Velilla de San Antonio - Madrid

¡Más difícil todavía!

Otra vez en el alambre. El circo de tres pistas en pleno funcionamiento.

Se aprueba el decreto de reforma laboral y los sindicatos convocan huelga general, los empresarios rechazan su contenido y ningún grupo parlamentario da apoyo expreso al texto.

Zapatero se tira a la piscina sin saber si hay agua. Aguanta la respiración y se tira de cabeza. (O le empujan).

A los posibles aliados les vuelve a poner en una posición imposible: o aceptan y cargan con el peso de la protesta o son responsables de la caída del Gobierno y de las consecuencias para España ante la UE y los mercados.

El 22 otra votación de infarto. Y si se supera y se tramita como proyecto de ley, en octubre sigue la función. Una vez más Zapatero le habrá dado una patada al balón y a esperar a encontrárselo otra vez.

Será en otoño, en plena huelga general, en plena campaña electoral de las autonómicas catalanas y con la negociación de los Prespuestos en marcha. Antes veremos si UGT vuelve a invitar a la fiesta de Rodiezmo al presidente al que, días después, le ha convocado una huelga general

Y por si fuera poco aquella ley de Economía Sostenible que era la solución a todos los males vuelve a sufrir otro retraso. La ley que llenó el debate sobre el estado de la nación de hace un año no se empezará a ver hasta después del verano porque se ha vuelto a alargar el plazo de enmiendas y se seguirá alargando hasta julio.

Duran Lleida aprovecha los focos del circo de tres pistas para asumir con soltura el papel estelar. Mueve cámaras y periodistas tras él, pendientes de su voto decisivo, dejándose querer. ¡Porque yo lo valgo! ¡La última Cocacola del desierto!

Rajoy, sentado en la orilla, espera a que Zapatero se tire de cabeza en la piscina seca.

El cardiólogo de los responsables de asegurar las votaciones en el Grupo Socialista y en el Gobierno se prepara para actuar.

La fiesta no para, porque sin mayorías estables la vida parlamentaria del PSOE es un infierno.

Mucho más con un presidente del Gobierno que ha decidido inmolarse y hacer todas las reformas que haga falta y las que exijan Europa y los mercados. Aunque le vaya su vida política en ello. Y la vida política de un grupo de dirigentes del PSOE y miembros del Gobierno que le acompañan camino del Calvario.

Zapatero, en el centro de la pista, en el doble papel de antorcha humana y de trapecista, pero sin red debajo y con los ojos tapados.

¡Abróchense los cinturones porque no ganaremos para sustos!
la comunidad de EL PAIS. FERNANDO GAREA.