Foro- Ciudad.com

Villalba de Guardo - Palencia

Poblacion:
España > Palencia > Villalba de Guardo
15-11-13 16:51 #11690819
Por:delaheraluis

Los ladrones y la mujer del tio simonico
LOS LADRONES Y LA MUJER DEL TIO SIMONICO

No era normal que en el pueblo aconteciesen robos con frecuencia. Más bien, eran trastadas de chiquillos o bromas, más o menos pesadas de los mozos. Pero de vez en cuando, a veces coincidiendo con la marcha de los húngaros del pueblo, se daban pequeños hurtos o desapariciones algo misteriosas.
Solían darse pequeños “apropiaciones ajenas”; algunas frutas que faltaban de los árboles, alguna herramienta que tenía pies de pronto, algún producto de las huertas y gallinas, sobre todo y con más frecuencia las gallinas eran el blanco. Parece ser, que al tener casi todas las familias del pueblo, se pensaba el ladrón que no se iban a echar en falta.
Así que la vida en el pueblo transcurría monótona y feliz en el devenir diario. Con sus pequeñas anécdotas y sus trabajos cotidianos.
Todo ello ayudado del conocimiento mutuo entre los vecinos. Y era, precisamente ese conocimiento entre gentes el pueblo, lo que hacía que muchas veces se tolerasen algunos fallos para suplir cierta escasez económica o de alimentos. Aunque en esta ocasión no era el caso.
Muchas de las casas del pueblo y la del tío Simón era una de ellas, estaban comunicadas con la cuadra por una puerta interior. Tenía esta comunicación sus ventajas e inconvenientes. Los pros; que tanto en invierno como en las frías mañanas de entretiempo y días lluviosos no se salía a la calle, lo que era de agradecer. Además la cuadra adosada a la casa hacía que ésta fuese más cálida en los largos inviernos. Por el contrario, y según los caprichos del viento, a veces el olor de la cuadra se colaba de intruso invitado al interior de la casa y arrastraba sus olores.
El tío Simón, se dedicaba, como casi todos los vecinos, a trabajar varios oficios que tenían que ver con el campo y los animales. Todas las gentes del pueblo tenían su punta de ovejas, sus vacas sus gallinas y alguna que otra jaula con conejos, además de su cerdo o pareja de ellos. Estos eran, los auténticos recicladores de todas las sobras y desperdicios de comida que la familia generaba y su resultado positivo estaba fuera de toda duda. Era costumbre que cuando algún hijo se casaba se le daban algunos animales para comenzar su propia actividad. También si se tenían colmenas se le daba algún par de hornillos para que tuviesen su propia miel.
Las gallinas en el pueblo, campaban a sus anchas, libremente por las calles, aboneros, prados, huertos y todo cuanto se pusiera al alcance de sus picos y patas era escarbado y picoteado sin miramiento. Al acabar la tarde y en el momento en el que el sol iba perdiendo altura en el cielo cada una volvía a su cubil. Muchas veces me preguntaba de niño lo listas que eran porque conocían su gallinero y cada una sabía su sitio, cuando amanecía y cuando anochecía.
Se les ubicaba en un rinconcito en la cuadra, muchas veces encima de la pocilga. Y, hay de aquella que tuviese la desgracia de caer dentro porque el cerdo daba buena cuenta de ella con rapidez. En un ventanuco de la cuadra se ponía un palo con varios clavados transversalmente a modo de escalera para que pudiesen salir y entrar. Por tanto, saber la casa que tenía gallinas era muy fácil, tan sencillo como echar una mirada a cualquier fachada.
Eran un bien muy estimado porque proporcionaban huevos frescos para toda la familia y carne. A las hembras no se les solía sacrificar hasta que no dejaban de poner y se habían puesto “cluecas” una o dos veces y habían criado sus polladas de diez o doce pollitos. Los gallos se sacrificaban antes, al lograr un peso de entre dos y tres kilos para conmemorar alguna festividad o para vender. Solamente se dejaban uno o dos para “gallar” a las hembras.
Las polladas de final de primavera y en aquellas casas rodeadas de prados y de eras abiertas eran cuidadas por los niños para evitar sobre todo la llegada del milano negro que tenía debilidad por los polluelos , sobre todo, en el Plantío y en las eras del Molino.
A los niños, por lo menos a mí, me gustaba este encargo porque además se aprovechaba para jugar el cuidado era fácil ya que en cuanto aparecía el milano, la gallina madre enseguida te avisaba cacareando impulsiva y con ellas todas las demás. Más de una vez el ave depredadora emprendía su aventura con éxito y otras muchas se veía frustrada.
Los ladrones no solían venir al pueblo con frecuencia, ni en el pueblo los había. A veces, con la llegada de los componedores y los húngaros se tomaban más precauciones de las habituales, porque solían darse estos hechos.
Cada vez que el pueblo era visitado por alguien ajeno o extraño, el instinto de protección general actuaba de inmediato.
Habían llegado al pueblo los componedores. Solía ser una familia completa que de vez en cuando, dos o tres veces al año, aparecían con su carromato de capota. Colgaban de sus laterales bastante cacharrería, faroles, paraguas, cazuelas y otros enseres de la casa que ellos arreglaban con estaño y otros remedios. Solían estar en el pueblo el tiempo que tardaban en recorrerlo de arriba abajo, casa por casa, ofreciendo sus servicios y reparando lo que se les encargaba. Acabada la tarea desaparecían igual que habían llegado, de improviso, sin más.
Tenía el tío Simonico y su mujer su docenita de lustrosas y ponedoras gallinas que les surtían de huevos frescos cada día, que fritos con: torreznos , patatas , con un poquito de sal (decían nuestras madres y abuelos que quién come un huevo sin sal , come a su madre si se la dan) y muchas veces en la grasa del cerdo porque el aceite de oliva escaseaba y valía “un pico” eran un manjar .
Fue a mediados de septiembre en torno a la Virgen del Brezo cuando acontecieron los hechos. Todavía las noches eran cálidas y la ropa con la que se solía acostar la gente no era de mucho abrigo. Los famosos “marianos” o calzones de cuerpo entero para los varones en tiempo de invierno dejaban paso a los de medio cuerpo en tiempo de calor, en cuanto a los hombres se refiere.
En estos años carentes de luz eléctrica, eran los faroles, candelabros con velas y lámparas de carburo los que alumbraban las horas de oscuridad. Pocas, porque uno solía acostarse a lo hora de las gallinas. Se acostaban temprano y se levantaban igual, tratando de aprovechar al máximo las horas de luz que el día proporcionaba.
Aquella noche, al igual que todas, el matrimonio se acostó temprano.
Apenas pasada la media noche, el tío Simonico y su mujer oyeron unos ruidos sospechosos que les puso en alerta y tensión máxima.
-¿Has oído algo. Simón- preguntó la mujer
- Sí, y son ruidos raros en la cuadra.
Pusieron atención y de nuevo al poco tiempo los ruidos se mezclaron con graznidos, mugidos y alboroto.
El tío Simón no lo dudó y como un rayo bajó a la planta baja de la casa y por la puerta interior que la comunicaba con la cuadra accedió a la misma no sin antes coger el palo que hacía de tranca de la puerta por el interior.
Comenzó a dar gritos y a golpear en palo contra el suelo. Tenía ladrones, que al oír al dueño se pusieron en fuga.
La mujer se asomó a la ventana de su habitación para ver lo que pasaba y, todo lo que vio fue a su marido en calzones correr detrás de dos personas.
Quizás la somnolencia, mezclada con los nervios, confusión y la poca claridad del cuarto creciente lunar le hicieron exclamar:
¡Vecinicos, vecinicos! Qué unos ladrones se llevan a mi maridico corito por la calle adelante.
Puntos:
16-11-13 10:20 #11691717 -> 11690819
Por:sflaa

