DORMIDA ESTABA LA SIERRA

DORMIDA ESTABA LA SIERRA

Al amanecer
las nieblas del otoño
ya arropan a las montañas,

Me gustaría pararme y sentarme
junto al charco
Charco de La Cruz
del arroyo que aun corre
del rio los Huelmos
claro, muy claro
y mirar sin prisa sus aguas
los renacuajos,
los berros verdes
por entre el fango
del agua cristalina
y resplandeciente
y las hojas secas amontonadas
por todos lados
al curso de su corriente.

Me gustaría coger moras
de los mil ramos
que cuelgan de las zarzas
de la Pared Nueva
hasta la Rabajo
y con higos morados,
y blancos
de las Remorales
y Los Regajos…
las nueces y las uvas
que bailan colgando
comérmelas sin prisa
y sentado
junto al agua del arroyo
que por Santa Marina
baja cantando.

Me gustaría quedarme con calma
por la tarde en el campo
mirando desde las Cabezas
hasta Lantigua Abajo
y mientras gozo del otoño
que va llegando
darme un paseo de encanto
desde la Tomita
al Castaño Lucio,,
por el Vallehondo pasando
subiendo hacia la Reguerta
y en La Cuesta el Horno
beber de agua un buen trago
refrescándome del bochorno
cae la tarde silenciosa
envuelta de paz redonda
recorriendo la Plaza de Las Eras
con tristeza y pena honda
que parece irse con el viento
como quien ríe, y después llora
sabiendo que muy adentro
donde su Alma mora
tiene su gran tesoro
y la dicha que añora.


Como ayer el verano,
de puntillas y sin ruidos
se he presentado
el otoño desde septiembre
ya está enganchado
en las ramas de los robles
y los viejos álamos.
sé que es hermosísimo
ir por los campos
mirando simplemente
el hermoso cambio
que se da en los bosques verdes,
por cumbres y llanos
y junto al rio y fuentes
que siguen brotando.
qué gran espectáculo
aquí y allá y en todas partes
y el sol besando
a la honda y hermosa sierra
de la que estoy enamorado.

- Me acuerdo yo,
cuando la tarde cae
y a lo lejos
se te adivina Sierra hermosa
alegre sutil , y suave
como pétalos de rosa.
mi alegre mirada divisa
el Castillo Viejo
hoy su cima más clara que otros días
se aprecia su vieja calva
y bajando entre brezos y jaras
llegando al regato de la Paya,
También por allí el otoño
anda apareciendo
con el frío por las noches
a lo ancho corriendo,
los días mucho más cortos,
cubierto el cielo,
los arroyos algo más enjutos,
más seco el terreno,
más pálidas las montañas,
más grises y añejos
los caminos que pisabas
no hace mucho tiempo.

Me acuerdo yo esta tarde
de aquel rincón bello
que tanto me pertenece
por llevarlo dentro,
Cae la tarde a paso lento
He subido a la puerta el Sol
Desde allí a la Pantoja
Con este corazón mio
Que busca contento
La inmensa panorámica
Que se divisa desde El Cabezuelo
Donde me repito todo el tiempo
Dichosos los que podemos
Ir por estos suelos
Donde voy a dedicarme
A coger trozos de sueños
Desde el Pico a la Matafrancia
La Jara, el Rapao y Muñoperro
Por sus veredas y arroyuelos
Y los cuatro pueblos
Que tengo tan cerca
Que casi tocarlos puedo.

Por eso lo único que pretendo
No es más que otra cosa
A lo largo y ancho del tiempo,
Recoger y contar
Los más sencillos secretos
Que a esta preciosa Sierra rodean
Aunque sean pequeños.

El día amaneció,
Como tantos, esplendido
Y mi Sierra querida despertaba
Como del más dulce sueño
El arroyo de la fuente corría
Hermoso y en su juego
Y el camino a la fuentina subía
Trazando azulejos
Por entre laureles, kakis y perales,
Robles esbeltos
Verdes castañales
Y en el Cerrao la tierra de los huertos.

La mañana limpia y azulada
El humo de sus chimeneas
Parecía como incienso
Las flores de las jaras blancas
Adornaban el sendero
De la Pedraguera a la Fuente Herrero
Para llegar al mirador de la Sierra
Donde le dije respondiendo:

Ya ves hermosa Aurora
A donde venía y vengo
Necesito encontrarme un ratito
Con el cielo y esta Sierra de mis sueños
Para decirle a mi Dios
Que aquí la estoy queriendo.

Dormida estaba la sierra
Con los fríos del invierno
Parada estaba la savia,
De los pinos y los cerezos,
Dormida estaba la tierra
Por donde iba subiendo
Y estaba la hierba en su manto
Como dormida por dentro
Y yo andando sin mí
Buscando cálido aliento
Por los praos de la luz,
Que son mi sueño.

Las aves con su calma
cantaban diciéndole al cielo
a dónde vas con tu alma
querido serrano viajero
a recorrer esta Sierra querida
que es mi encanto y mi sueño
Dormida estaba la sierra
Por el Balexito me fui perdiendo
A la derecha el camino ancho
El monte de la Mata espeso
A la izquierda el hombo
Llena de majuelos
Bajo su sombra brotando
Las hojas de los ciruelos.

cálida y majestuosa la mañana
por mi ventana venia naciendo
desde el horizonte más profundo
su luz radiaba en mi lecho
mi mano junto a mi corazón
mil veces agradeciendo
que un día mas me hayas dejado
acariciar y besar mi sueño
de esta Sierra de francia hermosa
a la que tanto quiero
dormida estaba la Sierra
y yo por ella muriendo……..



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