Otero de Herreros - Segovia

Hacían unos 44 años que no visitaba este pueblo. Lo hice por primera vez siendo muy niño, en unas navidades, junto a mis padres y hermano. Fuimos a casa de mis tíos, que ahí vivían. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido muy a menudo el recuerdo me ha acompañado, porque aquellas navidades me resultaron fabulosas. La nieve, el frio, la piedra granítica de sus casas, las vacas que paseaban por sus calles, y el juego libre que mantenía eran motivo de mi recuerdo; el ruido del agua que transcurría por el cauce de su rio, junto a la casa que visité, han permanecido inalterados y me ha alegrado contemplar como a pesar del tiempo transcurrido, las imagenes de aquella visita se me han presentado con la añoranza del paso del tiempo, que modifica lo vivido, pero que en el corazón permanecen como cuando por primera vez las viví. La plaza es lo que mejor se me quedó y comparativamente con la de ahora sigue siendo como siempre me ha sido en el recuerdo y me ha despertado las vivencias infantiles. Resulta gratificante contemplar que ahora es un pueblo con vida y pacificamente trazado, sin contraposición con la naturaleza que sabe conservar; se me imagina tránquilo y relajante, donde vivir debe ser placentero en una convivencia, que vistas sus gentes, en nada aminoran la cálidad de sus ascendentes que son quienes yo recordaba desde aquel maravilloso viaje. Ahora 44 años después lo he descubierto de nuevo, con el recuerdo de lo que me fue y con la melancolía del paso del tiempo, que me motiva esta carta a todos los foreros, a quienes sin conocer les convierto en mis amigos y como tal para vosotros espero serlo. Muchas gracias por permitirme este escrito que me sale del rincón de mis nostalgias más dulces. Un saludo a todos.