Existe una leyenda sobre este cristo,
dicen que una prostituta de la ciudad le hizo la promesa al cristo de que si la esposaba con un hombre bueno y que supiera perdonar, ella donaria sus largos cabelllos en penitencia por sus pecados y agradecimiento por el perdon. A los pocos años un hombre que no frecuentaba prostitutas la vio y se fijo en su alma mas que en su cuerpo, casándose con ella y formando una familia. Cumplio su promesas y entrego sus cabellos al cristo que la salvo. Esta imagen puede verse en Santa Maria, a la derecha del retablo mayor junto al confesionario.