El pueblo no es estúpido, y dijo lo que quería en las urnas Señores, seamos sensatos. Ni votamos a Alcaldes, ni votamos a personas, sino Concejales y a una lista cerrada. Son los propios Concejales elegidos, una vez formado el Pleno tras las elecciones, los que escogen a su vez a la persona que ocupará el sillón de Alcalde, salvo muy raras excepciones en municipios muy pequeños y que no vienen al caso. El único requisito que existe para poder ser Alcalde de un Ayuntamiento es poseer tu acta de Concejal, con objeto de poder votar y ser votado dentro del Pleno de Constitución del propio Ayuntamiento. Este señor puede ser Alcalde perfectísimamente, y con toda legitimidad. El numero que figura delante del nombre de todo el mundo en la lista de cada partido político, en ningún caso significa prioridad para conseguir la vara de mando del Ayuntamiento, sino simplemente el orden de prelación, dentro de dicho grupo político, para obtener una silla dentro del Pleno municipal. Nunca un número uno significa que haya de ser elegido Alcalde obligatoriamente, aunque en el 99% de los casos, en la práctica, se obre de tal forma. Vamos a dejar de atacar a un partido por no disfrutar su candidato de plenitud de facultades físicas. Nadie en el pueblo desconoce este dato ni antes del día 22 de mayo, ni ahora. Nadie en el pueblo ignora quién ha estado y quién no ha estado al frente del Ayuntamiento durante los últimos tiempos. Torpe maniobra si queremos parapetar en la vitalidad de un ser humano una derrota en las urnas. Aún no nos queremos enterar de que el pueblo habló. Y bien claro. No tratemos de justificar nuestra derrota en base a quién aparece en la foto de la propaganda electoral, sino en función de nuestros propios errores. Si no lo hacemos, vendrán más elecciones y más palos electorales, como el sufrido hace un par de semanas. Seamos sensatos, y reconozcamos qué hemos hecho mal. Lo que si está claro es que las elecciones nunca se ganan. Las elecciones se pierden. El mejor signo de progreso, sabiduría, cordura y hasta ponderación no es el pataleo y el asegurar que existe pucherazo porque en la foto de cartel sale una persona u otra. Quien quiera pensar eso, una de dos. O es atrasado, o quiere tachar de atrasado a un censo electoral entero. El PSOE ha hecho cosas, en mi opinión, nefastas y aciagas. Esos son los motivos para creer en un cambio, y no el fondo de un cartel electoral ni el fotógrafo que realizó la impronta del Sr. Marcos Agüera. Vamos a respetarnos como personas, y vamos a ofrecer argumentos, no lágrimas de impotencia. Quedan cuatro años menos dos semanas para demostrar que el partido más votado incumple lo que promete, y que haciendo bien las cosas, se puede dar un vuelco a la idea general que percibe el pueblo sobre el Sr. Vega, y que ni de lejos están malvado y perverso como lo pintan, sino un buen hombre que con más fortuna o menos ha intentado contentar al máximo de trabajadores y trabajadoras de este Ayuntamiento. Igual las formas no han sido del todo correctas, pero el fondo creo que lo justificaba. Hagamos ver que esto es así. Pero no vendamos que el pueblo es tonto y estúpido, porque esto supone una falta de respeto total al resto de vecinos y a nosotros mismos. Sea quien sea el Alcalde, el pueblo lo ha elegido, mediante una lista electoral, no mediante el nombre de otra persona. Lo demás, cuento chino. |