Alcolea del Río - Sevilla

Dos años de sacrificios impuestos a los españoles que no han servido para nada
La economía está en el mismo punto que la dejó Zapatero, hay más paro y menos derechos en sanidad, educación, dependencia y en lo laboral.
ELPLURAL.COM | 21/12/2013

Los nuevos miembros del Gabinete de Mariano Rajoy posan ante la escalinata del edificio del Consejo de Ministros en La Moncloa. Palacio de La Moncloa, Madrid – 23/12/2011 (Prensa Moncloa)
Este domingo se cumplen 2 años desde la toma de posesión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España, pero no hará balance de su gestión en 2013, como no lo hizo el año pasado. El Ejecutivo de Zapatero, a pesar de las críticas del actual, sí hizo balance cada año de su mandato, con rueda de prensa del presidente y con un documento público que se daba a la prensa y se colgaba en la web de La Moncloa.
Más paro, pobreza y deuda pública
Pero Rajoy no lo hace, la razón parece evidente: los datos demuestran que lo único que ha aumentado en España con su gestión es el paro, la pobreza y la deuda pública. Y en el mismo sentido –es lógico- ha aumentado el desapego de los ciudadanos hacia la política.
Rajoy reconoció que a los nueve días ya incumplía su programa
Rajoy ha hecho todo lo contrario de lo que dijo que haría. “A los nueve días ya estaba yo incumpliendo el programa electoral” –lo reconoció el propio presidente del Gobierno, el pasado día 9, en una entrevista con c inco medios de comunicación europeos.
Los pagos en B
Los españoles han tenido que ver cómo el partido en el Gobierno y el presidente se niegan a dar explicaciones y asumir responsabilidades ante gravísimos casos de corrupción, a la cabeza de los cuales está el escándalo, cada vez más acreditado ante los jueces de que, presuntamente, el PP lleva 20 años financiándose irregularmente, manteniendo una contabilidad B -dinero negro- y pagando sobresueldos a sus más altos dirigentes, entre ellos el propio Rajoy.
La crisis catalana
Durante el mandato de Rajoy ha crecido una de las crisis políticas más graves en España desde la Transición: el planteamiento de una consulta independentista en Cataluña. No puede decirse que el Ejecutivo haya sabido manejar el desafío independentista desde una manera inteligente y sosegada, sino más bien todo lo contrario: ha alternado silencio con falta de diplomacia.
El PP había anunciado que Rajoy haría balance de sus 2 años de Gobierno, en la Convención Regional que el PP cel ebró en Murcia, el pasado domingo, día 14 de diciembre de 2013.
Un balance que no fue tal
“Esta Convención es un poco de balance”, dijo Rajoy, que añadió que “de la situación que nos encontramos al llegar al Gobierno, prefiero no hablar. De lo que nos encontramos ya no voy a hablar”.
Hace un año
La clave de su negativa a hacer comparaciones puede estar en que no puede presentar nada creíble ante los ciudadanos que acredite que estamos mejor que hace dos años. Se compara, pero consigo mismo, un año atrás. “Quiero recordar lo que vivía yo, presidente del Gobierno, el año pasado. Me decían“¿cuándo pide usted el rescate?, Hoy nadie me pregunta por eso, ni me dicen por qué la prima de riesgo está en 600 puntos básicos”
El rescate del 9 de julio de 2012
Por qué el presidente intenta ocultar que pidió el rescate. Lo hizo el 9 de julio de 2012. Y el desastre de la prima de riesgo en los 600 puntos le corresponde sólo a él, porque el Gobierno socialista la dejó en 345 puntos.
¿Cuál es el crecimiento del que presume Rajoy?
En Murcia, Rajoy defendió también que ya hay crecimiento económico, mínimo, pero en el último trimestre hemos subido un 0,1%”–dijo el presidente. Pero es que cuando llegó al Gobierno en 2011 la economía crecía precisamente al 0,1%, pero no en un único trimestre sino en el conjunto del año. En cambio,2013 va a acabar con una caída de la economía superior al -1%, según datos del Ejecutivo. ¿Cuál es la conclusión, que todos los sacrificios impuestos a la sociedad española no han servido para nada?
Recortes sociales y de derechos
Han sido dos años de recortes en educación, sanidad, dependencia, pensiones, derechos laborales, derechos sociales, de estancamiento y atraso tecnológico y científico.
El argumento de Rajoy sobre el déficit
Hoy, el déficit público está más controlado”, aseguró Rajoy en Murcia. El último dato de déficit conocido es el de 2012. El déficit de España en 2012, según datos de EUROSTAT fue del -10,6% (incluidas las ayudas a la Banca) El de 2011 fue del -9,4% (incluidas las ayudas a la Banca). Así que en esto también ha sido un fracaso las políticas del PP. Rajoy recurre a la trampa de excluir las ayudas del rescate a la Banca, para decir que ha conseguido rebajar el déficit. Pero lo cierto es que ese rescate computa como déficit y como deuda aunque Rajoy mintiera el 10 de junio de 2012 negando ambas cosas.
El paro
“En el mes de noviembre de este año ya había en las oficinas del INEM menos personas apuntadas en el paro que en noviembre del año pasado”–aseguró Rajoy en Murcia. Esto sí es cierto, pero pretende inducir a error, porque Rajoy no dice cuántas, claro, pero en noviembre había 2.475 personas menos “apuntadas en el paro” que en noviembre de 2012.
Menos personas trabajando
La forma de decirlo no es casual. Afirma que hay menos apuntados en el paro, pero no que haya más gente trabajando. ¿Por qué porque su propio Ministerio de Empleo ha dicho que en noviembre de este año hay 70.000 personas menos trabajando que en el mes anterior.
Por cierto, tampoco es casual que Rajoy compare con noviembre de 2012 y no con noviembre de 2011, porque entonces había casi 400.000 parados menos que ahora.
Más familias con muchas dificultades
Según el Instituto Nacional de Estadística, en su Encuesta de Condiciones de Vida, publicada el 20 de noviembre de 2013, los hogares con muchas dificultades han aumentado más de seis puntos en los dos años de Gobierno de Rajoy, del 10,6 en 2011 al 16,9 actual.

