Burguillos - Sevilla

«Cuando llegué hace 30 años, Guillena era sólo un cortijo»

NURIA PÉREZ CAMPAÑA. GUILLENA
Viernes, 29-05-09
«Esto está siendo el entierro más largo de la historia». Lo aseguró ayer el ya ex alcalde de Guillena, el socialista Justo Padilla, tras la sesión plenaria que ponía fin a sus 30 años de mandato. «Cuando llegué, el municipio era sólo un cortijo donde los ciudadanos eran los dueños y nosotros asumimos el cargo de administradores», advirtió Padilla en su último discurso como regidor, tras formalizarse su dimisión «irrevocable» entre decenas de vecinos que incluso lloraban por su marcha. «Ha levantado el pueblo y por muchos que lleguen, no habrá nadie igual», apuntaba emocionada Purificación Hidalgo que, a sus 63 años, anda convencida de que «la gente habla sin ton ni son» cuando se le mencionan «los inventos que hay en los juzgados».
Y es que a nadie escapa que a Padilla aún le quedan pendientes dos acusaciones judiciales por presuntos delitos urbanísticos. De una parte, está imputado en el Juzgado de Instrucción 8 por un presunto delito contra la ordenación del territorio tras autorizar en 2002 la construcción de 21 naves en una zona verde del polígono industrial El Cerro. La Fiscalía pide tres años de cárcel y ocho de inhabilitación para empleo o cargo público. También está imputado en el Juzgado de Instrucción 18 por los presuntos delitos de prevaricación omisiva y ordenación del territorio por no actuar de forma contundente ante las obras de chalés ilegales en la urbanización Lagos del Serrano, en suelos no urbanizables de especial protección. La Fiscalía solicita aquí también penas de inhabilitación de 8 años y un año de cárcel.
Pero ahora lo quieren hacer incluso Hijo Adoptivo de la localidad. Lo propuso el que será futuro alcalde de Guillena, el concejal de Infraestructuras y Vivienda, Lorenzo José Medina Moya. A primera hora de hoy, entrará la iniciativa por registro. Padilla que también lloró y no sólo una vez a lo largo de los 50 minutos que duró el pleno, se mostró «profundamente agradecido» y «muy seguro» de haber adoptado la «decisión acertada». Recordó que ya había rechazado en enero de 2007 la invitación de la Agrupación del PSOE para encabezar la candidatura a la alcaldía en las elecciones municipales de aquel año, pero la «temeridad» de la militancia «de pedir la movilización de la gente para que me quedara», hizo que concurriera de nuevo a los comicios que revalidó con mayoría absoluta. Ayer volvió a insistir en que se fijó como fecha de relevo «el ecuador del mandato», que se cumple en junio, si bien el fin de semana anterior a presentar su renuncia Padilla dijo que no tenía previsto tomar esta medida a corto plazo. Unas contradicciones que dejó de lado en sus palabras de despedida. Sí destacó que su «libre decisión» no obedecía «a otro tipo de elementos que no pueden ennublecerme» , sino al haber cumplido «con mi familia y conmigo mismo».
Apoyos no le faltaban. A su lado, incluso compartiendo cafés en la Peña Cultural Sevillista junto al Consistorio, se encontraba el Secretario General del PSOE, José Antonio Viera. «La trayectoria de Padilla es, sin duda, la mayor y mejor representación de la actividad política local con mayúsculas, alejada de grandes titulares y reconocimientos sociales, y cerca de los vecinos y trabajadores», manifestaba Viera para el que Padilla «llegó por la vía democrática con honor y se va con honra de tener el cariño de los ciudadanos». Formaba corrillo con la secretaria de Organización del partido en Sevilla, Susana Díaz, y los alcaldes de Estepa y La Rinconada, Juan García Baena y Javier Fernández, respectivamente. También hubo hueco en la sala para el portavoz del PP de Burguillos, Domingo Delgado. Su compañera de partido en Guillena hizo lo que pudo ante un público entregado al dirigente más veterano de la provincia de Sevilla, junto al de Marinaleda.
La concejala del PP, Eva María Álvarez, fue la única en reconocer que se «alegraba» de la renuncia de Padilla. «Posibilitará la tan esperada regeneración política en nuestro pueblo», dijo, aunque reprochó «las formas» en tanto que «la confianza que depositaron muchos guilleneros en usted se ve ahora traicionada y los proyectos abanderados por usted quedan ahora en entredicho». Álvarez puso además en duda que las razones de la dimisión de Padilla fueran «personales» visto «lo repentino» de su decisión. «Si quería irse a mitad de mandato, por qué se presentó a las elecciones», cuestionó la edil.
Murmullos en el pleno y regañina extra para el grupo de IU, que no asistió al acto por motivos de agenda sobre la campaña para las elecciones europeas. Así las cosas, a Padilla, la sala de plenos le resultó más que entrañable. Largos aplausos, abrazos, ramos de flores rojas y lágrimas en el rostro de los ediles socialistas. También en los trabajadores municipales que, mediante Encarna Vivero y Manolo Buiza,entregaron un bastón de mando y un cuadro conmemorativo de estos 30 años. En diez días, el concejal José Medina tomará el mando.
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