Riogordo - Malaga

En 1980 fue asesinado, sin circunstancias atenuantes y con todas las agravantes, Monseñor Romero, mientras celebraba Misa en la Catedral de San Salvador (República de El Salvador). Sus asesinos mataron al hombre, al líder religioso, pero crearon un mártir:

Una ligera semblanza de Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez. Muchos papanatas, cenutrios y cantamañanas, deberían replantearse sus "ideales" y renunciar un poco (bastante) a su inmensa intolerancia. Ninguno le va a llegar nunca a este religioso ni a la altura de la suela de sus zapatos:

La Verdad existe; y además es inútil pretender manipularla, amoldarla a convicciones muy propias y peregrinas. De entre todos los Mandamientos, hay uno -especialmente- importantísimo; el que más: "No matarás".
Los papanatas de hoy (valentones en grupo, negacionistas -más que revisionistas- de nuestra Historia reciente, de hace apenas 40 años) causan especial estupor y preocupación general, al negar el valor de la Transición, argumentando con rebuznos y ladridos que "se hizo sin derramar una gota de sangre". Ellos, que ni estaban y, si es que vivían, iban en pantalón corto y masticando "chuches". Y tal vez por no hacer la mili, parecen demostrar unas ansias desmedidas por "apretar el gatillo"... o al menos, hacer que otros lo aprienten por ellos.
Monseñor Romero lo dijo y predicó muy claro: "¡No matarás!".
Ah, claro, se me olvidaba que la gran mayoría de ellos se declaran ateos y anticlericales y, para colmo, lo llevan a gala...

En el año 80, con 24 años en mi haber y trabajando en la construcción, a la vez que preparaba oposiciones (lo digo sólo a modo aclaratorio, que me conozco el percal), lo que más recuerdo es la balasera (que es como en las antiguas provincias hispanas de ultramar se llama "un tiroteo") en el entierro de Monseñor Romero. Es decir, no sólo lo mataron, sino que además tuvieron el desparpajo de recochinearse en todos sus fieles que lo acompañaron para darle el último adiós:

Ya sé que a lo que se llama la gente "de hoy" (titulados, orgullosos, despreocupados -con despreocupación de inútiles-, egocéntricos, zafios, faltos totalmente de educación, incapaces para la convivencia y nada tolerantes hacia las ideas de los demás), estos temas no les importará "ni fú, ni fá". Pues bien, allá ellos; pero la vida es la que es. Y ya se sabe que "quien de joven no anda, de viejo trota". Por si algún elemento de estos está interesado (serán pocos, en todo caso), aquí les dejo estos "Valores con humor", a cargo de D. Mamerto Menapace.
Ojalá les aproveche... que falta nos hace a todos:

Buena terapia para despejar un poco las neuronas, tan contaminadas últimamente por el panorama político español (por tanto elemento raro que lo puebla). Un poco de meditación sosegada no viene mal a nadie.
Aquí, D. Mamerto, al alimón con D. Luis Landriscina, hablan sobre "la Educación". Un tema profundo, pero abordado con bastante humor y nula mala baba:

Esta amistad viene ya de largo, como vemos: