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"¿Qué ocurre con los funcionarios andaluces?" y "El miedo: síntoma final del perdedor"
"¿Qué ocurre con los funcionarios andaluces?" y "El miedo: síntoma final del perdedor"

Tribuna Libre

Lunes, 22 de Noviembre de 2010 09:42

Escrito por Antonio Guerra, El Mundo

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Segunda y tercera entregas de Antonio Guerra en El Mundo sobre el problema de funcionarios y laborales en la Junta de Andalucía por el "decretazo": "A pesar del interés informativo que han prestado algunos medios en la polémica reordenación del sector público de la Junta, muchos amigos te abordan en la tertulia o en la calle con la siguiente pregunta: ¿Qué ocurre con los funcionarios? La respuesta no se hace esperar: ¿Pero no lees los periódicos? Y el amigo/a responde boquiabierto, casi desorientado, que por supuesto lee la prensa todos los días, pero que no acaba de enterarse. Tal vez porque el árbol no deja ver el bosque. Efectivamente, en este asunto, hay mucho árbol cercano (manifestación, opiniones encontradas, torpezas políticas, acusaciones de las partes) que no dejan ver el tenebroso bosque donde se ha gestado este monstruoso conflicto. Como en tantas situaciones de la vida, lo mejor en estos casos es empezar desde el principio.

Desde Plácido Fernández-Viagas (aunque el honesto magistrado aún no disponía de competencias para cometer estos atropellos) hasta el José Antonio Griñán que hoy padecemos los andaluces, a los socialistas nunca les han caído bien los funcionarios, y mucho menos los de carrera. Un abogado muy cercano al pintoresco Rafael Escuredo, hoy retirado en su bufete y apasionado por el golf, me contaba ayer que el día que le demostró al presidente, con la ley en la mano, que estaba equivocado en aquella insólita reforma agraria iniciada con Manaute (q.e.p.d.), Rafael lo miró de soslayo -aunque Escuredo es un mirlo blanco y tolerante en las filas del PSOE- y con gesto desabrido lo despidió del despacho. El abogado golfista, en aquel tiempo funcionario y militante del partido que iba a hacer de Andalucía una segunda California, duró muy poco como asesor de la Presidencia. No hace falta que les cuente cual fue el final de aquella rocambolesca reforma agraria, más propia de Pepe Isbert en Bienvenido, Mister Marshall, y tan lejos del planteamiento serio de un problema tan importante.

Les cuento otro caso, éste más reciente, de un jurista todavía sin jubilar y al servicio de la Junta de Andalucía. Presten atención porque esta anécdota, además de demostrar la importante labor del funcionario, es pura noticia porque no creo que se haya publicado hasta ahora. Resulta que Manuel Chaves conocía, o debió conocer, los riesgos legales a los que se exponía cuando presidió el Consejo de Gobierno que aprobó una subvención de 10, 1 millones de euros a favor de la empresa Mina de Aguas Teñidas (Matsa) donde su hija ocupa un puesto importante, además de ser ella quien gestionó la subvención. La misma mañana que fue aprobado el importante desembolso, este funcionario advirtió de la ilegalidad en que Manuel Chaves incurriría si presidía el Consejo que iba a premiar a su hija con tanta generosidad. Como no estuvo a su alcance la posibilidad de advertir al presidente, el funcionario se dirigió a Gaspar Zarrías para informarle del desliz. La respuesta de esta prenda de valor procedente de Jaén, y hoy en el Gobierno central llevado de la mano por su jefe, fue la siguiente: «¿Y tú quién eres para decirle al presidente lo que tiene que hacer?». No cabe duda que los socialistas tienden a imponer la autoridad por encima de la razón, lo que no es muy democrático.

Me ha parecido oportuno contar estos casos para hacerles comprender la importante labor del funcionario ante el cumplimiento de la ley, que el político no tiene por qué saber al dedillo, en tanto que el trabajador de la Función Pública conoce hasta sus mínimos detalles porque ha debido demostrarlo en duras oposiciones para alcanzar el puesto que desempeña. Se trata de una cuestión de seguridad jurídica que, desde los tiempos de Montesquieu, ese hombre tan denostado por Alfonso Guerra, es imprescindible en todo Estado de Derecho.

A niveles inferiores, el trabajo del funcionario no es de menor entidad, incluso tal vez sea más eficaz que en estos asesoramientos en la cúpula. La Función Pública es una garantía en los distintos controles de la Administración para el cumplimiento de la ley, en el caso de que el funcionario sea verdaderamente independiente de los políticos. En la Junta de Andalucía, donde se encuentra tan deteriorada esta independencia, deberían seguir el ejemplo de Francia. En este país, la labor del funcionario está considerada como una dedicación de alto rango social. Es una carrera universitaria asistida por un Centro de Altos Estudios de la Administración en el que la exigencia intelectual es elevada. Por otra parte, los servidores del Estado y de la sociedad francesa gozan de una independencia jamás soslayada por los políticos. Pretender ofrecer a la Andalucía socialista este ejemplo es como echar margaritas a los cerdos. En el caso de nuestra región, hace treinta años que no se respeta esta independencia de la Función Pública. Políticos y cierto número de funcionarios forman una partida de 'El Vivillo', una sucia amalgama de intereses espurios a favor de un partido único y avasallador, cuyos políticos, para desconsuelo de la situación, son rechazados por una mayoría de la sociedad andaluza. Rechazo que habrá de tener su reflejo en las próximas elecciones municipales y autonómicas.

Seguro que es a este tipo de empleados públicos espurios a los que se refería la consejera de Hacienda y Función Pública, Carmen Martínez Aguayo, cuando declaraba, exaltada y dolida: «Basta ya de desprestigiar a los empleados públicos». Por favor, señora consejera, colega insigne, ¿cómo puede hablar en estos términos, tan excitada y sin sonrojo? Son los socialistas de su Gobierno los que han desprestigiado, desprestigian e intentan humillar con un decretazo a los funcionarios. Lo que ocurre, galena dolorida, es que usted habla de un tipo de empleados públicos -los que les hacen el juego a su Gobierno-, y los que se manifiestan, la gran mayoría, son los perseguidos por el PSOE en el poder. No mezcle, señora, churras con merinas, porque están las cosas muy claras desde que ustedes gobiernan en Andalucía.


El miedo es el síntoma final del perdedor.

Lo grave es cuando el miedo se convierte en odio ante próximas e inminentes derrotas. Este puede ser el diagnóstico psiquiátrico del PSOE. El origen y desarrollo del decreto-ley 5/2010, que pretende regular el sector público andaluz, muestra con claridad esta secuencia patológica y a la desesperada, ante la cercana posibilidad de que los socialistas pierdan el poder en Andalucía. Si usted no tiene el día muy cargado, acompáñenos al nacimiento y desarrollo del dichoso decreto y comprobará como el Gobierno ha obrado con torpeza y aviesas intenciones en el origen y desarrollo de esta norma jurídico-administrativa, para sufrir después la explicada secuencia miedo-odio.

Primero fue la acusación de Griñán llamando a los funcionarios mensajeros del PP. Después, el sindicato socialista, el de las grandes mercedes a los piqueteros liberados, que pagamos los contribuyentes españoles, los acusó de franquistas. Y así hasta una continuada sarta de mentiras que ha enriquecido la consejera de Hacienda y Función Pública, evidenciando el síntoma (y ella debe saber algo de este tema) del miedo que termina en odio ante la desesperación de lo inevitable.

La misma fecha de este decreto -ley, el 27 de julio de 2010-, ya es, de por sí, un insulto a la inteligencia. Con las maletas hechas para las vacaciones, el Gobierno andaluz decidió la reforma, con tanta alevosía como nocturnidad. Es posible que la recua de los numerosos y avispados asesores del presidente de la Junta le aconsejaran que, al calorcillo del verano y con las posaderas en remojo, pasaría de matute la descabellada regulación del sector público andaluz, y a la vuelta del descanso estival ya estuviera todo tramado y bien tapado. Así, los socialistas se quitaban de encima el problema de una Función Pública hipertrofiada por interinos y personal laboral, que ellos mismos han creado, colocando a dedo a los parados con carnet del partido, al primo del cuñado de los hermanos todos y al compañero/a de cama de un distinguido prócer del Gobierno o dirigente del PSOE.

No sé si los principios del Derecho contemplan el animus injuriandi no sólo en el acusado, sino también en el legislador. Pero si así no fuera, habría que crear esta figura en el Código Penal, para juzgar con severidad el animus vacanti con el que se ha pretendido engañar a los ciudadanos -funcionarios y periodistas en particular- valiéndose de las vacaciones. Esta malicia legisladora del Gobierno andaluz, añade un motivo aún más grave que la fecha escogida. Porque además lo hicieron con un perfil antidemocrático y sectario, como viene siendo habitual en este partido a todos los niveles del Estado. Griñán y los suyos consensuaron la representatividad de los funcionarios y empleados afectados por este decreto con la mesa de la Función Pública, en la que sólo participan los sindicatos de clase CCOO y UGT, y no con la mesa sectorial de la Función Pública, en la que, además de estos dos sindicatos amigos del PSOE, se integran CSIF, SAFJA y Ustea, que representan mayoritariamente a los funcionarios afectados. ¿Por qué esta discriminación? Sencillamente porque estos tres sindicatos de ninguna de las maneras hubieran consensuado con la Junta una reforma de la Función Pública tan chapucera e injusta.

El rechazo de los sindicatos incómodos muestra hasta qué punto el PSOE padece, desde hace tiempo, un déficit democrático que lo sitúa en la manipulación y el engaño propios de los regímenes totalitarios. Parece mentira que a un partido al que se le llenaba la boca con el grito ¡Socialismo es libertad!, y se jactaba de haber traído la democracia a nuestro país, ahora se valga de estas cacicadas con la nocturnidad de unas vacaciones a punto de comenzar, además de evitar la representación de los trabajadores afectados. Aunque el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, el Gobierno andaluz sabía con certeza, al consensuar con CCOO y UGT el decreto-ley 5/2010, que estos dos sindicatos sólo representan, en su conjunto, a un escaso 29.54% del funcionariado (17.27 % UGT y 12.27 % CCOO), en tanto que los tres sindicatos restantes alcanzan una representación del 42.55 % (CSIF 27.27 %, SAFJA 22.73 % y Usted 19.55 %), al que hay que unir un alto porcentaje del 27 % de los funcionarios no afiliados.

En principio se comprende mal que CCOO y UGT, que proclaman con pasión mitinera la solidaridad con todos los trabajadores, hayan pactado con el Gobierno andaluz, al socaire de un ocultismo prevacacional y antidemocrático, un acuerdo sobre unos empleados de los que ellos no son representantes mayoritarios, y a los que han traicionado con un talante poco sindicalista. ¿O es que los funcionarios (muchos de ellos con sueldos muy inferiores a los liberados de UGT y CCOO) no son trabajadores dignos de su defensa? Pero lo que aún se comprende menos es que CCOO, una central obrera que aún conserva cierto prestigio entre la clase trabajadora, se haga cómplice de un sindicato vertical, partidista y corrupto como UGT. El bueno de Marcelino Camacho, fundador de Comisiones, se habrá revuelto en su tumba ante el comportamiento de sus compañeros andaluces.

La culpa de que la Función Pública andaluza haya llegado a la situación insostenible en que se encuentra, sólo es achacable a los socialistas, tanto en los Gobiernos anteriores como en el presente. De las 23.476 personas a las que afecta el decreto-ley, sólo 2.069 son funcionarios. El resto de los afectados se desglosan en 1474 trabajadores como personal laboral de la Junta, y nada menos que 19.933 personas contratadas por diferentes empresas del Gobierno andaluz, muchas de ellas ejerciendo labores de funcionarios desplazados de sus funciones por estos intrusos, que sólo han contando con el favor de los socialistas para ocupar su puesto de trabajo. Ahora, cuando la situación ya se hace insoportable, la Junta de Andalucía pretende crear, mediante el citado decreto, seis agencias públicas empresariales y dos de régimen especial, para alojar legal y definitivamente a estos 20.000 afortunados que han ocupado la Administración autonómica sólo por el favor político, a cambio del cual han contribuido a los distintos Gobiernos socialistas como miembros de la gleba. De lo contrario, en vista de la interinidad de su situación laboral, eran puestos al cabo de la calle, algo casi imposible en el caso del funcionario.

Cualquier persona con dos dedos de frente se hará el siguiente planteamiento: Si Andalucía necesita más de 20.000 funcionarios y sólo hay 2.069, lo que debe hacerse es nombrar los tribunales correspondientes y sacar a concurso, mediante oposiciones, las plazas necesarias. Pero en este caso sería imposible para el PSOE manejar a su gusto la Administración, un importante sector para utilizarlo como agencia de colocación al servicio de la militancia, y también como un eficaz instrumento para la financiación del partido. Por otra parte, una regulación tan importante del sector público no es posible hacerla en el escaso tiempo que resta de legislatura. La solución está en abordar el problema con la mesura y el tiempo que necesita esta reforma. Lo razonable sería que se realizara a través del Gobierno que quieran darse los andaluces, con su voto libre y democrático, en las próximas elecciones autonómicas. ¿Se comprenden ahora las prisas del señor Griñán? Aquí están los balidos de la madre del cordero que quita el sueño a los socialistas acomodados por el único mérito de un carnet de partido.
Puntos:
30-11-10 17:56 #6618487 -> 6577792
Por:No Registrado
RE:
Los socialistas que gobiernan andalucia antes de que el pueblo con sus votos los echen del gobierno,quieren dejar en la administracción a muchos enchufados y amiguetes(según dice la prensa).Los funcionarios no consienten este atropello y se han manifestado.Los funcionarios entran por oposición y los enchufados por ser parientes, amigos,del partido,etc..Algunos sindicatos han sido o serán complices de este escandalo.El pueblo no debe consentir este abuso y lo lógico es denunciarlo a los tribunales.NO QUEREMOS ENCHUFADOS Y SI A GENTES PREPARADAS QUE ENTREN POR OPSICIÓN.-VAYAAAAAAAAAA TROPAAAAAA.
Puntos:
30-11-10 18:59 #6618917 -> 6618487
Por:leonidas72

RE:
,haran lo mismo que siempre,meter a sus primos hermanos y amigos...esto es andaluciapsoe Llorando o muy triste Llorando o muy triste Llorando o muy triste Llorando o muy triste Confundido Confundido Confundido .
Puntos:

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