Riogordo - Malaga

Recuerdo que hace apenas dos años, en un "sesudo estudio" (una especie de encuesta hecha a los escolares, hoy pomposamente llamados "estudiantes") de Primaria, sobre "qué se echaba a faltar en los patios de recreo de las escuelas", resultaba que lo que los esforzados estudiantes actuales echaban de menos (¡en los recreos, oigan!) eran bancos para sentarse.
Y claro, echando la vista atrás y comparando la época actual con nuestros años de escuela, la "ecuación" no me acababa (ni me acaba) de cuadrar.
Porque nosotros, tras cada clase, lo que estábamos hartos era justamente de estar sentados; y los recreos eran para "descargar las energías que teníamos acumuladas" (como corresponde a la infancia). Y me encuentro este montaje audiovisual, que no me resisto a subir:

Sí, la obesidad infantil no existía; al menos, en las proporciones de hoy. Había algún "gordito", pero eran la excepción, no la norma:

Y aquí seguimos, "dando guerra". ¿Qué pretenden "enseñarnos" los neopijos de hoy día, que se creen que el mundo empezó con ellos, que ni de Historia tienen la menor idea? ¡Anda ya y que les dén "por do amargan los pepinos"!:

¡Qué tiempos aquellos,,, en los que teníamos todo el futuro por delante! Hoy ya, tanto tiempo ha pasado, tantos años, que quienes nos preparábamos pra el futuro estamos o jubilados, o a punto de estarlo.
En fin. mientras no perdamos las ganas de vivir...

Vaya... ¿Así que esto es Riogordo?... Vecinas, si no les importa, ¿por qué no nos enseñan algo del pueblo? Gracias, ¿eh?...

¿Os animais a hacer un "paseo intercultural" por nuestro pueblo? Y con un guía de lujo: Miguelín "el de Nicolás", nada menos... Vamos allá:

Desde luego, quién no va a estar de acuerdo con aquello de que "España es diferente"... Y tanto. Siempre vamos a remolque de lo que en otros paises han hecho; y si han fracasado, mejor aún. Aquí se defienden a capa y espada los fracasos de otros paises, tratando de copiar lo que ya sabemos que nos va a llevar a la ruina y el caos total:

Opinando con conocimiento de causa:

Sí, sí, ya sabemos que no sólo "algo", sino "casi todo", está fallando. Pero también es para sospechar que en España -al menos- "algo se está haciendo bien". Pese a tanto buenista, perroflauta hipercomprensivo e indocumentado casi analfabeto (que son los que más ruido hacen, por cierto):

Ya se sabe que "la cuña que más duele -porque más daño hace- es la de la propia madera". Y de "cuñas que dan el conhazo" (léase como "ñ") no andamos mal servidos. Por desgracia.

Más sobre el mismo tema:

El primero y principal fallo, es que una inmensa mayoría "no quieren -ni tienen interés- en saber del problema". Y no creo que haga falta señalar a ningún grupo de opinión, con opinión pero sin formación histórica alguna:

Para mí personalmente, el principio de "reciprocidad" es fundamental: vivo mi vida -con todas mis creencias o falto de algunas-, como todos, pero exijo a cambio el mismo respeto hacia cualquiera.
Otra cosa, que nada tiene que ver con lo anterior, es que alguien (quien sea) me exija no ya respeto, sino "sumisión" a sus ideas. Ahí ya, te digo claramente que "los tuyos pisoteados a caballo".
Y eso es lo que suelen confundir ciertos "comidos de coco". Pues eso: "pa los suyos".
Y -como el otro día en Valladolid, sin ir más lejos- si estoy en una boda (católica, por supuesto) y entra un energúmeno gritando... lo que suelen gritar, rompiéndolo todo y amargándole el día a todos los presentes, si puedo, se va más calentito que el estúpido del video presente:

De igual forma, que si son los "asaltacapillas": mis creencias más fundamentales son intocables. Y no hay moro ni perroflauta que me haga apearme de ese burro. Para "burros", en el peor de los sentidos, ellos (y ellas, claro, cómo no)...

El episodio anterior, contado en primera persona:

Desde luego, inútil de marca. ¡Donde se fue a meter... y con los invitados que había...!

Volviendo a lo de Londres, estas imágenes (creo que para la gran mayoría) en España son impensables, hoy por hoy. Luego "algo sí se está haciendo bien". Evidentemente.

A este reportaje me refería:

Pues sí: "algo" (es de temer que "todo") está fallando en el Reino -ya no tan- Unido, en materia de seguridad, eso es evidente. Y una de las principales razones, pudiera deberse a la prepotencia, tan enorme como vana, de los propios británicos. Su enorme egolatría y egocentrismo les hace incapaces de reconocer sus muchísimos errores (sólo a ellos mismos debidos):

Prepotencia, chulería... y acojonamiento británicos:

En el caso que viene, no es que "algo" está fallando; ¡está fallando todo! El asunto, aunque no sea el primero, ni por desgracia será el último, es (como dice García Serrano) "kafkiano". Como kafkiano es esto que hemos hecho, y a donde nos ha llevado por ahora:

¿Que "debería hacer algo el Congreso de los Diputados"?... ¿Con los que recientemente han llegado al mismo?... ¿Y estos van a estar dispuestos a hacer algo contra los [i"]okupas"?... ¡Si son precisamente los perroflautas quienes los han puesto ahí...!
No sé, se me ocurre así, al pronto, que si Espinar no hubiese vendido la vivienda social que compró con la tarjeta "black" de su papaito, lo mismo se la hubiera cedido muy gustosa y solidariamente...
Pero ah, no... si ya la vendió revalorizada...

Como decía la canción... "siéntate y espera". (Congreso de los Diputados... ¡Si eso ha quedado para besarse el boquino a tornillo y dar de mamar a los lechones!...)

Tras una semana de "okupación" (esto de la "k" es muy propio de gentuza diversa, que "no han estudiado simplemente porque no les ha dado la gana), el piso "violado" (sí, porque una violación es una violación: invasión de algo privado y ajeno) al desnudo; y nunca mejor dicho:

Desde luego, es lamentable que leerles a los "okupas" sus Derechos Constitucionales en condiciones ( ) tenga un precio. Pero claro, si falla, por no actuar con la diligencia y celeridad debida de la Justicia, al menos habría que conseguir (la misma Justicia) que "paguen el pato" (es decir, el desalojo) los propios "inquilinos no invitados". Ese sí que sería un punto a favor:

Llamando a las cosas por su nombre auténtico; el que le corresponde: