La Alameda de Gardón - Salamanca

Museos de Salamanca: El tesoro de la fiesta nacional
Una de las cosas por las que se conoce a Salamanca en el mundo es por su tradición taurina. Por eso hoy, en esta serie dominical que intenta acercar a los lectores los museos charros, descubrimos los secretos del Museo Taurino de Salamanca
31/01/2010

Museo Taurino de Salamanca
En una ciudad taurina por excelencia, en pleno corazón charro y a escasos metros de la Plaza Mayor, se halla el Museo Taurino de Salamanca. Una sala expositiva en la que se rinde homenaje a la historia del toreo, en general, y a la tradición salmantina, en particular. Desde que abriera sus puertas en 1993, el museo reúne una amplia colección de objetos relacionados con el mundo del torero, del toro y del arte del toreo. Todo ello bajo la consigna de homenajear a El Viti, a Julio Robles y El Niño de la Capea, los tres matadores salmantinos más importantes de la historia.

Aparte de las obras expuestas, la propia morfología de la sala ya aporta un significado y una contextualización singular. Sus pasillos estrechos y alargados y el techo enladrillado en forma de arco provocan al visitante la sensación de estar adentrándose en una especie de cueva en la que va a encontrar un tesoro. Tesoro que todo buen amante del arte taurino sabe apreciar en cada uno de los detalles y objetos expuestos en la saturada sala expositiva.

El primer gran espacio está dedicado a la figura de Julio Robles. Se trata de la colección personal del torero donada por su familia y en la que se pueden contemplar desde el traje de la alternativa hasta el cartel de su última corrida, pasando por una infinidad de trofeos, fotografías y retratos que repasan la vida profesional del torero. Al igual que éste, El Viti y el Niño de la Capea también tienen su rinconcito en el museo. Retratos, objetos personales, trajes de luces, fotografías históricas y demás artículos taurinos sirven como pequeño homenaje a la carrera de estos dos grandes matadores.

Dividido en tres secciones

En lo que respecta al resto de la obra, el museo hace una división en tres grandes partes: En primer lugar, espectaculares cabezas de toros disecadas y una excelsa colección de hierros de las ganaderías de lidia conforman la sección del mundo del toro; en segundo lugar, el mundo del torero está representada por trajes de luces, de picador y de banderillero, así como monteras, banderillas y capotes; en tercer lugar, se alude a la relación toros y arte por medio de un gran número de retratos de toreros, de fotografías históricas y de pinturas sobre la fiesta taurina.

A pesar de que, en el primer golpe de vista, lo que más llama la atención son los toros disecados y los trajes de luces, al detenerse un poco más se pueden observar detalles de todo tipo. Así, carteles y entradas de corridas históricas, documentos y publicaciones e, incluso, los tradicionales puros no se escapan del museo taurino de Salamanca.

Una colección digna de visita tanto para los que siguen sin entender la riqueza del arte taurino como para los verdaderos amantes y aficionados de toda la vida, ya que, al adentrarse en él descubrirán un auténtico tesoro. El tesoro de la fiesta nacional.


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Fecha: 31 de enero de 2010
Autor: Javier García.