Badolatosa - Sevilla

Los representantes del UGT en el Ayuntamiento de Manilva han iniciado esta mañana un encierro en el Consistorio para denunciar los despidos y la política de supuestos «enchufismo» que está llevando a cabo Izquierda Unida en el municipio. Una situación por la que la alcaldesa, Antonia Muñoz, está imputada y es investigada en varias causas más.

Los representantes sindicales han iniciado esta medida de protesta contra los recientes despidos decididos por la regidora y que han afectado a miembros de UGT y del PSOE. Para denunciar esta «persecución» se ha convocado una manifestación mañana con la que se intenta que Muñoz recapacite.

Dirigentes socialistas realizaron una concentración días atrás por el mismo motivo y denunciaron la actitud «caciquil» de la alcaldesa, que ha declarado recientemente que está siendo objeto de una campaña de desprestigio. Una declaración que contrasta con su difícil situación judicial y sus cuestionables decisiones: desde contratar a una quincena de familiares hasta pagar un helado de dos euros con la visa municipal o convocar una oferta de empleo a través de su perfil de Facebook.

La regidora es investigada por cerca de 70 «enchufes» de simpatizantes de IU y la concesión de contratos a las empresas de su familia. Hace algo más de un año que contrató como cargos de confianza a su hermana y su nuera, con un salario de 1.900 y 1.341 euros, respectivamente. Y recientemente la Fiscalía ha sumado a la causa la presunta contratación de su hija en una entidad urbanística a la que ella transfirió dinero municipal con reparos de la Intervención. Todas estas maniobras han sido denunciadas por la oposición y este periódico incluso ha aportado los decretos firmado por la propia regidora, por lo que resulta extraño que el coordinador regional de IU, Diego Valderas, mire hacia otro lado y considere que no hay pruebas de conductas poco éticas o irregulares.

Entrevista a la Señora alcaldesa