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Hace unas semanas se publicó el ITA —índice de transparencia de los ayuntamientos— (https://ww.transparencia.org.es/ITA - 2009/INDICE ITA 2009.htm).
Este estudio es "una herramienta para medir el nivel de transparencia ante los ciudadanos y la sociedad de los Ayuntamientos españoles" y de cuya independencia no tengo motivos para dudar.
En las cinco áreas valoradas para cada uno de los 110 ayuntamientos, el de Vélez-Málaga aparece en los puestos de cola, incluso en una de ellas, en el último lugar.
A los efectos de este escrito el área que más me interesa es la de Relaciones con los ciudadanos, en la que el Ayuntamiento de Vélez-Málaga ocupa el puesto 109, es decir, el penúltimo, con una puntuación de 20 —en un máximo de 100 y en una media de todos los ayuntamientos evaluados de 71,4—, lo que supone 51,4 puntos por debajo de la media. Espectacular logro, pero nada sorprendente, al menos para mí, dada la experiencia que he sufrido con el ayuntamiento en cuestión.
En efecto, al solicitar yo en un email de 15 de agosto, e insistir en otro de 7 de septiembre, que se tomaran las medidas necesarias para que se cumpliera la prohibición de circulación de bicicletas por la zona peatonal del Paseo Marítimo de Torre del Mar (para quien no lo sepa aclaro que Torre del Mar es una pedanía de Vélez-Málaga), tal es la fecha en que ni se ha hecho lo solicitado por mí (las bicicletas siguen circulando a sus anchas por dicha zona) ni, lo que es peor si cabe, se me ha dado ninguna explicación para no hacerlo; así se las gasta el Ayuntamiento.
Con estas prácticas no me extraña nada que en el ranking de Relaciones con los ciudadanos, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga ocupe el nada meritorio puesto del penúltimo.