Alcolea del Río - Sevilla

Una chica estaba aguerdando su vuelo en una sala de espera del aeropuerto, y como debía esperar un largo rato decidió comprar un libro y tambien un paquete de galletitas.
Se sentó en la sala de espera para descansar y poder leer. Asiento de por medio se sentó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletitas. Cuando ella tomó la primera, el hombre tambien tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada y pensó: <<!Que descarado¡, me dan ganas de darle una bofetada para que nunca más se le olvide>>.
Cada vez que ella cogía una galetita, el hombre tambien cogía una. Aquello la enfurecía tanto que no consegía concentrarse en la lectura ni reacionar. Cuando apenas quedaba una galletita, pensó: <<¿Qué hará ahora este abusador?>>...
Entonces, el hombre dividió la ultima galletita y dejó una mitad para ella. ¡No!...aquello le pareció demasiado... se puso rabiosa cerró el libro, sus cosas...y se dirigió al sector de embarque.
Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y, para su sorpresa, ¡allí estabasu paquete de galletitas!...intacto. Sintió tanta verguenza...solo entonces percibio lo equivocada que estaba. ¡Habia olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!
El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado; y ya no había tiempo ni posibilidades para explicarlo o pedir disculpas.
Pero sí había tiempo para RAZONAR: ¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?
Seamos humildes y demos una oportunidad a la verdad de los demas.

Un saludo, Rosalino

LAS GALLETITAS EN LA SALA. Sí, Rosalino, muchos formámos juício sin pensar en la reación de los otros y, cualquiera puede darnos una lección magistral de humildad aplastante y, con verdad; pensemos que todos llevan la razón hasta que no se demuestre lo contrario. Muy bueno hermano.

Un abrazo
manolín (monaguillo)

A ver, vuestros padres que os daban de comer para ser asi de esa manera, cariñosos, buenas gentes, humildes y muy grandes para mi vuestro primo de la prima Josefa.

un abrazo muy fuerte para los dos.

el de la Soledad.

Precioso, Rosalino. Muchas veces debemos pensar en el hombre de las galletitas.Nos irá mejor y seremos más felices.
Muchas gracias, amigo: carcelera-panaera

Cómo puede leerse en tu escrito, menos mal, que si hay tiempo para razonar,( a toro pasado ).
Por lo menos nos queda esa posibilidad y así aprender a evitar nuevos errores.
Razonar, intentaré no olvidarlo.
Gracias Rosalino por esa magistral lección.

Un saludo. Pepi Valero

Primo una vez mas todo un ejemplo de sabiduria,estoy orgulloso de ti,te admiro un saludo muy fraternal de tu primo...domingo rios moreno....