección federal de IU —Cayo Lara y todo el «aparato» de ámbito nacional—, que había ordenado no facilitar «ni por activa ni por pasiva» ningún gobierno del Partido Popular.

Sin embargo, la «rebelión» extremeña se consumó ayer a primera hora de la tarde, después de un fin de semana de tensas reuniones en la sede de IU en Mérida. No en vano, la larga cita mantenida el sábado por los líderes regionales ya hizo presagiar que las consignas de Madrid serían derrotadas para infligir un premeditado voto de castigo al PSOE, causante del «arrinconamiento» de IU durante años en esa comunidad. Varios dirigentes nacionales —Cayo Lara a la cabeza, flanqueado por Willy Meyer y Miguel Reneses, secretario de Organización— se habían desplazado a Mérida para negociar al límite y convencer a las bases de que IU debía impedir el triunfo final del PP. Las razones de Lara, asumidas por el coordinador regional de la coalición, Pedro Escobar, fueron que avalar a Guillermo Fernández Vara era la «opción menos mala» de gobierno y cerraba el paso «a la derecha». Todo resultó en vano.

Votación contundente
A última hora de la tarde del sábado se decidió suspender el «cónclave» y convocar para ayer la reunión definitiva, al término de la cual se votaría hacia qué lado —el del PP o el del PSOE— debía IU inclinar la balanza. La respuesta fue tan clara como contundente fue el resultado de la votación: 28 asistentes decidieron respaldar la abstención para permitir la investidura del candidato más votado —en este caso, Monago, del PP—, frente a 19 partidarios de votar al candidato socialista.

En una rueda de prensa posterior a la votación, Pedro Escobar explicó que votaron 47 de los 50 miembros del Comité Regional de Izquierda Unida porque tres de ellos se encontraban ausentes. Los 28 votos a favor de la abstención representaron la voluntad del 59,6 por ciento de los dirigentes locales de la coalición; el castigo al PSOE tuvo un apoyo mucho mayor entre las bases de IU, pues en las asambleas locales el 75 por ciento de los militantes se inclinó también por la abstención. El 22 por ciento votaron a favor de apoyar al PSOE y el 3 por ciento restante creen que debe formarse un Gobierno de coalición IU-PSOE.

Indisciplina y empate
Escobar, uno de los tres diputados de IU en la Cámara regional, y su compañero Víctor Casco fueron convencidos por Cayo Lara tras semanas de dura presión, y apuraron sus últimas bazas en la reunión final, no exenta de agitación interna y enfados entre los asistentes. Por contra, el tercer diputado comunista, Alejandro Morales, número dos de la lista de IU por Badajoz, siempre se mostró partidario de la abstención aunque su voto entregara el gobierno de Extremadura al PP.

Ahora, la decisión es que los tres deberán respetar el criterio aprobado y abstenerse. En el hipotético caso de que en última instancia no fuese así e IU permitiese a sus diputados desobedecer el mandato mayoritario de sus propias bases, el resultado sería incierto. Incluso, cabría la posibilidad de que la votación arrojase un empate infinito que abocase a Extremadura a convocar de nuevo elecciones en los próximos meses. De producirse este supuesto, la profunda división de Izquierda Unida probablemente se convertiría en un cisma de un calado imprevisible para el futuro de Cayo Lara.





https://ww.abc.es/20110620/espana/abcp-psoe-pierde-extremadura-20110620.html