—-¡Buen alcaide de Cañete, mal consejo habéis tomado en correr a Setenil, hecho se había voluntario! ¡Harto hace el caballero que guarda lo encomendado! Pensaste correr seguro y celada os han armado. Hernandarias Sayavedra, vuestro padre os ha vengado, ca cuerda correr a Ronda y a los suyos va hablando: -El mi hijo Hernandarias muy mala cuenta me ha dado; encomendéle a Cañete, él muerto fuera en el campo. Nunca quiso mi consejo, siempre fue mozo liviano, que por alancear un moro perdiera cualquier estado. Siempre esperé su muerte en verle tan voluntario, mas hoy los moros de Ronda conocerán que le amo. A Gonzalo de Aguilar en celada le han dejado. Viniendo a vista de Ronda, los moros salen al campo. Hernandarias dio una vuelta con ardid muy concertado, y Gonzalo de Aguilar sale a ellos denodado, blandeando la su lanza iba diciendo: -¡Santiago, a ellos, que no son nada, hoy venguemos a Fernando! Murió allí Juan Delgadillo con hartos buenos cristianos; mas por las puertas de Ronda los moros iban entrando, venticinco traía presos, trescientos moros mataron, mas el viejo Hernandarias no se tuvo por vengado.
Enviado por: Saborense | Ultima modificacion:19-06-2009 09:39