Guardo - Palencia

En vísperas de Semana Santa, quiero advertir sobre el TIMO del juego de las CHAPAS. Aunque haya gente que salga a jugarse lícita y honradamente sus cuartos, también les hay que no salen a jugar, sino a estafar a los incautos.

Al igual que sucede en el timo de los trileros, la cosa es tan sencilla como cambiar una de las dos chapas que se lanzan al aire. ¿Quién no ha visto a magos, o sencillamente a gente habilidosa hacer trucos con monedas, por ejemplo? ¿Qué les costaría a personas así cambiar una de las chapas? Nada, en un visto y no visto...

El juego comienza con el lanzador enseñando las chapas, las dos, a los posibles apostantes. Cara y culo, las dos chapas. Todo correcto. Pero en el momento en que se van cubriendo las apuestas, se da el cambiazo a una de las chapas, por otra chapa con DOS CARAS. El lanzador, en este caso estafador, ya nunca podrá perder.

En el momento de lanzar, junta ambas chapas y las muestra a quien, entre los apostantes, quiera verlas. Juntas, las muestra dando vuelta a la mano: cara y culo. Pero cara y culo de distintas chapas, mientras una de ellas tiene sólo caras. Lanzará, y como se puede comprender, siempre ganando, o empatando (lanza otra vez, en estos casos), pero nunca perdiendo.

Así de simple. Ah, estos estafadores no actúan sólos. Van compinchados con dos o tres personas más, que se encargan de "cantar" el resultado de los lanzamientos, y sobre todo: de recoger rápidamente las chapas, para que ningún curioso pueda advertir la estafa. Y si alguien reclama ver de nuevo las chapas, es el habilidoso lanzador el que volverá a dar el cambiazo de la falsa chapa, y mostrar las chapas legales. Así que mucho ojito: a ver con quiénes nos jugamos los cuartos en Semana Santa...

Ponganse a trabajar y dejense de chapas que se enfada mariano