Perales de Tajuña - Madrid

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Democracia de baja intensidad
En las elecciones generales de 2004, el PSOE obtuvo 11.064.524 de votos y 169 diputados. El partido popular 10.169.973 de votos y 153 diputados. La tercera fuerza más votada, IU, 963.040 votos y 2 diputados. CIU 774.317 votos y 11 diputados.

El coste de voto por diputado es sencillo:

- PSOE: 65.470 votos /diputado
- PP: 66.470 votos / diputado
- IU : 481.520 votos / diputado
- CIU: 70.392 votos / diputado

Podría seguir con el resto de partidos, pero creo que se entiende la idea. El sistema electoral que se aplica en España está hecho para favorecer a las fuerzas mayoritarias y a los nacionalismos de derecha moderada.

Podríamos definirlo como un sistema relativamente democrático, o democrático de baja intensidad. Pero vamos, da risa pensar que en España, siglos después de las reivindicaciones de una persona un voto, nos han chuleado dicha reivindicación.

Desde hace dos años una comisión creada para hacer más democrática la ley electoral, lleva debatiendo sobre diversas medidas que harían más justo el reparto de diputados por voto. ¿Sabeis que han hecho el PP y el PSOE? Se las han pasado por el arco del triunfo.

Bueno, seamos rigurosos, todas no. Al parecere están dispuestos a reformar las papeletas del senado para que sean más claras y los nombres no vayan ordenados por orden alfabético. Me quito el sombre ante tanta valentia y alarde de ansias democráticas, y pongo el grito en el cielo porque reconozco mi duda de que el pueblo esté preparado para tales cambios y tanta responsabilidad.

El PSOE podría haber dado el visto bueno a las medidas y dado el crecimiento institucional que previsiblemente tendría IU, podría cambiar la famosa geometría variable, y llegar acuerdos con fuerzas de izquierdas, para tomar medidas de izquierdas.

Pero claro, para eso el PSOE tendría que querer tomar medidas de izquierdas. Y a estas alturas, no le vamos a pedir peras al olmo.

Al PP y al PSOE les podría haber dado por querer un parlamento más democrático. Pero a estas alturas, no le vamos a pedir peras a estos olmos.

Texto recogido de nuestro compañero Viul

Asamblea Local IU Perales de Tajuña
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Pensarán que había terminado el asunto, pues no, la subcomisión continúa y por lo que leemos y los rumores que nos llegan, en lo que respecta a la Reforma de la Ley Electoral se podría cumplir aquel principio de que todo es susceptible de empeorar. Parece que los dos partidos mayoritarios con la ayuda de los nacionalistas, pretenden dar una última vuelta de tuerca para legitimar por la puerta de atrás el bipartidismo. Pretenden convertir de facto un sistema político que se decía proporcional, en uno mayoritario -imperfecto- que contaría con el concurso de los nacionalistas de CIU y PNV.

Parece que andan ahora viendo la posibilidad de que haya publicidad gratuita electoral en las televisiones privadas, pero claro, y -casualmente- no sería posible para el conjunto de partidos con representación Parlamentaria, sería…¿adivinan?… para los mayoritarios. También parece que en la papeleta del Senado -cuentan- se producen errores, por lo que defienden como solución poner en la cara de la papeleta a los partidos con mayor representación y en el reverso -por sorteo – el resto. Otra andanada para inducir el voto a los partidos mayoritarios. También quieren legitimar definitivamente los debates a dos en las televisiones públicas para evitarse las molestas denuncias -que como en las últimas elecciones- hicieron modificar el horario y condiciones de los debates del resto de candidatos y partidos.

Para terminar también- según rumores – pretenderían eliminar las actuales limitaciones en los sondeos y encuestas (prohibidas ahora en los cinco días anteriores a las votaciones) para ofrecer la posibilidad de publicarlas sin limitaciones. En los últimos tiempos hemos visto como incluso en encuestas del CIS, la interpretación e información de los medios se daba en clave bipartidista a pesar de los códigos internacionales, las normas, el porcentaje de indecisos y de voto a otras formaciones, por lo que esta decisión, en la recta final de campaña, pudiera ser un instrumento más de aliento a la confrontación bipartidista.

Imaginemos la recta final de cualquier campaña electoral, con debates a dos, espacios electorales gratuitos con más ventajas para los partidos mayoritarios y resultados de encuestas al minuto interpretando la pugna electoral en clave bipartidista y todo ello rebotado en tertulias, informativos, Internet, etc., etc. Me dirán que el control sobre los excesos lo tiene la Junta Electoral Central, pero les diré que este organismo en las últimas elecciones fue corregido- a posteriori – por los tribunales que pidieron más medidas para compensar al resto de los partidos, aunque la campaña ya había pasado y las elecciones quedaban lejos .

En fin, si creíamos que lo que nos han contado era muy grave, preparémonos para lo que todavía no nos han contado. Pero preparemos también alternativas capaces de explicar más allá de los elementos de injusticia, la afectación al Sistema Político y a la calidad de la Democracia. Alternativas de regeneración democrática que expliquen los verdaderos efectos e intenciones de estas reformas. Cómo afecta a la gente y a sus derechos el blindaje de las Instituciones, que -entre otras cosas- lamina la transparencia, el control y la participación ciudadana.Y expliquemos nuestras propuestas para mejorar la proporcionalidad y el respeto a la igualdad de los votantes, las campañas electorales , pero también nuestros compromisos como organización política para mejorar la calidad democrática , transparencia , la vinculación y la representatividad de nuestros cargos públicos con la ciudadanía.

