Cuevas Bajas - Malaga

“Zapatero va a cargar en esta ocasión sobre las comunidades autónomas y los trabajadores”, asegura el especialista en macroeconomía Jesús Briceño, que no descarta un endurecimiento de la presión impositiva, con una subida de impuestos directos e indirectos, “que graven la renta, el ahorro y el consumo, en especial, la gasolina”.

Otros expertos creen que el Estado optará por otras vías para lograr los ajustes exigidos, al no cumplirse sus previsiones. De este modo contradicen el optimismo del Gobierno. Ayer el ministro de Fomento, José Blanco, se atrevía a hablar de datos alentadores y aseguraba en un mitin que el líder del PP, Mariano Rajoy, “fruncirá el ceño cuando salgan datos positivos”. Sin embargo, “el crecimiento de la economía española va a ser inferior a lo que había previsto el Gobierno este año. Eso va a implicar recortes adicionales para cumplir con el ajuste presupuestario, un compromiso que reafirmó el presidente Zapatero en la cumbre”, asegura Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Izquierdo considera que no se va a producir una subida de impuestos, pero sí recortes en las subvenciones públicas y otras partidas. “El mayor margen de recorte que existe se encuentra en el gasto de las comunidades autónomas y los ayuntamientos”.