Mollina - Malaga

No sé cuándo nos vamos a dar cuenta que la época de las protestas con pancarta ya no sirven, y que difícilmente casi imposible, que un gobierno cambie su política por una presión de pancartas. Una pancarta imponía en tiempos del dictador, que en cuanto veía un trapo con letras le pasaban todos los fantasmas por su cabeza y pensaba que la Revolución Comunista estaba en las puertas del Pardo; pero hoy en día una pancarta, ni miles de ellas ya no asustan a nadie y mucho menos a un poder instalado en la mentira de la falacia democrática que los ampara. Más que gobernantes son represores, sacando siempre a relucir su poder democrático, y lo demócratas que son ellos mismos.




La clase trabajadora tiene que cambiar sus tácticas de protesta si quiere hacerse respetar.No sirven pancartas, tambores, ni cánticos, tiene que plantearse que estamos en una sociedad capitalista y de consumo, y este es el frente por donde tiene que atacar, si no lo hace dándole en la parte que más le duele al capitalismo, que son sus empresas, sus bancos y todo su organigrama burgués, no me lo temo lo afirmo, que las movilizaciones que se realizan hoy en día no sirven para cambiar la política de ningún gobierno.O aceptamos como principal arma contra los poderes establecidos, la desobediencia civil y el boicot a sus empresas o no se conseguirá nada. Tenemos que dejar de ser tan educados y correctos en la manifestaciones, para rezar, cantar, reir, y pasear en familia, ya hay sitios adecuados para esto.

Sé que a muchos/as esto que escribo no les gustará, pero seamos realistas, las cosas son así, ante la evidencia hay que rendirse, ni las movilizaciones generalizadas de día, ni mucho menos las nocturnas, harán cambiar nada.Los facciosos y burgueses saben perfectamente que con pancartas y eslóganes de no ir acompañado de la fuerza, no cambian ningún sistema, y este último es el que nos lleva por donde vamos, se ha convertido en un círculo del cual no podemos salir.

¡¡¡SI QUEREMOS CAMBIAR, VAYAMOS CONTRA EL SISTEMA!!!