Fuentidueña de Tajo - Madrid

Los años 2007 y 2008, mientras la Comunidad de Madrid presentaba unas cuentas
equilibradas, saneadas, auditadas y transparentes, Tomás Gómez incumplía con
su obligación de liquidar las cuentas de Parla con el único propósito de ocultar
su despilfarro y su pésima gestión.
Tomás Gómez dejó de pagar 57 millones de euros en facturas que no
estaban presupuestadas durante su último año de Alcalde: relojes
de marca, zapatillas de deporte de primer nivel, botas de señora… y hasta 20 millones
de euros de su promesa estrella, el Tranvía.
También dejó de pagar 137 millones de euros a proveedores del
Ayuntamiento. Ahora promete crear un banco público madrileño que facilite crédito
a pymes y autónomos pero la realidad es que, cuando gobierna, asfixia con su
morosidad a pymes y autónomos.