Martiago - Salamanca

El Ayuntamiento de Hinojosa de Duero acordó ayer por unanimidad del pleno, con la excepción de la abstención del alcalde, la incautación de la residencia de mayores La Laguna. Para ello, se le ha concedió a la actual empresa gestora un plazo de 24 horas, a partir de la comunicación del acuerdo finalizada la sesión plenaria, para que de forma voluntaria abandone las instalaciones; en caso contrario, el viernes a las 10.30 horas, el Ayuntamiento procederá a la incautación forzosa del servicio de atención a mayores en este centro geriátrico.

Como parece probable que la gerente de la residencia no abandonará de forma voluntaria las instalaciones este martes antes de las 14 horas, momento en el que se cumple el plazo otorgado por el pleno, siguiendo las indicaciones de los servicios jurídicos municipales, el Ayuntamiento de Hinojosa solicitará al Juzgado de Vitigudino autorización para la incautación del servicio, procedimiento del que se espera una resolución rápida, aunque pudiera trasladarse más allá del viernes.

La decisión del Ayuntamiento de Hinojosa viene después de las irregularidades detectadas por los servicios de inspección de la Junta de Castilla y León, un paso que facilitará al Ayuntamiento el procedimiento administrativo iniciado meses atrás tras las denuncias presentadas por familiares y usuarios de este servicio municipal con gestión indirecta a través de la empresa que dirige Reyes Díez, pero que encontraba como principal inconveniente la ausencia de conclusiones en las inspecciones realizadas por la Junta de Castilla y León, y que finalmente se han producido con la ratificación de algunas de las denuncias puestas de manifiesto por el Ayuntamiento, usuarios y familiares.

De esta manera, parece que se ponga fin a una situación que tenía como principales afectados a personas mayores y sobre la que la Administración competente, en materia de Servicios Sociales, ha permanecido pasiva hasta que la situación se convirtió en insostenible, tanto para los usuarios del centro y trabajadoras, como para la paciencia de sus familiares y responsables municipales, con continuas críticas que ponían de manifiesto una escasa alimentación de los residentes, ausencia de calefacción o suciedad.