No todo es lo mismo, aunque se quiera hacer ver que si Cuando las personas distinguen perfectamente al PSOE del PP Los andaluces han votado diferenciando las políticas progresistas del Gobierno andaluz de las injusticias sociales de Rajoy y el PP 23/03/2015 Las elecciones andaluzas se han celebrado ya con los resultados que todos conocemos. Los análisis sobre la gobernabilidad de la Comunidad Autónoma serán profusos a partir de este momento, como es lógico. Pero a mí me parece interesante realizar una reflexión sobre los motivos por los que el PSOE ha vuelto a ser el partido más votado en Andalucía y el PP se ha hundido estrepitosamente. Estoy de acuerdo con la franqueza del dicho según el cual no es del todo apropiado extrapolar resultados entre comicios de diferentes características. Pero no es menos cierto que lo que hace el Gobierno estatal, tiene su eco en las CCAA. Mayo de 2011 sigue grabado a sangre y fuego en las mentes de muchos dirigentes socialistas que hicieron un buen trabajo en sus respectivas regiones. Después comprobaron impotentes como el viento de la rabia ciudadana se lo llevaba todo. En Andalucía, el contraste entre las políticas aplicadas por Mariano Rajoy en España y las del PSOE e IU allí ha supuesto un magnífico escaparate para una comparativa entre ambas. Así, los andaluces, con un ojo mirando a Madrid y otro puesto en Sevilla, han tenido la ocasión de comprobar que la política en educación pública del PSOE es diametralmente opuesta a la del PP. Que el concepto de la sanidad pública del PP consiste en que deje de ser pública, y el del PSOE, en reforzar precisamente su carácter universal y accesible para todos. Han corroborado que el Gobierno progresista andaluz ha mantenido las políticas sociales intactas aún a costa de reducir otras partidas como la inversión pública, en los PGA de 2013. Mientras, Mariano Rajoy asestaba dentelladas mortales en cada ejercicio presupuestario a esta materia. Por eso se ha hundido el PP. Porque ya no podían engañar a nadie con programas ocultos y promesas falsas. La comparación es absolutamente reveladora por otro motivo, además: pone de manifiesto la repugnante falacia según la cual PSOE y PP son lo mismo. Esta falsedad, constituida sobre indisimulados intereses políticos, ha sido utilizada por diversas formaciones emergentes a sabiendas de su hipocresía. Porque los datos son públicos, comparables y, lo más importante, la diferencia entre socialistas y populares se produce, sobre todo, en las materias que conforman el esqueleto del Estado del Bienestar. Lo que verdaderamente pone de manifiesto la concepción sobre un país que tiene un partido u otro. Lo más gracioso o paradójico de esta argumentación es que su uso continuado por parte de esas fuerzas políticas emergentes sí los iguala a todos ellos en ese aspecto. Pero parece que no se han percatado todavía. Allá cada uno con su conciencia y sus farsas. La concepción radicalmente opuesta entre el PSOE y el PP en sanidad, educación, política social o dependencia ha sido, pues, un aspecto primordial, clave. Algo que han sabido valorar muchos andaluces que han vuelto a situar al PSOE como fuerza más votada. Ahora es el momento de que en el Parlamento y Gobierno andaluz se siga por esta senada. Los que quieran ayudar en el fortalecimiento del progreso y del bienestar social deben ser bienvenidos. Pablo Martín |