Baltanás - Palencia

Cuando era pequeña el Día de los Santos era toda una fiesta. El día de antes ya estaban las flores preparadas en casa. Las cultivaban mis tías y las hacían ramos, los tallos se envovían con papel de plata y recuerdo su fuerte olor, creo que su nombre era crisantemos o algo así y sus colores no eran vivos (lilas, blancos, ...). Nos dirigíamos al cementerio "vestidas de domingo" todas las mujeres de la familia juntas a primera hora con los ramos y con utensilios de limpieza para "dar una vuelta a la lápida" como en la peli de Almodovar lo prometo. Ibamos a la tumba de mi bisabuela (la madre de mi abuela) y a la de mi abuela y mi tía y a mi me hacía mucha gracia ver a las mujeres de mi casa todas serias ante sus difuntos y en mas de una ocasión se nos escapó, a mi hermana y a mi, alguna risita. Luego mi hermana y yo empezábamos a ir de lápida en lápida viendo fotos, calculando edades, etc... ¡qué tiempos!
En casa siempre había postre especial que mis tías hacían para ese día.
Ahora con el progreso y la era digital y tecnológica nos hemos americanizado y los pequeños celebran ¿Halloween? y nos tenemos que ir haciendo a la idea de que esos van a ser sus recuerdos de infancia ¡qué diferentes a los nuestros!