Riogordo - Malaga

Pocos son, desgraciadamente (no conozco de ningún otro), quienes estando en la Presidencia del Gobierno, nada menos, hayan renunciado a su cargo, por chocar frontalmente con su conciencia...

Dejando aparte a los que se han ido aburridos y casi por la puerta falsa, casi echados, sólo conozco (y está convenientemente documentado) el caso de D. Nicolás Salmerón, Presidente de la I República Española.

D. Nicolás Salmerón, filósofo y político español de finales del Siglo XIX y principios del XX, llegó a ser Catedrático de Historia Universal de la Universidad de Oviedo, y de Metafísica en la de Madrid. Este dato ya nos ilustra bastante sobre su formación humanística, a la vez que nos sirve para comparar la abismal diferencia que existe con los políticos actuales; y lo de "políticos" es por "vivir de la Política", nada más...

Su enorme humanidad y convencimiento de ideas, le llevaron a renunciar a la Presidencia de la República, cuando llevaba sólo mes y medio en dicho cargo. Siempre se manifestó contrario a la pena de muerte, así que cuando se vio en el imperativo de tener que firmar unas sentencias de muerte, dimitió de su cargo sin más...

Lástima que se pegue todo, menos lo bonito.

Este acto grandioso, sólo al alcance de muy contados, tuvo lugar en el año 1873.