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PARROQUIA DE SAN SEBASTIAN. DESCRIPCION DEL TEMPLO.

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España > Malaga > Cañete la Real
PARROQUIA DE SAN SEBASTIAN. DESCRIPCION DEL TEMPLO.
PARROQUIA DE SAN SEBASTIAN.DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO.

La parroquia tal como hoy se encuentra conserva las dimensiones citadas por los maestros en sus diferentes informes y responde sucesivas etapas. Tiene tres amplias naves separadas por columnas toscanas de piedra a las que se superponen trozos de entablamento dórico decorado con triglifos, que apoyan los arcos
formeros, de medio punto, y pilastras que sostienen otro entablamento más reducido con dentículos pareados bajo la cornisa, de la que arranca la bóveda de medio cañón con lunetos que cubre la nave central, alzada a la gran altura que permite el usar dos diferentes soportes superpuestos.

Las naves laterales se cubren con bóvedas vaídas.

El crucero apoya en sólidos pilares cruciformes y ante él un arco diafragma, sobre el que corre el entablamento denticulado, señala el límite de la zona añadida en 1791; es amplio y está cubierto por bóveda semiesférica
segmentada por ocho nervios de perfil caprichoso, que se alza sobre pechinas, con escudos y rosetas. Sus brazos rematan las naves laterales por la cabecera formando capillas cuyas bóvedas vaídas están recorridas por un molduraje formando retícula con pequeñas guirnaldas ornamentales y en los puntos en que se
cruzan se superponen rosetones de menuda decoración vegetal.

Tras un arco triunfal que toma forma avenerada hacia el interior, se encuentra la capilla mayor, retangular,con bóveda de medio cañón surcada por lunetos muy amplios cuyas aristas limitan tornapuntas y pequeñas rocallas y se unen en un medallón de igual decoración con la figura del Espiritu Santo, altorrelieve muy
ingenuo, que armoniza con la que envuelve a los querubines en los lunetos. Al retablo mayor, que también se realizó en 1792 se abre, entre columas salomónicas, un camarín poligonal cuyos lados se calan con transparentes ovales y se decoran con amplias placas de decoración vegetal, roleos y querubines, cubierto con bóveda segmentada por seis nervios de perfil sinuoso que confluyen en una estrella central.

En un amplio camarín de la nave del Evangelio se venera hoy a la Virgen de Caños Santos, patrona de Cañete la Real, y en él recibía culto la Virgen de la Aurora, obra de Duque Cornejo, que fue conducida desde Sevilla en 1740, fecha en que se podría situar la construcción del camarín; ambas obras fueron
realizadas a expensas de D. Juan de Figueroa Silva Lazo de la Vega, vecino de la villa. Tiene planta polilobulada con pilastras corintias cajeadas por la que se que descuelga la hojarasca y se cubre, tras movido anillo festoneado y decorado con dentículos, con bóveda de gajos con los símbolos marianos
encerrados en medallones con ornamentación vegetal.

En este mismo lado, a los pies y ampliando la fachada del templo para armonizar con la que le proporciona el saliente de la torre, se encuentra una capilla cuadrada cubierta con bóveda semiesférica sobre anillo denticulado y pechinas con decoración de estrellas geométricas; la bóveda está surcada por ocho nervios
que se enrollan en la base y parten de un medallón central con la figura del Espíritu Santo.Es el batipterio y actualmente esta situado el Santisimo Cristo de la Buena Muerte.

En el lado derecho se encuentra la capilla dedicada a Jesús Nazareno; de planta cuadrada y cubierta sobre trompas, se comunica con la nave por arco de medio punto cerrado por afiligranada reja de forja.

La sacristía tiene planta rectangular formada por dos tramos cubiertos con bóveda de medio cañón con lunetos y fajonesque apoyan, tras la línea de imposta, en vistosas placas recortadas.

En el templo son evidentes las cuatro fases en que se construyó.

