Almadén de la Plata - Sevilla

Fabula del que si yo no, mejor nuestro enemigo.

Una vez un fuego quiso arrasar un pueblo,
en venganza para sus habitantes por no querer
calentarse al calor de sus llamas.

Era un fuego de leña de poca consistencia,
y por tanto de poca duración, y pensaban que
pronto volverían a pasar frio.

Preferían por tanto el fuego que durante tanto
tiempo los había estado calentando, aunque
no fuera el mejor, pero si el mejor de los conocidos.

El fuego nuevo prometía calentar a todos,
pero nunca explicaba como, ni de que forma.

El fuego viejo no decía nada, pero como era mas
conocido les merecía mas confianza, y se resistían
a dejar que se apagase.

Pensaban que una madre (conocida) siempre es mejor
que una madrastra (desconocida) aunque diga que
será mejor “madre” que la que han tenido hasta hoy.

Entonces el viejo fuego le propuso un pulso al nuevo,
y le izo hincar la rodilla en tierra, lo que provoco la
rabieta del fuego nuevo y este se dedico a poner palos
en las ruedas del viejo, para ralentizar su marcha.

MORALEJA:
<Si tu no puedes, colabora con el que si puede y demuestra
que eres un fuego que de verdad quieres calentar.>