12-12-15 13:01 | #12938505 -> 12382451 |
Por:delaheraluis | |
RE: Sucedia por navidad SUCEDÍA POR NAVIDAD SEGUNDA PARTE Rara era la casa del pueblo que no tenía uno o más gatos. Y, es cierto que muchos dueños no llegaban a saber cuantos tenían, porque más de una vez criaban en cuadras, pajares y corrales sin controlar. Se podría decir que el animal conocía mejor a sus dueños, su casa y el entorno que éste a él. Cazar, pillar o apresar un gato en el pueblo, no era difícil, ni tampoco se le echaría de menos, porque a los gatos, no se les dejaba entrar mucho en el interior de la casa, por lo general. Su falta sería suplida en poco tiempo y, a otra cosa. Todos los jóvenes y mayores del pueblo deistinguían a la perfección entre un macho y una hembra de gato. Por lo que el objetivo, era el macho, que aportaba más carne al plato, al ser más grande y pesado. Engatusarlo o engañarlo, que viene a ser lo mismo para el caso, no era difícil, y, una vez preso, darle “matarile” y desollarle como un conejo estaba al alcance de muchas personas. Así que, una tarde, antes del anochecer y antes de la puesta del sol, decidieron dar una batida por las calles y callejuelas del pueblo para ver los sitios y querencias de los animales gatunos, que aprovechaban los remansos y recobecos de horneras, leñeros y brigañas de paredes orientadas al mediodía. Era allí, donde recibían la caricia de los últimos rayos del sol del invierno y donde dormitaban ociosos y ajenos al entorno, confiados. Cazar uno, fue cosa fácil y, después de dejarlo una noche o dos a la intemperie, para erradicar sabores y olores salvajes pasar a la cazuela con el zorro en la fecha elegida. Solían ser, las noches de los sábados, los días elegidos por la mocedad para estas fiestas, pero también podía ser otra noche cualquiera que se terciase. En invierno, y más en navidades, eran muchos más los mozos ociosos, por unas u otras causas, que los que trabajaban. Conseguir que “Chano” o “ Chanines” se presentase a cenar, tampoco entrañaba mayor dificultad, si al día siguiente no trabajaba. Era un asiduo a estas “jaranas” a las que se apuntaba encantado y , aportaba su “chispa” y “gracejo” con espontaneidad y alegría. Era una persona muy querida y estimada entre todos, por su gracia y simpatía. Campechano, de baja estartura, nariz singular y pícara mirada , que llevaba su sotería como estandarte. Era quizás, el soltero más viejo del pueblo. Gran trabajador, siempre cumplió con su tarea y, al estar soltero y no tener cargas familiares, su vida se repartía casi por igual entre el trabajo y su ocio. Había personas que prácticamente, todos los días visitaban la cantina: bien la de Nana y Tino, bien la de Pili y Rafa. Al final solo quedó la primera. En ella de bebía un “ chato”, o varios, alguna “ “clara” y conversación, saludar a los presentes y charlar un rato. De éste grupo asíduo, solían ser casi todos los convidados a aquella cena, y en ella, solía haber algún casado. No voy a decir nombres, porque son muchos y de todos conocidos, además, no viene a cuento. Importan, los recuerdos agradables que de estas cenas, aún poseen muchas gentes del pueblo. Estoy seguro que añoran, porque hoy en día, aquella camaradería, diversión y forma de compartir se echa de menos. La cantinera, que era una buena cocinera, preparó una exquisita cena, quizá , un poquito sabrosa y algo picante, porque lo pedía el cuerpo. La bebida entraba mejor y el sabor del principal ingrediente se disimulaba más. La pequeña hornacha de la cantina estaba encendida animando el ambiente, Las mesas dispuestas y los comensales llegando. No había orden establecido en el asiento. Cada cual se ponía donde quería. Eran compañeros de tantas juergas y tareas que no había preferencias. Se bebió y comió hasta acabar el contenido de aquel gran perolo de procelana rojo en el que se solían cocer las morcillas en época de matanza, y, antes de recoger los platos, alguien hizo notar y llamó la atención de todos sobre los huesos que había en el plato de Chano. - ¡Mirad!-dijo-estos huesos no son de zorro ¿Cómo que no?- Son del zorro que se cazó el otro día- dijo alguien No, no, no tienen nada que ver. ¿Quién lo dice?- dijo Chano Lo digo yo- dijo- su compañero de mesa Sí estos son de zorro, debió se ser muy enano- observó otro ¡A ver, a ver, ¡investiguemos! Alguien dijo- ¡Cantinero!, aquí no se recoge un plato hasta solucionar el entuerto Esto que Chano ha comido, es una pata delantera. Queda claro. Sí, sí,- respondieron los demás. ¿Qué decís? – respondio en interesado. Todos los asistentes se tomaron aquello en serio y la expectación fue creciendo por momentos Buscad en los platos, a ver quien ha comido otra pata. Aquí, yo, pero ésta es bastante más grande. Esa es de zorro- dijo alguien ¡Aquí, aquí! De pronto aparecieron patas por todos los platos Hay truco, sorpresa. A ver, llamad a la cocinera ¿Qué nos has guisado esta noche? Pues lo que habéis traido. Un zorro y dos conejos. ¿ Queda claro? – respondió la cocinera Pues, no, porque aquí hay seís patas delanteras y distintas. ¿Cómo que distintas?- dijo Chano Comiendo, no te jode. Se hizo un silencio espectante y de un rictus contenido en cada cara , que solo presagiaba lo que iba a ocurrir. Toda la cantina estalló en una sonora carcajada que se prolongó por unos cuantos segundos. Todos reían menos Chano que no enteendía del todo el porqué. Aunque algo presagiaba. Hasta que poco a poco por las miradas de complicidad y los comentarios fue intuyendo que él, era el engañado y blanco de todass las risas. Le estaban gastando una broma, aunque sin saber a ciencia cierta cual Mira el plato Chano, mira el plato Qué plato ni que leches- respondió él El plato chano , el plato- le volviaeron a repetir Obedeció el mandato y , entonces, comprendió ¡Cabrones! Me habéis dado gato por conejo. Pero sabéis lo que os digo, que estaba muy bueno. A sí que, hurra por la cocinera Hurra, hurra dijerosn todos y asintieron con un aplauso. La juerga siguió hasta altas horas de la noche, y al banquete le siguió la bebida y a ésta, la narración de diverrsas vivencias y a ésta las canciones y coplas de siempre. Mañana no había que trabajar, ni madrugar. Acostarse no corría prisa, ni iban a ir a visitar a don Germán diciendo misa, ni a vestirse de curas, como en aquella ocasión posterior que lo hicieron y se encontraron a uno de ellos muerto. Historia que ya os contaré PARTE | |
Puntos: |
Tema (Autor) | Ultimo Mensaje | Resp | |
Feliz navidad Por: delaheraluis | 31-12-15 18:33 ALSALOCA | 3 | |
Felicitar la navidad Por: sflaa | 15-12-12 11:27 sflaa | 0 | |
Feliz Navidad Por: Nemesio Fraile | 23-12-11 13:19 Nemesio Fraile | 0 | |
navidad Por: donanferes | 16-12-10 15:09 donanferes | 0 |