Cartas a Hircio Ave Hircio. Te acuerdas de aquellos días en el Circo romano? Como se bufoneaban de los cristianos, y que dejamos de asistir como protesta ante tan cruenta humillación hacia ellos. Yo me encuentro en una aldea de la Bética, obsesionado con la búsqueda de Munda, que según el Bellum Hispaniense estaba por aquí cerca. Es costumbre en estas fechas, representar el nacimiento del niño Jesús, por El que aquellos cristianos dieron su vida. Y lo curioso o lo “milagroso” como ellos dicen, es que han puesto una representación de ese nacimiento en lo que antes era la Casa de todos los aldeanos, el Ayuntamiento. Escuché un día decir a una aldeana que su único Dios era Zapatero (surtor, is), Zapatero ya no “existe”, ha sido abandonado por todos, como ese edificio tan coqueto, donde se le “veneraba”que ha convertido por unos días en la cueva humilde donde nacerá ese niño pobre, que llenará de ilusión a niños, y a los mayores por verla reflejada en sus caritas. Hircio, yo sé de tu agnosticismo, pero creo que los milagros existen. Animus iniurandi (Sin intención de ofender) |