El cuerpo de naves responde a dos etapas: primero, antes de 1715, se construyeron los dos tramos más próximos al crucero, y se completó a partir de esta fecha con los otros dos, más reducidos, que prolonganla disposición de su alzado. Ante éste, realizado mediante columnas y pilares superpuestos evocamos la vecina parroquia de Teba, con un alzado semejante cuyo proyecto y construcción se deben a José Tirado,Maestro Mayor de Fábricas de Sevilla y su Arzobispado. Dado que la iglesia de Cañete se construyó sin licencia no tenemos noticia documental del maestro que la trazó, pero debió tener presente la obra de Teba que se construyó entre 1700 y 1715 o incluso intervenir o asesorar el propio José Tirado. Esta tipología remite a las iglesias columnarias de la tradición mudéjar sevillana, recuperada a principios del siglo XVIII,como en la iglesia de Santa María de la O de Triana que construyeron entre 1697 y 1702 Pedro y Félix Romero, pero en Teba y Cañete se recrece el soporte con los trozos de entablamento y el tipo prospera pues con un alzado semejante se levantaron la iglesia de San Roque de Sevilla construida por Pedro de
Silva en 1760 y otras.

Así pues los dos últimos tramos de la parroquia de San Sebastián pertenecen a la segunda fase, obra que ordenó Diego Antonio Díaz en 1717 y que llevó a cabo el maestro albañil de Sevilla Silvestre Tirado, sin embargo la presencia de las ménsulas-dentículo que corren bajo la cornisa, elemento muy querido por
Díaz que los utilizó en la parroquia de Umbrete y con ritmo pareado como en esta iglesia, así como en la Santisima Trinidad de Carmona, pueden indicar que además del proyecto de los últimos tramos aportaría nuevos elementos en el alzado general de la iglesia, y es lógico pensar que realizase el proyecto de
integración general de este espacio.

La tercera etapa, que se situa en la segunda mitad del siglo, afectó menos al espacio interior del templo, pues después del reconocimiento de Ambrosio de Figueroa, se redujo a la restauración de las armaduras,sí cambió el exterior al construir una torre de mucha más altura que proyectó Pedro de Silva y ejecutó
Antonio de Figueroa.

La remodelación definitiva se dio en la cuarta fase. Proyectada en 1791 por Antonio de Figueroa, entonces cambió totalmente el aspecto de la iglesia al añadirsele el crucero, capilla mayor y camarín, además de otras dependencias; los elementos decorativos de esta zona entroncan con el estilo de Figueroa, clarísimos en el camarín con sus nervios formados por placas superpuestas, las formas estrelladas y los óculos.

En el exterior la piedra como aparejo de mampostería en los muros, sillería en ángulos enmarcando la portada principal y labrada en las portadas, se combina con el ladrillo, material por excelencia de esta obra,que, formando hiladas, alterna con la mampostería y resalta en la fachada y torre.

La fachada principal, ampliada con el saliente de la torre y la capilla de la nave del Evangelio, limita el registro central entre dos pilastrones que marcan la anchura de la nave mayor y sobre ellos se levanta un frontón de ángulos en resalto coronados por bolas. La portada propiamente dicha está labrada en piedra,y se abre con arco de medio punto sobre pilastras cajeadas, cuya rosca, de clave resaltada, tiene placas con decoración vegetal, veneras y escudos, y en las enjutas acantos estilizados rodean unos medallones con la inscripción AÑO DE 1740; está flanqueado por columnas dóricas acanaladas sosteniendo entablamento del mismo orden sobre el que se alzan los extremos de un frontón coronados por flameros abalaustrados.
La línea del entablemento se quiebra hacia arriba conservando sólo de una más austera decoración los triglifos que enfatizan el eje central, quedando el resto convertido en ornato vegetal que enmarca un recuadro con una gran placa con escudo que muestra los instrumentos del martirio del santo, rodeado de acantos.
Sobre este cuerpo y marcando la transición con ligeros tornapuntas, se alza un ático con hornacina avenerada que cobija la imágen del titular, flanqueada por pilastras dóricas cajeadas con pendientes vegetales y pedestales con placas romboidales; el entablamento, también dórico, sustituye los triglifos y
metopas centrales por decoración floral dejando caer sobre la clave del nicho una macolla con querubín,y sobre él dos recias volutas soportando pares de pináculos flanquean el escudo pontificio del remate. Un óculo abocinado sirve de unión con la base del frontón de coronamiento en la cual hay una inscripción:
ADORATE DOMINUN IN ATRIO SANCTO ET JUSTO.

La fachada se amplia lateralmente, abarcando la anchura de las tres naves además de la extensión de la torre y capilla lateral, y presenta recios dentellones bajo la cornisa, motivo que recorre todo el edificio.

Las portadas laterales, también labradas en piedra, resaltan sobre el muro encalado y se abren, sobre pilastras cajeadas, con arco de medio punto de clave resaltada y palmas martiriales talladas en las enjutas,flanqueado por otras dóricas que sostienen entablamento del mismo orden con el anagrama de María,
inscripciones y símbolos marianos; se coronan con un frontón curvo que enrolla sus laterales formando vistosas volutas que flanquean una repisa central coronada por cruz, que también se alza sobre la volutas.

En la cabecera, de mampostería con hiladas de ladrillo y cadenas de sillares en los ángulos, destaca el volumen del camarín que se vuelca hacia la calle sobre deprimida y apuntada peana.

La torre es muy airosa y resalta con gracia los elementos latericios sobre la mampostería encalada. Se alza sobre un basamento de piedra y en sus cuerpos inferiores, cuadrados y flanqueados por pilastras de ladrillo, la decoración corre de uno a otro atravesando la línea de imposta reduciéndose a un apilastrado superpuesto que cobija placas y vanos macizados, adintelados o arqueados, cortándolo una cornisa rematada por pretil con incisiones romboidales y pináculos de piedra entre los que emerge el cuerpo de campanas, que responde a un tratamiento mucho más rico. Se abre con vanos de medio punto flanqueados por pilastras y toma forma octogonal disponiendo los ángulos en chaflán sobre los que cae una pilastra almohadillada sobre placa recortada. Tras un ático recorrido por bulbosos pináculos surge el chapitel,
piramidal de caras rectas, en el que con la cerámica vidriada se diseña un atractivo zig - zag.

Respecto al proceso de las obras del exterior, las portadas se realizaron en la fase segunda arrastrándose hasta 1740; ya desde 1718 el maestro de cantería Lorenzo Fernández Iglesias estaba dirigiendo la labor de cortar la piedra, viniendo más tarde el también cantero Tomás Ignacio García de Paredes. Es lógico
pensar en la intervención de aquel maestro en las portadas, sobre todo comparando con la del palacio arzobispal de Sevilla, obra de Iglesias, con su esquema estilizado y la menuda decoración. Pero el diseño general de los exteriores, el denticulado bajo el alero y otros detalles que guardan relación con Diaz, nos hace pensar que se mantendría el diseño que como Maestro Mayor de las Fábricas del Arzobispado y de la Catedral daría éste, tanto para el interior como el exterior, perteneciendo a este proyecto también los cuerpos inferiores de la torre.

En cuanto a ésta, el cuerpo de campanas, que no sobrepasaba la altura de las cubiertas, se deshizo tras el informe de 1764 del Maestro Mayor de Fábricas Ambrosio de Figueroa haciéndolo de nuevo en 1767 Antonio de Figueroa, sin embargo el proyecto no es de ninguno de estos maestros. En un informe de 1778,
el también Maestro Mayor de Obras del Arzobispado Pedro de Silva, refiriéndose a esta obra deja claro que el proyecto le pertenece, siendo el ejecutor Antonio de Figueroa45, quien pudo integrar elementos de su propio diseño en la ejecución.
El uso del chapitel piramidal alargado de caras rectas es un elemento típico de este último que lo empleó en Bollullos del Condado, y otras iglesias realizadas por él, desde luego en fecha muy posterior a ésta,aunque también Diego Antonio Díaz inició ya esta forma y Silva lo empleó en San Roque de Sevilla,aunque ambos concedían más importancia al banco, reduciendo el cuerpo piramidal a simple remate.

