Riogordo - Malaga

PROPONGÁMONOS COMPRAR LOS REGALOS DE NAVIDAD EN PEQUEÑAS EMPRESAS:
LA VECINA QUE TIENE UN PEQUEÑO NEGOCIO, LA TIENDA DE AL LADO, EL ARTESANO QUE HACE PENDIENTES, LA AMIGA QUE VENDE POR INTERNET... HAGAMOS QUE NUESTRO DINERO LLEGUE A PERSONAS COMUNES Y NO A GRANDES MULTINACIONALES, Y ASÍ, MÁS PERSONAS TENDRÁN UNA FELIZ NAVIDAD. SI TE PARECE UNA BUENA PROPUESTA, DIFÚNDELA COPIANDO Y PEGANDO. APOYEMOS A NUESTRA GENTE... APOYANDO NUESTRO COMERCIO TRADICIONAL.

Pues aquí vamos a tener un serio problema. Yo no acostumbro a comprar en pequeños negocios, por una simple y sencilla razón.¡¡¡Los precios están por las nubes!!!.Entiendo que los gastos que tienen estas pequeñas empresas, son muy costosos de apoquinar, y en ocasiones no llegan a sacar ni la cuarta parte del beneficio, para poder llegar a final de mes, y poder costearse los sueldos y pagos que conlleva tener un establecimiento abierto. Pero, las cosas no andan boyantes, y uno tiene que mirar su economía y buscar otras alternativas, para poder reducir gastos. Y sin más remedio, me veo obligado a comprar en los grandes comercios, donde ellos juegan con los precios de los productos, y al final de la corrida, siempre te puedes ahorrar unas pelillas. Este año he notado más que nunca que la crisis se ha acrecentado, viendo como muchos comercios pequeños, no han tenido más remedio que cerrar. Sinceramente, me apena, ya que son muchas familias que comen de esas empresas. De todas maneras estoy por la labor de favorecer al pequeño, pero cuando no se puede, no se puede.........

Saludos........

Pues es cuestión de análisis, hace bastantes años la economía de subsistencia encarecían los productos que se vendían en las ciudades porque la producción estaba en el mundo rural y siempre era más barato comprar en los pueblos, luego con la transformación al consumismo en los años 70/80 se empezaron a implantar las grandes superficies y sus compras al por mayor abarataron costes y se empezó a comprar más barato en la ciudad que en los pueblos. Hoy en día está todo algo más equilibrado, debido a la fácil movilidad los de las ciudades suelen comprar en los pueblos y los de los pueblos en las ciudades, los precios no suelen tener muchas o grandes diferencias (salvo excepciones), pero lo que si es seguro es que las grandes empresas que operan en las grandes superficies los beneficios netos y el IVA los suelen llevar allí donde tienen sus sedes sociales, ya sean en Cataluña como si es en Francia o Alemania, mientras que los comercios locales sus beneficios siguen siendo re-invertidos en el mismo territorio donde se generan las ventas, esa es la gran diferencia.-
Saludos Panzones.

Tu comentario es certero, como la vida misma. Pero ahora mismo no está el horno "pa" bollos. Aquí en mi pueblo se han visto obligados a cerrar muchas tiendas. Unas porque ya no podían sostener esta situación crítica, que nos está tocando vivir a todos. Y otras porque no han podido competir con los chinos. Sin ir más lejos mi prima ha tenido que cerrar una tienda de ropa. Según sus comentarios le era imposible, poder pagar todos los gastos, además de pagar a dos empleadas. Pero lo que realmente le hundió, fueron los chinos. Han abierto en un espacio muy reducido tres tiendas, una de ropa, otra de zapatos, y la ultima de artículos de regalo. Como ves todo aquel que estaba alrededor de estas tiendas, se han tenido, que bajar los pantalones, y en muchos casos cerrar. No es la primera ni la ultima, ya que tengo entendido, que posiblemente en breve tengan que cerrar otra. Mi prima me ha podido contar, que era muy difícil poder luchar ante los precios de los chinos. Llegaron a poner los pantalones a cinco euros, cuando mi prima los tenía que cobrar a 20 euros, (los más baratos). Lo peor de todo, es que la calidad de un pantalón y otro era similar. Al final tubo que tomar la decisión de cerrar y buscarse la vida por otro lado. Se que no tiene nada que ver , sobre tu comentario anterior, pero quiero que entiendas, porque las tiendas pequeñas se están viniendo a bajo. Solo hay tres razones, una no pudiendo poder bajar los precios, por culpa de los gastos(modulos,impuestos,sueldos,material) Dos, los grandes supermercados, y tres la competencia de los comercios chinos. Como ves son demasiados inconvenientes, para que un comercio chico, pueda tirar para delante........

Saludos......

