Zapatero, a tus zapatos Zapatero, ¿ahora un verso libre?, elogia a Pablo Iglesias y, por supuesto, a Podemos Don Mariano, escondido en su bunker particular 24/03/2015 La cúpula del PSOE, como es bien lógico, se encuentra, estos días, radiante de felicidad. El secretario general, Pedro Sánchez, que es el mismo que batió recientemente, y por goleada, a Mariano Rajoy Brey en el Congreso de los Diputados, ha pasado -gracias en parte, a la espléndida exhibición política de Susana Díaz- de los sustos a un cierto optimismo notable. Alguna esperanza Se acerca el segundo round y los socialistas y/o progresistas, deben rescatar, con rapidez y atino, el tiempo perdido. Entonces no se conseguía ver -al menos con alguna esperanza- el final del túnel. Las urnas municipales son básicas. También lo son las urnas de las autonomías. Bunker particular El tercer round, en todo caso el más potente, es el correspondiente a las elecciones generales. El Gobierno de España en la actualidad anda políticamente muerto. Rajoy Brey se esconde en su soledad, cada vez más inquietante para la derecha española. Don Mariano pretende esconderse en su bunker particular. Vuelve el miedo Los nervios de los populares se multiplican. El facherío, parte del cual lidera, al parecer, el empresario valenciano Vicente Boluda, ha lanzado una proclama propia evidentemente del fascismo. Vuelve el miedo. ¡Recordad el 36! ¡Se hunde el PP y el presidente de la nada, marcado in crescendo por la corrupción, según el juez Ruz, no toca pie con bola! Un desvarío De pronto, sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero da la impresión de haberse empeñado en parecer, ante la ciudadanía, un verso libre. Sus elogios a Podemos, porque no son -viene a decir él- un partido de populistas y sí de socialdemócratas, generan, como mínimo, un cierto desvarío difícilmente entendible. Sueños ahora imposibles Cuando Pablo Iglesias ha tropezado, sin duda, en Andalucía y se encuentra por debajo de sus sueños por ahora imposibles, resulta que el expresidente, que ya visitó hace meses al líder del oportunismo, trata a Iglesias como si fuera una especie de santito vinculado a Ferraz. ¡Cosas veremos, Zapatero! Enric Sopena |