RE: Los ladrones y la mujer del tio simonico
¡¡¡Bella historia !!!
¿ Me gustaria seber si se puede nombrar quien era el tio Simonico ? O has dado un nombre fricticio ? Gracias
Saludos
Puntos:
17-11-13 17:22 #11693215 -> 11691717
Por:No Registrado
RE: Los ladrones y la mujer del tio simonico
No creo que sea ficticio
Antes del tio Simon Casado segun me han dicho hubo otro que era el tio Simonico y ese debe ser
Puntos:
18-11-13 18:02 #11694644 -> 11693215
Por:delaheraluis

RE: Los ladrones y la mujer del tio simonico
El tío Simón llamado en el pueblo Simonico es real. Murió a finales del XIX y era un hombre, al parecer, muy popular en el pueblo, tanto, que hay un lugar en Villalba que lleva su nombre. Ese lugar como sabéis está en el final del río del Molino el tramo que parte del final de la Rala, hasta la desembocadura en el Carrión. Desde mediados del XIX el rio y cuérnagos se subastaban por tramos para pescar el ellos los vecinos que habían ganado la puja. Parece ser que el tío Simón siempre licitaba por el mismo tramo, que era muy abundante en cangrejos, sobre todo. Como siempre se le adjudicaba quedo dicho tramo como "El Simonico" nombre con el que se le conoce hoy. Aunque ya quedan muy pocas personas en el pueblo que conocen sitios del mismo.
Un saludo Santiago
Puntos:
22-11-13 17:04 #11700837 -> 11694644
Por:No Registrado
RE: Los ladrones y la mujer del tio simonico
Gracias por tus historias. Son muy buenas.Creo que cuando pusistes los nombres de los lugares del pueblo te falto los del rio y sería interesante
Un saludo gracias y adelante
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
El día que cazando descubri VALDELADRONES Por: delaheraluis 23-03-14 16:59
No Registrado
2
noticias del pueblo VIVAN LAS MUJERES Por: delaheraluis 22-04-11 18:14
delaheraluis
0
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com