Ciertamente ahí está la problemática actual y futura del comercio, no ya en este país sino en todo el mundo, a continuación te pongo un comunicado brasileño que circula por Internet y que no le falta razón:

¿Cómo China dominará al mundo?

Algunos conocidos míos volvieron de la China impresionados. Un producto del que Brasil fabrica un millón de unidades, China, en una sola fábrica, produce 40 millones.
La calidad es equivalente y la velocidad de distribución impresionante. Los chinos colocan cualquier producto en el mercado en cuestión de semanas, a precios que son una fracción de los de los brasileños.
Una de las fábricas se está trasladando al interior porque los salarios de la región en que se halla instalada son demasiado altos: 100 dólares. Un obrero brasileño gana 300 dólares mínimo que sumados a los impuestos y otros beneficios equivalen a 600 dólares. Cuando los comparamos, con los 100 dólares que reciben los chinos sin prácticamente ningún otro beneficio…nos hallamos frente a una esclavitud amarilla, y alimentándola…
¿Horas extraordinarias? En la China…Olvídelas!!! La gente allí está tan agradecida de tener un empleo que trabaja horas extras a cambio de nada…
Detrás de esta “situación” está la gran trampa china. No se trata de una estrategia comercial, sino de una estrategia de “poder” para conquistar el mercado occidental. Los chinos están sacando provecho de la actitud de los “comerciantes” occidentales, que prefieren tercerizar la producción quedándose tan sólo con lo que le agrega valor: la marca.
Difícilmente podrá usted comprar en las grandes redes comerciales de los EE.UU. algún producto “made in USA”. Es todo “made in China”, con una marca estadounidense. Las empresas ganan riadas de dinero comprándoles a los chinos por centavos y vendiendo luego por centenares de dólares. Sólo les interesa el lucro inmediato a cualquier precio. Aún al costo de cerrar sus fábricas y generar una brutal desocupación. Es lo que podría llamarse “estrategia del precio”.
Mientras los occidentales tercerizan sus emprendimientos y ganan en el corto plazo, China aprovecha ese enfoque e instala unidades productivas de alta performance para dominar en el largo plazo.
Mientras las grandes potencias mercantiles se quedan con sus marcas, con el diseño, sus garras, los chinos se quedan con la producción, asistiéndolos, estimulándolos y contribuyendo al desmantelamiento de los escasos parques industriales occidentales.
Muy pronto ya no habrá más fábricas de zapatillas deportivas o de calzados en el mundo occidental. Sólo existirán en China. De modo que en el futuro próximo veremos cómo los producto chinos aumentan sus precios produciendo un “shock manufacturero” como sucedió con el shock petrolero en los años 70. Y entonces será ya demasiado tarde.
Entonces el mundo se dará cuenta de que levantar nuevas fábricas tendrá costos prohibitivos y deberá rendirse al poderío chino. Se dará cuenta de que alimentó a un enorme dragón y se convirtió en su rehén. Un dragón que aumentará gradualmente sus precios, puesto que será quien dicte las nuevas leyes del mercado y será luego quien mande, pues tendrá el monopolio de la producción.
Ya que será también el dueño de las fábricas, de los stocks y de los empleos y quien regulará los precios.
Nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos asistiremos a una inversión de las reglas de juego actuales, lo que producirá en las economías occidentales el impacto de una bomba atómica…china. En ese momento, cuando el mundo occidental se dé cuenta, será demasiado tarde.
Ese día, los ejecutivos occidentales mirarán tristemente las ruinas de sus antiguas fábricas, a sus técnicos jubilados jugando a las cartas en las plazas y llorarán sobre la chatarra de sus parques fabriles destruidos.
Y se acordarán entonces, con mucha nostalgia, del tiempo en que ganaban dinero comprando “fardos de mercaderías de los esclavos chinos” y vendiendo caras sus “marcas registradas” a sus coterráneos.
Y entonces, entristecidos, abrirán sus despensas y almorzarán sus marcas que ya estarán pasadas de moda y que por tanto, habrán dejado de ser poderosas, porque todas habrán sido copiadas…
REFLEXIONEN Y COMIENCEN YA A COMPRAR PRODUCTOS DE FABRICACIÓN NACIONAL, FOMENTANDO EL EMPLEO EN SU PAÍS, POR LA SUPERVIVENCIA DE SU AMIGO, DE SU VECINO Y HASTA DE USTED MISMO… Y LA DE SUS DESCENDIENTES.
Piensen además… Y ¿su poderío bélico-militar?
Quedaremos rehenes y a su merced, es decir, estamos hoy alimentando a la cobra que nos morderá en el futuro!

*Director de marketing de Dana y profesional de la comunicación.
Traducido por Susana Merino para Rebelión.-