Aznalcóllar - Sevilla

¿Qué ha ocurrido realmente?

Leo en EL PAÍS que la Fiscalía Anticorrupción rechaza citar a Rajoy en el caso Bárcenas. ¿No es obligación de la fiscalía indagar para averiguar la verdad de los hechos? El presidente Rajoy ha sido acusado por su colaborador y tesorero, el señor Bárcenas, de haber recibido dos supuestas entregas, junto a su compañera Dolores de Cospedal, de 20.000 y 25.000 euros en billetes de 500 euros de dinero negro. Además de sendos 12.500 euros, también de dinero negro, en enero y junio de 2008. ¿No sería más lógico darle al presidente la oportunidad de desmentir, en sede judicial, una acusación tan grave? Claro que, si le citan como testigo, tendría que decir la verdad para no cometer delito de perjurio, entonces ¿lo mejor es no citarle?

Si ni se llama a declarar a uno de los principales testigos del caso ni se dispone de muchas de las pruebas que han sido convenientemente destruidas por aquellos a los que, presuntamente, podrían inculpar (me refiero a la información que había en los ordenadores reclamados por el juez Ruz, a las agendas de los tesoreros destruidas por las secretarias, al libro de registro de entradas y a los vídeos de vigilancia de la sede del PP), veo muy difícil que se pueda esclarecer este mal llamado caso Bárcenas, cuando se trata, en realidad, del caso de la presunta financiación ilegal del PP y de la presunta corrupción de muchos de sus dirigentes que podrían haber recibido dinero en sobres a cambio de la adjudicación de obras a algunas de las grandes constructoras del país, según refleja la contabilidad B de Bárcenas.

Es muy posible que todo sea un montaje de misteriosos intereses para perjudicar al PP y a sus dirigentes, pero a mí, como ciudadana, me gustaría saber qué ha ocurrido realmente, y que el fiscal anticorrupción defendiera mis intereses de ciudadana. Cosa que, de momento y según van las cosas, no estoy nada tranquila que lo esté haciendo. Por si fuera poco, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, aunque ve indicios de delito en las actuaciones de los dirigentes del PP Camps y Barberá, no ve necesario imputarlos, pero “eso es otra historia”.— Pepa Martínez Nieto. Madrid.