Lo cierto es que al aparecer este chapitel aquí en fecha tan temprana se sitúa esta obra como una de las primeras en las que toma cuerpo este elemento tan característico de la fase final del siglo XVIII en la arquitectura sevillana.

En la cuarta etapa de la construcción el exterior se transformó notablemente con la adición del crucero y capilla mayor, cambios afectaron al volumen general del templo.

SIGNIFICADO Y SIMBOLOGÍA.

ES evidente que un sistema formal conlleva una significación. Ya el romano Vitruvio, en su tratado de arquitectura, prescribió diferentes tipos de columnas a los templos, de modo que fueran acordes con los dioses a ellos dedicados, así según su naturaleza robusta o delicada fueron dedicados los templos dóricos a Júpiter, Marte, Hércules, los de orden jónico a Diana, Apolo, Baco, y los de orden corintio a Venus, Flora,etc. Los tratadistas del Renacimiento, como Serlio, partiendo de las experiencias de Bramante, lograron traducir el sistema alegórico vitruviano para aplicarlo en los templos cristianos. El orden dórico sería el apropiado para los templos dedicados a Cristo, San Pedro, San Pablo o los santos viriles que habían dado su sangre por la fe de Cristo, el jónico para las santas matronas y el corintio para la Virgen María y para aquellos santos y santas que hubieran tenido una vida virginal.
Estas ideas fueron recogidas por los tratadistas españoles y Fray Lorenzo de San Nicolás, cuyo libro de arquitectura tuvo gran difusión, como buen religioso también se centra en la aplicación del modo a la arquitectura religiosa, recomendando el orden toscano para los templos dedicados a Dios y los de las
órdenes que demuestren pobreza y humildad, el dórico para los mendicantes, como monacales y claustrales, porque en ellos se junta con la fortaleza y “..a Santos Mártires, cuyos hechos los hayan ilustrado, como a un San Laurencio, un San Esteban ...”, recomendando el corintio para los templos de la Virgen María y
de las religiosas consagradas a Dios, y con el compuesto se deberían hacer los templos dedicados a Cristo,por sus dos naturalezas, divina y humana, y también los de órdenes militares.

Por supuesto que éstas no eran reglas de aplicación obligada, pero la difusión del tratado de Fray Lorenzo fue enorme, insistiendo también otros en estos puntos y los arquitectos sevillanos han demostrado queconocían la tratadística.

En el caso de la parroquia de Cañete la Real hay elementos que nos permiten apuntar un uso alegórico de los órdenes arquitectónicos y una precisa iconografía que remite a su titular, el mártir San Sebastián y también a la Virgen.
La austeridad de su alzado es evidente al emplear columnas lisas de orden toscano, enfatizando los triglifos y metopas del entablamento dórico a modo de capitel.
En el exterior, la portada principal se resuelve con columnas dóricas y entablamento del mismo orden, con licencias arquitectónicas al quebrarse sobre el escudo central, que muestra las flechas del martirio; en el cuerpo superior, donde preside la imagen del santo en su hornacina, la ornamentación vegetal es más profusa, pero los elementos del capitel y el ritmo del entablamento son también dóricos.

Las portadas laterales se componen con un apilastrado toscano, presentando las palmas del martirio en las enjutas y en la clave del arco pequeña cartela con los instrumentos del martirio. El entablamento nos muestra los triglifos y metopas del dórico y en éstas se disponen los símbolos marianos del sol y la luna así como cartelas con inscripciones alusivas a la Virgen María, pues es evidente la devoción mariana en este templo que también se consagró a la Virgen.
El remate en hierro del chapitel, la veleta, aunque más moderno, ha conservdo las flechas y el anagrama de María que resumen las devociones que conformaron esta parroquia.
Enviado por: Saborense | Ultima modificacion:30-07-2009 10:44
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