Cuatro Caminos - Madrid

Un convenio entre amantes.
Un asunto secreto.
Dos almas semejantes
aceptaron el reto
de inventar la belleza
con el viejo libreto
de las grandes proezas:
Comenzaron un día
compartiéndose el polen,
y de aquella alegría
nacieron los colores rojos
de unas orejas de soplillo
con fragancias de mi librillo.

mírala, mírala, ya se ha mosqueao...
yo aprendí de ti y de las veces que decías de que tenías una carpeta de documentos que ibas a publicar a su tiempo; yo no me identifico porque tú tampoco te identificas cuando te da la gana o te identificas con varios nombres durante meses para despistar ¿es posible? tú has hablado de mi mentalidad; tu edad no me preocupa, es la tuya y la has dicho tú; si sigues los mensajes de la gente a la que persigues en los foros verás que sí, que se sabe la edad de los dos y eso lo único que me dice es que tú eres más vieja que ellos; yo creo que los has leído pero que intentas hacerte la tonta para dármela con queso
a mí no tiene que aguantarme nadie porque no le doy la vara a nadie; tú no tienes ni quien te escuche salvo ese enamorado que te declara su amor en Gijón; lo de las alegrías del cuerpo te lo digo porque todo el mundo se alegra con algo así (menos las frígidas y los impotentes).
¿te vas a poner así conmigo encima de que me preocupo por ti? ¿no te he dicho hasta "guapa"?
yo no te ofendo: te ofendes tú haciendo el indio por el foro y vuelvo a hacer hincapié en que a tus años el rídiculo es más grande, porque tu edad contrasta mucho con la mentalidad de niña cabreada y terca que nos enseñas a todos.