Torres de la Alameda - Madrid

Ingrediente básico: entidades financieras (EF)

¿qué hacen?
- captar señales electrónicas (dinero) y prestar señales electrónicas,
- ganar la diferencia de intereses entre lo que reciben y lo que prestan,
- “correr” el riesgo de que no les devuelvan lo que prestan,
- ser intervenidas cuando esto último sucede, haciéndose cargo el Estado, hasta que las devuelve a sus amos limpias de polvo y paja.

Otros ingredientes:
banco central europeo (BCE)
agencias de calificación (AC), grandes árbitros de lo malo y de lo bueno (privadas)

- introdúzcase el BCE en un sistema, con la condición de que no le preste directamente a ningún estado,
- el BCE prestará a las EF con un 1% de interés,
- los Estados necesitan financiación, entre otras cosas para pagar los rescates de EF fallidas,
- las AC “avisarán” de lo malos que son los Estados (gran riesgo)*,
- siguiendo el dictado de sus AC, las EF prestarán a los Estados al 5% de interés,
- con esos ingresos fijos, las EF dedican otra parte sus actividades al sector privado, inflando la burbuja inmobiliaria, comiéndose hipotecas basura,… especulando en suma (recordemos que, si estas actividades “productivas” les salen mal, los Estados se harán cargo de las pifias),
- el toque final lo darán los partidos políticos, reduciendo los gastos del Estado e implorando a las EF para que presten a particulares, autónomos y empresas lo que necesitan para hacer cosas,

* cuando sube la prima de riesgo, todos ponen el grito en el cielo porque los Estados (sus ciudadanos) pagan mucho más interés: son muchos más los millones de euros diarios destinados a pagar los intereses de la deuda,… pero hay un silencio ominoso: ¿a dónde van esos muchos millones de euros más que pagan los Estados PIGS (Portugal, Italy, Greece, Spain)?

Parece que las tornas han cambiado, y ahora no se especula contra un sector concreto, parece más rentable especular contra estados, y debe estar dando resultado.
Antes flipábamos los no entendidos en cómo una empresa pasaba de valer una barbaridad a no valer una m... de un día para otro, según el comportamiento de la bolsa; ahora nos pasa lo mismo con la "prima de riesgo".
El comunismo ya demostró que no era un sistema fiable, el socialismo no encontró una consolidación en ningún sistema, y el capitalismo demuestra día a día que tampoco se sostiene, aunque quién tiene el poder del dinero se aferrará al sistema hasta que éste desemboque en una tercera, completamente diferente a las dos anteriores.
Es el insaciable egoísmo de unos pocos (o de todos) el que nos hará fracasar como sociedad.