De todas formas es un grave e incomprensible error que el PSOE insista y produzca acuerdos ruinosos que favorecen a la derecha e impiden alianzas y la verdadera representación de la izquierda en este país. Una situación como la de la elecciones regionales francesas sería impensable con estos acuerdos y con este sistema electoral. Estoy convencida de que una importante base social de la izquierda, y del Partido Socialista, no comparte esta estrategia de alternancia, que al final acabará beneficiando a la derecha y si no lo creen que tomen referencias de Madrid o Valencia para el futuro de los proyectos de la izquierda en este país.

Texto recogido de nuestra compañera Inés Sabanés:

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Hace unas semanas la diputada de UPyD, Rosa Díez, presentó una moción al Congreso de los Diputados para modificar la ley Electoral y aumentar el número de representantes a 400, aumentando 50 diputados o diputadas más el número de representantes en el Congreso de los Diputados.

Rosa Díez se une a la vieja reclamación de Izquierda Unida por una Ley Electoral más justa que la actual. Ley que castiga duramente a estas dos formaciones que nos presentamos en el ámbito del conjunto del Estado español. Mucha gente piensa que la reforma iría en detrimento de las formaciones nacionalistas. Más no es cierto. Supondría un descenso -mínimo por otro lado- de los representantes del Partido Popular y el Partido Socialista.

Hay una subcomisión en el Congreso encargada de analizar y proponer una alternativa a la actual Ley Electoral. Subcomisión que no deja de ser una pantomima, pues está presidida por Alfonso Guerra, del PSOE, y como afectado que resulta su grupo, no va a mover ni un dedo en pro de limpiar un poco la Ley injusta que nos lleva a los grupos minoritarios a un papel insignificante. No se puede ser Juez y parte.

Hoy no voy a plantear alternativas a la Ley electoral, simplemente quiero hacer un análisis del porqué el Partido Socialista concretamente se opone frontalmente a un cambio de esta Ley. ¿Porqué el PSOE se niega al cambio? Como decía ayer, no quieren ese cambio porque viven presos de sus constantes y enormes contradicciones.

En la actualidad el PSOE se ve obligado a tener que pactar continuamente con CiU y con el PNV. Estas dos formaciones, a parte de ser nacionalistas, son católicas -ultras en demasiadas ocasiones- y sobre todo adalides de la derecha y el liberalismo en sus ámbitos de actuación: Cataluña y Euskadi. Como es bastante obvio, si son de derechas, liberales y católicos en sus respectivas Comunidades Autónomas ¿qué serán en el resto del Estado español? ¿Qué proponen para el estado español? Pues políticas de derechas, liberales y católicas. De cajón de madera de pino.

Volvemos a la pregunta ¿Y porqué el PSOE no quiere el cambio de la ley electoral?
En la anterior legislatura el PSOE vandeó entre los anteriormente citados compañeros de viajes (CiU y PNV) y otra formación nacionalista como ERC. Esquerra Republicana no es ni de derechas ni liberal, sin embargo si que es -y mucho- catalanista. No estoy en desacuerdo con muchas de las cosas que propone ERC, pero si discrepamos en algo fundamental: en nacionalismo. Yo me considero comunista, y por tanto soy internacionalista. No casan mis ideales internacionalistas -que no globalizadoras- con el nacionalismo de ERC. Entiendo que el PSOE en el apartado teórico se acerca más a mi internacionalismo que al nacionalismo de ERC, CiU o el PNV. Sin embargo en el apartado práctico son más nacionalistas que yo, puesto que prefieren a los nacionalistas como compañeros de viaje antes que una formación internacionalista y de izquierdas como Izquierda Unida.

Seguimos con La Pregunta ¿Porqué el PSOE se opone al cambio de la ley electoral?
Si el PSOE es de izquierdas, laico e internacionalista ¿Porqué sigue prefiriendo de compañeros de viaje a los nacionalistas, de derechas o de izquierdas, a los católicos -muchos de la vieja escuela- y a los liberales?

Pues porque les interesa. Las formaciones nacionalistas son fáciles de manejar a través de prebendas estatales -traducidas a pasta, evidentemente- que los ayuden a subir y a lucirse en sus respectivas comunidades autónomas. Una formación como IU no comunga, ni comulgaría, con subidas indiscriminadas como el IVA, que graba el consumo a toda la ciudadanía por igual, sin distinción de su capacidad adquisitiva, ni tampoco comulga ni comulgaría con el PENSIONAZO, planteado unilateralmente por el ejecutivo. En lo del IVA el PSOE ha recibido el apoyo del PNV y de Coalición Canaria (lo de éstos es de traca) ¿a cambio de? Ya veremos, y el Pensionazo lo sacará de la mano de otros nacionalistas. ¿De CiU? Ya veremos. Porque con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina Más y compañía lo mismo se la cogen con papel de fumar.

Esta radiografía es aplicable al PP, puesto que también utiliza al PNV y a CiU según les convenga. Tanto es así que el bajito del Bigote, ese de España se rompe, llegó a confesar que hablaba catalán en la intimidad. El único matiz radica en que no me resulta tan raro que el PP se una a partidos como el PNV y CiU, puesto que comparten gran parte de su programa político, y son igual o más nacionalistas que los citados, pero lo que pasa es que españoles.

Entonces y para acabar ¿porque el PSOE no propicia el cambio de la Ley electotal? Pues porque no son ni tan de izquierdas, ni tan obreros, ni tan socialistas, ni tan internacionalistas y laicos como dicen ser.

texto recogido de nuestro compañero David Velilla:

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