Las cosas de aquel bar Parece mentira que después de tanto tiempo rotos nuestros lazos sigamos manteniendo la ilusión en nuestro aniversario. La misma mesita que nos ha visto amarrar las manos por debajo cuida que el rincón de siempre permanezca reservado. Y aunque la historia se acabó hay algo vivo en ese amor que aunque empeñados en soplar hay llamas que ni con el mar. |