Veinte años son nada. Sale sola la voz tanguera. Carlos Gardel al lado, desde la garganta de cada cual. Carlos, el del lunfardo bonaerense, desde el vientre mismo de su Calle Corrientes, diciendo que veinte años son nada, que feliz la mirada.
España está deshuesada. A trozos cae su carne, su historia, su ayer. Hemos dejado de ser país para convertirnos en una reunión clasificada de escombros.
El hambre, el paro, la desnutrición, Caritas supliendo a la justicia, los dependientes, las pensiones, los enfermos, las familias desgajadas, los viejos como asilos donde llena el estómago el hijo de cuarenta y ocho. Sí, estamos clasificados. Estamos en orden. A los políticos les preocupa mucho que seamos gente de orden. Por eso nos prohíben salir a la calle, convocar manifestaciones, protestas. Por eso ponen cuchillas que muerden la carne negra, el sudor negro. Por eso procuran que los pobres sean más pobres, para que no tengan fuerza ni para reclamar sus derechos. Debe estar en orden el dinero, por eso desahucian a la gente de sus casas y después los multan por dormir en un cajero. Se cierra el círculo y se mantiene el orden.
La reforma laboral es la mayor aportación de España a la humanidad (Ana Botella dixit). Esa reforma traerá grandes alegrías a los trabajadores (Fátima Báñez) y ha permitido la no destrucción de empleo y la creación de puestos de trabajo. Las estadísticas no importan. Los ERES no cuentan. Hay que seguir un orden: para que el trabajador tenga una alegría, se le despide primero y en 2.033 se le recoloca y le brindamos el gozo de renacer. Y mientras tanto, los empresarios pueden alterar los turnos de trabajo, se le roba a la justicia la capacidad de dictaminar si un despido es justo o no, se despide con la libertad de quien está cumpliendo la ley, apenas se le indemniza  porque faltaría más. Los jóvenes no pueden aspirar a un puesto de trabajo porque no tienen experiencia. Un hombre o una mujer con cincuenta ya es viejo para trabajar, y como no sabe trabajar, se le jubila cuanto más tarde mejor. Más disfrutará de su cualidad de parado irredento.
Millones de parados, millones con hambre, millones desnutridos, millones sin calefacción, millones arrojados de sus viviendas, millones sin poder medicarse porque tienen que elegir entre la azitromicina y la sopa de ajo, millones de chavales sin colegios, sin universidad, emigrando, llegando a Alemania sin cuchillas, a Londres sin cuchillas, a Mexico sin cuchillas. Millones asombrados ante la corrupción. Millones decepcionados con la política, añorando algunos palacios de El Pardo y guardia mora.
Veinte años son nada. Y Carlos Gardel, Génova abajo, conforme se viene a la derecha, muy a la derecha. Allí está el mercadillo. Se venden colegios al Opus a buen precio, a órdenes religiosas, se le regalan terrenos para que edifiquen, se descuenta en renta parte de lo que pagan los padres que llevan a sus hijos a colegios caros, se vende la sanidad con hospitales incluidos como si la sanidad y los hospitales fueran patrimonio de no se sabe quién y no se hubieran levantado con nuestros impuestos. Por lo visto todo lo que está en manos privadas está mejor dirigido porque los que gestores públicos nunca saben lo que se traen entre manos. Y se desprecia a los médicos, a los profesores, a los profesionales. Y se desprecia al obrero que durante treinta años dejó su vida en un andamio, en un taller. Y se desprecia al  jubilado porque al fin y al cabo no es más que un viejo con obligación de morirse cuanto antes para que no haya que tocar la caja de reservas. España es un desprecio inmenso.
Pero no todo es escombro. Están los bancos, redimidos con el dinero de todos, para asegurarles la capacidad de desahuciar, comisiones que engordan jubilaciones de staf que serán suficientes para tres generaciones, e indemnizaciones de banqueros que tienen que dejar el despacho porque el yate hay que revisarlo de vez en cuando.
Y ahora alguien cualificado nos advierte que hasta 2.033 no se recuperará el empleo que teníamos hasta hace poco y se recuperará el pequeño estado de bienestar.
Veinte años son nada. Tango del hermoso Buenos Aires. Voz de Gardel por Corrientes. Lapso de desesperanza para los que hoy son pobres. Porque alguien los ha condenado a veinte años de angustia, desesperanza y asco.
España es un inmenso desprecio.

Rafael Fernando Navarro es filósofo